América latina: Contra la izquierda, viejas y nuevas estrategias Imprimir
Imperio - Latinoamérica
Escrito por Gara   
Miércoles, 24 de Enero de 2018 05:32

Hace ya algún tiempo la izquierda en América Latina apostó por estrategias electorales e institucionales como camino para alcanzar el poder y transformar la sociedad. Las fuerzas de izquierda se implicaron en el movimiento popular y sindical y forjaron amplias coaliciones electorales con las que consiguieron un buen número de victorias en las urnas. Vencer con las armas de la democracia tuvo dos importantes consecuencias en la mente y en el ánimo de sus seguidores. Por un lado, los triunfos dejaron claro que los de abajo son mayoría y aunque la derecha es rica y poderosa, no deja de ser una minoría. Por otro, los éxitos progresistas sembraron, además, la convicción de que nuevas victorias eran posibles.

La derecha se embarcó, en este contexto, en una ofensiva en toda regla para cortar cualquier esperanza de cambio. Para ello se apoyó en la llamada guerra sin restricciones, esto es, en la idea de que es válido el uso de todo tipo de instrumentos para alcanzar el objetivo perseguido. Así, al tiempo que mantenía el apoyo más o menos explícito a los golpes de Estado en el continente y seguía fabricando pucherazos electorales –el más reciente en Honduras–, también explotaba la utilización política de la legalidad. Es lo que se ha bautizado como lawfare o guerra legal. De este modo, se organizan persecuciones judiciales y mediáticas hasta que se consigue acabar con la inhabilitación política o judicial de los líderes de izquierda. Para ello se airean determinadas irregularidades o corruptelas mientras se minimizan –o simplemente se ocultan– otras.

Quizás el caso más paradigmático de esta estrategia se haya desarrollado en Brasil para inhabilitar primero a la presidenta electa, Dilma Rousseff, y ahora al futuro candidato, Luis Inácio Lula da Silva. Hoy será un tribunal el que decida si Da Silva puede o no presentarse a las elecciones;  los tribunales dando lo que las urnas no otorgan. Judicialización de la política y desnaturalización de la democracia.

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Fuente: Gara