La izquierda andaluza grita contra las bases americanas PDF Imprimir E-mail
Imperio - Las Guerras USA
Lunes, 08 de Noviembre de 2010 10:17

Unas 2.000 personas reactivan la Marcha a Rota, que llega a su edición 25

 

La voz contundente de la escritora Nieves García Benito se alzaba al filo de las tres de la tarde desde una tarima de quita y pon en uno de los accesos a la Base Aeronaval de Rota: "Las bases de Rota, Morón y Gibraltar son un gravísimo peligro real para las poblaciones que rodean a estas instalaciones. Ya no dan trabajo apenas a nadie. Son contaminantes. Carecen de planes de emergencia en caso de accidente en situaciones convencionales o en caso de ataques militares de otros países. Son bases donde, como en la americana de Rota, podría haber, quizás desensambladas, armas atómicas". Leía el manifiesto unitario de la Marcha a Rota, que tras dos años de estiaje y escasa presencia de manifestantes lograba reunir según sus promotores a dos millares de personas en pie de paz.

 

Al son de una batucada y bajo la atenta pesquisa de la policía, el gentío se orilló en una gasolinera próxima a las instalaciones militares. Entre los caminantes, el histórico jornalero Diego Cañamero, líder del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), algunos cargos públicos como el parlamentario José Manuel Mariscal, secretario general del Partido Comunista Andaluz (PCA) y alcaldes de Izquierda Unida como José Antonio Barroso, de Puerto Real, o Manuel Cárdenas, de Trebujena. También estuvo Diego Valderas, coordinador andaluz de la federación. "El próximo año afirmó, el Gobierno español y el de Estados Unidos se reunirán para renovar el convenio militar. Será más importante que nunca que los ciudadanos nos concentremos para pedir la retirada de las bases americanas de España, así como la retirada de las tropas españolas de Afganistán".

Pero la convocatoria no concierne exclusivamente a esta federación, sino que suma voluntades de más de veinte entidades entre las que figuran sindicatos, grupos ecologistas y pacifistas, entre otros. "Durante veinticinco ediciones, esta marcha ha supuesto el mayor signo de visibilidad y unión de la izquierda alternativa en Andalucía", asegura el antropólogo Ángel del Río, allí presente. "Esta es la primera vez que la Marcha a Rota se desarrolla de manera coordinada con la Marcha a Morón, que tendrá lugar el día 28. Y vienen a coincidir con los actos que se están desarrollando en distintos lugares de Europa y por la celebración en Lisboa de la Cumbre de la OTAN los días 19 y 20", afirma Cristóbal Orellana, portavoz de la plataforma organizadora.

Banderas republicanas

La marcha volvió a convertirse además en auténtico desfile de variedades de la izquierda alternativa. Representantes del Polisario se cruzaban a cierta distancia con portavoces de la Asociación Pro Derechos Humanos de Marruecos. Allí también quedaba sitio para marxistas, andalucistas o anarquistas, o para quienes se oponen a los campos militares de tiro de Chinchilla, en Albacete, o de Pájara, en Fuerteventura. En la movilización colorista, ancianos con enseñas tricolores daban paso a niños que agitaban banderas andaluzas, sin que a pesar del tono antimilitarista del conjunto faltasen atuendos que imitaban el uniforme del ejército bolchevique.

Cuando le llegó el turno a su discurso, el escritor Juan José Téllez, autor del libro Sin ninguna base, no olvidó mencionar el ERE que afectará a los trabajadores civiles de la base de Morón. "Nuestros gobernantes quizá debieran proponer un expediente de regulación de empleo contra sus C-17 Globemaster III o sus Eurofighter Typhoon". "España también es cómplice", dijo.

"Seguimos exportando armas hacia lugares a menudo sin libertad", añadió Téllez. "Y seguimos ofreciendo nuestras pistas de aterrizaje y nuestros muelles a quienes dictan a mano armada una ley basada en los intereses de los mercados y no en la soberanía de los pueblos".