Bolsonaro agrede al pueblo humilde persiguiendo a la medicina solidaria cubana Imprimir
Imperio - Latinoamérica
Escrito por Ramón Pedregal Casanova/UCR   
Sábado, 17 de Noviembre de 2018 05:13

Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio,
porque yo no era comunista,

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Como Hitler, Bolsonaro es un militar racista, xenófobo, anticomunista. Como Hitler, Bolsonaro ganó unas elecciones. Vuelve el amigo de la dictadura, así lo ha manifestado, admira, añora aquel pasado, así ha dicho. ¿Diremos, “Ellos vinieron”?: Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque no era comunista. Guardé silencio, no protesté, no pronuncié palabra. Cuando finalmente vinieron a buscarme a mi, no había nadie más que pudiera protestar.

Bolsonaro ha advertido de su intención de perseguir a los comunistas, aprueba el encarcelamiento de Lula, socialdemócrata, quiere acabar con los sindicalistas, con los Sin Tierra, amenaza a quienes no sean blancos, es amigo del sionazismo, ha hecho campaña por que vuelvan a crearse los escuadrones de la muerte, el terror le ampara, y empieza por condenar sin médicos a los 114 millones de pacientes que el personal médico cubano ha atendido en éstos últimos años, gentes pobres de 3.700 poblaciones, de las cuales casi 700 no habían conocido nunca un médico. Del Programa Más Médicos el 80% eran cubanos que asistían en los lugares de gentes paupérrimas hasta el último de los extremos, llegaban a los lugares más apartados y recónditos de la selva amazónica. El pueblo cubano ha aportado 14.000 médicos para la atención de la población más desamparada. Como ha declarado la presidenta Rousseff, “su pérdida es irreparable a corto y medio plazo”.

Entre las primeros exabruptos que ha escupido Bolsonaro destacan los dirigidos contra Cuba, primero advirtió de su intención de romper relaciones diplomáticas, insultó a la democracia cubana, y conforme pasaban los días fue subiendo el tono hasta despreciar y amenazar a la delegación de solidaridad que cuida de la salud de la población brasileña más delicada, a la que muy pocos médicos brasileños quieren atender.

Comienza la escalada represiva. La mano en alto de Bolsonaro empieza a verse. Es una gran tragedia. Quitar la ayuda médica internacionalista que Cuba entrega a gentes que no han tenido acceso ni siquiera a un médico en su vida, personas ancianas, adultas, jóvenes y niños y niñas, suena a cristales rotos. La conocida “noche de los cristales rotos”, en la que Hitler y los suyos atacaron a la población de creencia judía, la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 viene a coincidir en fecha, día y mes, transcurridos 80 años. El Programa Más Médicos, tras las amenazas del propulsor del ideario hitleriano, ha sido suspendido.

Hasta la fecha no había espacio en blanco entre la población más necesitada de Brasil y la ayuda médica cubana, los dos han estado juntos ante los problemas de salud, unos los necesitados, otros los solidarios, los dos formando la misma vida. Bolsonaro es el causante de la grave desconexión.

Solidaridad es compartir para cambiar, por eso el internacionalismo es antiimperialista, el imperialismo pretende conservar todo bajo su mano; y el internacionalismo pretende cambiar y dar los derechos y beneficios a toda la población empezando por los más humildes.

En las casas familiares los medios del imperio siembran la propaganda del imperio, y ahora, en tiempos de crisis imperial, el capitalismo busca recursos, Brasil es una pieza de primer orden, y con un gobierno de mano en alto se garantiza el racismo, el odio a los humildes, y se ensalza la división social, la desigualdad. El hijo natural del imperialismo es el fascismo. Ellos vinieron, el poema de Martin Niemöller – Bertolt Brecht, comienza hoy por la población más pobre de Brasil y la solidaridad internacionalista médica cubana, que no se ha callado nunca ante el imperio, que ha defendido a los más pobres de la Tierra siempre, aun sufriendo el más largo bloqueo de la historia.

Ellos vinieron.

Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a buscar a los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío,
Cuando finalmente vinieron a buscarme a mi,
no había nadie más que pudiera protestar.”

Autor: Martin Niemöller – Bertolt Brecht.

Médicos cubanos en Brasil

 

 

Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: “Gaza 51 días”, “Palestina. Crónicas de vida y Resistencia”, “Dietario de Crisis”, “Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero”, y “Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios”. Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos.