“La Esperanza de nuestro País y nuestro Pueblo se llama III República” PDF Imprimir E-mail
III República - Manifiestos
Escrito por UCR   
Miércoles, 04 de Abril de 2012 00:00

UCRManifiesto de Unidad Cívica por la República. Abril de 2012

Ciudadanos, Ciudadanas; hombres y mujeres en este País:

Conmemoramos, en torno al 14 de Abril, el sistema político más justo que ha existido jamás en España: la República. Y esta conmemoración, la de hoy, tiene lugar en uno de los momentos más duros que recuerda nuestro Pueblo en su historia reciente. Por ello, esta efeméride no es sólo para hacer memoria. También, y principalmente, para proponer una solución al atolladero en que nos encontramos. Dicha solución pasa por un Proceso Constituyente hacia la III República. Un rehacer el Estado de abajo arriba en forma democrática, participativa y solidaria. 

 

No partimos de cero; tenemos -entre otros- el precedente de 1931, la II República española cuya proclamación hoy recordamos en el aniversario. Una República que vino de las urnas, pero fue posible -sobre todo- por la movilización popular, por la implicación de los ciudadanos y ciudadanas en todas las esferas de la vida pública. Es un alto ejemplo que sigue vigente. Nada puede borrarlo. No pudieron 40 años de Dictadura y crímenes franquistas. 

Por eso, en este día señalado, cuanto cumple primero hacer es exigir Verdad, Justicia y Reparación para quienes estuvieron con la Legalidad republicana; Verdad, Justicia y Reparación para las 143.353 personas (son cifras de la propia Audiencia Nacional) asesinadas por el franquismo, para decenas de miles más represaliados y represaliadas, y 30.000 niños robados a sus familias. Verdad, Justicia y Reparación. También para quienes, buscándolas hoy día, siguen siendo condenados. No hay Ley de Amnistía que pueda justificar esa vergüenza. Los crímenes del franquismo no prescriben y así lo ha sentenciado ya varias veces las ONU. Lo que a nivel jurídico está sucediendo en España, sólo se puede entender si reparamos en que la Jefatura del Estado actual -la Monarquía- fue diseñada por Franco, quien también designó a su aún titular. Dicho en pocas palabras, hay impunidad del franquismo porque existen una Monarquía y un Rey puestos por Franco, el asesino. Por ello, afirmamos que la lucha por una Democracia digna de tal nombre, es también y pasa por hacer Justicia con los crímenes franquistas. No es algo sólo del ayer. Es una lucha de hoy y conectada con otras luchas. Veamos: 

La Monarquía es un insulto a la igualdad de oportunidades. Es la propiedad exclusiva, por un clan familiar, de un instrumento tan importante como la Jefatura del Estado. De esa anomalía básica, fundacional del régimen que aún impera en España, deriva, consustancialmente, un déficit democrático que -reflejado en lo económico y lo político- ha situado a nuestro país contra las cuerdas. La Monarquía es, por naturaleza, fuente de privilegios injustificados y de toda clase de corrupciones. Una pérdida sangrante de soberanía ciudadana.

Hoy, cuando basta abrir cualquier periódico para constatar cómo se hurtan a la decisión democrática cuestiones que afectan de modo directo a la vida de millones de personas; cómo esas decisiones se toman en conciliábulos al margen de todo control de la Ciudadanía y cuán ligada está a la Casa Real la presunta estafa, la mentira, el robo... aparece entonces -que es ahora- nítida la verdad: Monarquía y Corrupción; Monarquía y toma del Gobierno por los Mercados; Monarquía y saqueo de lo público, paro, retroceso social sin precedentes... El sistema político de 1978, confeccionado a la medida del Rey, ha desembocado en la ruina de nuestro Pueblo: casi 6 millones de parados, más de un millón y medio de familias en las que ninguno de sus miembros tiene empleo, 1 millón de personas en la Beneficencia, 25% de niños en la pobreza, más de 300.000 familias desahuciadas... Cifras que dan pavor y van a ir en aumento. Son las cuentas de la Monarquía y el sistema político diseñado para arroparla. Por eso, en esta Hora verdaderamente trágica para nuestro Pueblo, es hora de que toda persona honesta -con independencia de donde milite- actúe por un cambio de régimen. Nada puede esperarse ya del monárquico. Delenda est Monarchia!

O nos salvamos colectivamente, o nos hundimos todos uno a uno. Nadie nos rescatará si no nos rescatamos nosotros mismos. Y ese rescate, es el de la Democracia, el de la República. En todos y cada uno de nosotros, en todas y cada una de nosotras, está el hacerlo: la Independencia y Soberanía nacionales en forma de República federal, democrática y pluripartidista, y la apertura de un Proceso Constituyente que permita de manera eficaz a la Ciudadanía -ya sea por referendo o medio análogo- poder optar por esta nueva forma de organización estatal.

Una III República para posibilitar y fomentar la participación en todos los ámbitos y en clave de cohesión social y sostenibilidad medioambiental. La Economía, mediante resortes estratégicos de titularidad pública, se orientará al pleno empleo, estable y de calidad, con unos Servicios Públicos- Sanidad y Educación a la cabeza- garantizados por el Estado. Igualmente, la Legislación socio-laboral garantizará los Derechos sociales, laborales y sindicales de los trabajadores y trabajadoras asalariados/as. El Funcionariado será independiente de los partidos políticos, electo por criterios objetivos y prestigiado. Habrá derecho a la vivienda digna y a la propiedad legítima, con penalización de las actividades especulativas. El Estado republicano apoyará a los emprendedores y las emprendedoras capaces de activar la Economía real y generar empleo. La Administración Pública, por su parte, basará en principios de subsidiariedad y cercanía, evitando duplicidades injustificadas.

El Estado será laico, garantizando la libertad de conciencia y confesión, y las políticas pivotarán en torno a la Paz y la no-violencia activa, respetando los Derechos de los Pueblos; con unas Fuerzas Armadas al servicio de la defensa de la Ciudadanía y el territorio de la República de cualquier invasión militar. Los referendos vinculantes y los plebiscitos serán mecanismo normalizado de Decisión democrática. Importa señalar que III República en nuestro País significa, también, regeneración ética; una nueva cultura substitutiva del achabacanamiento y degradación que se generan actualmente. Un Sentimiento republicano que vertebre en derechos y deberes recíprocos, que esté transido de valores solidarios y que sea, en suma, capaz de edificar la convivencia sobre los pilares -clásicos pero verdaderos- de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. ¡Eso será -haremos ser- la III República!

¡Ciudadanos y Ciudadanas, compatriotas al habitar la misma tierra bajo el mismo cielo! En esta hora difícil en que aparece cada vez más clara la conexión entre Franquismo, Monarquía, Crisis y Corrupción, sirva la legítima aspiración republicana para enlazar todas las causas justas de nuestro Pueblo y darle así la aurora de esperanza que se merece. Que nos merecemos.

¡VIVA LA REPÚBLICA! ¡VIVA LA III REPÚBLICA!