Ayer fue es un día especial, para Catalunya, un día donde más que se celebra, se recuerda la caída de Catalunya ante las tropas del rey borbón, Felipe V. No se trató solo de una guerra entre reyes si no de defender las instituciones catalanas, su cultura y su lengua.

Pasado el tiempo, Catalunya ha tenido momentos históricos donde ha hecho frente común con el resto de España, uno de los ejemplos claros de esta afirmación la encontramos en la historia contemporánea de España y Catalunya, cuando en 1931, después de unas elecciones municipales, se instauró la Segunda República, pero en Barcelona, por parte de l’avi Macià declara “L’Estat Català” (El Estado Catalán), invitando a las demás regiones a que conviertan España en una República Federal, a pocas horas de haber salido del balcón del Ayuntamiento de Barcelona, declarando el Estado Catalán, es convencido por las nuevas autoridades de Madrid, para colaborar con el nuevo Régimen republicano, ya que dicho régimen tiene intención de dotar a Catalunya y otras regiones, (entonces se nos llamaba así), de una autonomía política y financiera por lo que “L’Estat Català” dura unas escasas horas. 

Después pasado los años, e instalado el régimen de terror del dictador Francisco Franco, en los años 60-70, emigrantes de todas partes de España,-mayoritariamente andaluces-encuentran la posibilidad de vivir de una forma digna en nuestra Catalunya, lo que entre otras cosas hace que económicamente se refuerce, y consiga tirar del carro del resto de España, aunque también, los catalanes nos enriquecemos culturalmente, ya que gracias a la emigración conocemos otras culturas, que se van integrando poco a poco en la nuestra. 

La muerte del dictador, abre nuevas perspectivas para los ciudadanos y ciudadanas españoles/as, y se suceden hechos históricos, como la Assemblea de Catalunya, donde se pacta un Estatut, pero donde el catalanismo integrador, entonces representado por el PSUC y CDC, declaran aquello de “Catalá és aquell, que viu i treballa a Catalunya” (Catalán es aquel que vive y trabaja en Catalunya). 

Durante los años ochenta-noventa, por un lado con el mundial de futbol y por otro lado las olimpiadas del 92, Catalunya consigue ser más europea, más parte del mundo. Catalunya se refuerza, y de nuevo tira de la locomotora. 

Catalunya, tiene la suerte de tener una sociedad abierta, en los pueblos es donde ha calado más lo identitario, pero muchos no se dejan manipular por los partidos políticos que quieren sobrevivir a costa de la lengua o de otros aspectos, la gente quiere su cultura, su autogobierno, pero también sabe que sin harina no hay pan.

El federalismo es una buena opción, pues nos daría el autogobierno que merecemos, pero mantendríamos la convivencia necesaria con el resto de España.

Nosotros, -lo digo a modo de autocrítica-necesitamos conocer mejor al resto de nuestros conciudadanos, para entender mejor que esperan de Catalunya, pero el resto de los españoles, deberían vivir, como mínimo un mes aquí y tendrían una visión más adecuada con la realidad, los catalanes solo pedimos respeto a nuestras costumbres y nuestra cultura. Una cultura, que es la síntesis, de las culturas que conviven aquí: andaluza, gallega, asturiana, aragonesa etc.

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Rafael Sáinz Álvarez, Secretario General Iniciativa Socialistas de Izquierdas