Hacia la Tercera República. Acto en el Ateneo de Madrid, I Asamblea Estatal de Asambleas Ciudadanas Constituyentes Imprimir
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Escrito por Paula Guerra / Crónica Popular   
Domingo, 11 de Marzo de 2012 06:45
El surgimiento del 15M y otros movimientos ciudadanos ha conferido un nuevo impulso a múltiples organizaciones republicanas que venían trabajando de forma dispersa en distintas zonas del territorio español. Hoy, al calor de las recientes movilizaciones sociales, estos grupos se unen y marchan en una misma dirección y con un mismo objetivo: la I Asamblea Estatal de Asambleas Ciudadanas Constituyentes.

 

 

Decía el socialista francés Claude Henri de Saint-Simon que las épocas se dividen en orgánicas y críticas. Las épocas orgánicas se asientan sobre un sistema de creencias establecidas, y en ellas sus ciudadanos tienen como gran objetivo conseguir y mantener aquellos bienes que la sociedad les presenta como paradigmas del buen vivir. Las épocas críticas, por el contrario, buscan cambiar los principios sobre los que la sociedad está anclada. En estas épocas, los ciudadanos se sienten comprometidos con la sociedad que les rodea y entienden su progreso personal como un aspecto que está indisolublemente unido al progreso de la sociedad en su conjunto. Estas personas tienen ideas renovadoras. Para ellas, todo es susceptible de crítica y de cambio.

Tomando como eje central esta reflexión del filósofo francés del siglo XIX, Sergio  García, miembro de la Agrupación Ateneísta Juan Negrín, abrió el acto titulado Proceso constituyente en España: de la Constitución de Cádiz, a la III República, realizado en el Ateneo de Madrid, señalando que la sumisa complacencia y pasividad de las últimas décadas está dando paso al surgimiento de una ciudadanía que se manifiesta, que propone y exige. Parafraseando a Saint Simon, García sostuvo que España está entrando en una época de crítica.

“El fenómeno del 15M expresaría mejor que ningún otro este cambio, en cuanto que manifiesta aquel sentimiento de solidaridad que permite que la ciudadanía se una para actuar como una sola conciencia cívica”, dijo García.

Junto a él estuvieron Miguel Pastrana, miembro de la Agrupación Ateneísta Juan Negrín y secretario segundo del Ateneo; Víctor Díaz Cardiel, de la Unión Cívica por la República; Manuel Monereo, de Socialismo 21; y Hugo Martínez Abarca, secretario de Comunicación Interna de Izquierda Unidad de Madrid.

Salvo algunos matices, todos coincidieron en que el nuevo momento que vive España ha espoleado y dinamizado a muchos grupos de carácter republicano que hasta hace poco trabajaban de manera dispersa y descoordinada. En este sentido, Manuel Monereo se atrevió a señalar que España “vive un momento fundacional, vive un momento de inicio de un cambio importante”.

Los rancios defensores de una Constitución rancia

La Constitución del 78 fue la gran vapuleada de la noche. Fue sindicada como la culpable de legitimar una anomalía básica del sistema jurídico español: que la jefatura de Estado sea propiedad exclusiva de un clan familiar. De este hecho, según los ponentes, se deriva el déficit democrático, económico y político que vive España.

El primer conflicto que debemos resolver, indicó Monereo sobre este punto, es el problema de quién es el soberano, “sólo cuando el pueblo sea el soberano podremos ponernos de pie y defendernos de la agresión del capitalismo, haciendo uso de nuestro derecho al autogobierno”, indicó.

Para hablar sobre la Constitución y sobre aquella parte de la sociedad que se empeña en defenderla, Víctor Díaz Cardiel citó un editorial de El País del 4 de marzo, en el que, a raíz del caso Urdangarin, se afirma que “tratar de recusar nuestra forma de Estado al hilo de coyunturas como la que comentamos supone la impugnación del pacto en el que se fundaron las libertades tras la muerte del dictador. Necesitamos apoyar nuestras instituciones, no crearnos problemas que no tenemos (…)”.

Para Díaz Cardiel estas palabras no hacen más que “desenmascarar a un grupo económico que se ha hecho rico en el marco de ese pacto” Y preguntó: “¿Quiénes son El País y el Grupo Prisa para decirnos qué coyunturas nos permiten iniciar un proceso constituyente?”. En su opinión, mientras El País insiste en apoyar una Constitución rancia y desactualizada, una parte importante de la sociedad española se moviliza justamente en la dirección contraria, en la búsqueda de un cambio de esa Constitución.

Sobre este mismo punto, el secretario de Comunicación Interna de IU afirmó que cuestionar la monarquía supone cuestionar no sólo el pacto de aquellos años, sino también el actual sistema democrático. “El problema es que nuestra actual democracia es una democracia colapsada”, dijo. Hugo Martínez Abarca añadió que el colapso comenzó con la forma equivocada de abordar la memoria histórica, continuó luego con el problema territorial de las autonomías y culminó con el problema generalizado de la corrupción política. Por ello cree que lo que hoy está en discusión “no es la decisión de comenzar o no un proceso constituyente, una etapa que ya hemos superado, sino en cómo debemos conducir ese proceso”.

La figura del rey ha muerto

El pasado 21 de enero diferentes asociaciones republicanas se reunieron en el Club de Amigos de la Unesco de Madrid con el fin de establecer las bases del primer encuentro estatal republicano, que se realizará los días 17 y 18 de marzo en la ciudad de Cádiz. Los organizadores esperan que ese encuentro represente el punto cero del arranque de un proceso constituyente que derive, prontamente, en una nueva Constitución española. Además, acordaron crear una Junta Republicana “que nos represente y aglutine y que pueda tener el peso que hoy, disgregados, no tenemos”, apuntó García.

El Ateneo de Madrid está jugando un importante rol en todo este engranaje. Considerado por muchos como la cuna de la Segunda República, hoy ofrece un espacio privilegiado para la discusión y el debate de una posible Tercera República española. En diciembre pasado, coincidiendo con las celebraciones oficiales del trigésimo tercer aniversario de la constitución monárquica del 78, cuatro entidades republicanas de referencia (Fundación Manuel Azaña, Unión Cívica por la República, Red inter cívico Republicana y la Agrupación Ateneísta Juan Negrín) se reunieron en este lugar para presentar una iniciativa de largo alcance, que denominaron ‘Los 14 puntos básicos para la Tercera República’.

Miguel Pastrana, de la Agrupación ateneísta Juan Negrín, señaló que existe una necesidad imperiosa de terminar con una Constitución cuyo marco jurídico actúa como un cerrojo a la hora impulsar una transformación democrática. Esa incapacidad, según Pastrana, proviene de los elementos del franquismo “y el primero y más principal, sostén de todos los demás, es la Monarquía”, cuya figura “representa en sí misma una aberración democrática”.

Sobre este punto, Monereo señaló que “no se trata sólo de que nosotros deseemos un proceso constituyente, sino de que los poderes económicos han iniciando ya un proceso constituyente propio sin la participación del pueblo”. Monereo cree que hoy asistimos al enfrentamiento de dos posturas: la de los poderes fácticos que han iniciado un proceso cuya deriva está dando lugar a un régimen oligárquico, y la postura de un número importante de españoles que anhela un proceso constituyente democrático, que de origen a una sociedad más igualitaria, y en donde la soberanía resida en el pueblo.

Para Monereo, la figura del Rey simplemente no es parte de este debate: “Los poderes fácticos han roto con el pactó que creó la Constitución del 78, y, al hacerlo, han roto la propia figura del Rey”, dijo.

 

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Fuente: Crónica Popular