Monarquía o República PDF Imprimir E-mail
III República - III República
Escrito por Coral Bravo /El Plural   
Sábado, 10 de Diciembre de 2011 00:00

Monarquía o RepúblicaA día de hoy, casi cuarenta años después del inicio de la democracia en España, se sigue sin hablar claro de la II República Española y de lo que supuso, en su corta trayectoria de sólo ocho años (tres de ellos en Guerra Civil), para la sociedad española. En el sistema educativo español sigue sin aparecer en los currículums educativos. Es como si se quisiera pasar a hurtadillas por un período histórico que trajo a España los mayores avances sociales de su historia, que convirtió a España en uno de los países más democráticos y avanzados de la época, y cuya Constitución, la de 1931, era un modelo de valores humanistas y democráticos, tanto políticos, como sociales y culturales que, incluso, inspiraron buena parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.

 

Pero el franquismo y sus adláteres se encargaron muy bien, durante cuarenta años, de tapar, cuando no de difamar y desprestigiar, el período más democrático de la historia española, que consiguió, entre otros muchos logros, el sufragio universal, el voto femenino, el derecho a un salario mensual para los trabajadores, el matrimonio civil, el laicismo en las instituciones, el acceso de la mujer al mundo político y académico y el derecho universal a la educación y a la sanidad. Eran, quizás, demasiados logros democráticos para un país en el que pervivían fuerzas totalitarias que, como la derecha ultraconservadora y la Iglesia, llevaban siglos beneficiándose de la ignorancia y la sumisión del pueblo. Y el golpe de Estado contra la República no tardó en llegar, junto a sus siniestras consecuencias.

Todos los seis de diciembre se lleva a cabo una manifestación en Madrid, y en otros lugares de España, por la República. Son, cada día, más frecuentes las voces que, desde distintos ámbitos sociales, reconocen los valores de la República Española y reivindican el sistema de gobierno más alineado y compatible con la democracia. Cada día la gente va saliendo más del desconocimiento inducido sobre la identidad de los valores democráticos y republicanos, especialmente en lo que suponen de ética, igualdad, justicia y respeto esencial a los Derechos Humanos.

El sumiso, monolítico e incondicional respeto que ha inspirado a los españoles una monarquía impuesta, y no electa, parece estar diluyéndose tras diversos acontecimientos y actitudes alejados del sentir general de la mayoría de los españoles. Declaraciones de algunos de sus miembros alineadas con posiciones ultra-religiosas, actos de compromiso confesional que les alejan del pluralismo ideológico y social, falta de transparencia en los presupuestos que les sostienen a cargo del erario, y especialmente las actividades presuntamente ilegales y delictivas de fraude y malversación de fondos del yerno del rey, han socavado seriamente la imagen y el prestigio de la Corona de cara a la ciudadanía.

Históricamente monarquía y religión han constituido una alianza concebida para imponer su poder totalitario sobre las sociedades. Basadas en una idea anacrónica, irracional y caduca de superioridad sobre el pueblo, en la época actual han pretendido convivir con la democracia, cuando se sustentan en idearios que son la esencia misma de lo antidemocrático.

Y la sociedad española empieza a cuestionarse si los intereses de estas instituciones, para muchos obsoletas, son capaces de convivir con una sociedad que aspira a la igualdad, a la libertad, al progreso y a la justicia social. Y en el horizonte se vislumbra, para muchos, la palabra República como modo de gobierno capaz de reinventarnos, y capaz de convertirnos a los españoles, no en súbditos ni siervos de nadie, sino en verdaderos ciudadanos.

-------------------------

Fuente: El Plural