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Derechos y Libertades - Derechos Humanos

Alfredo Pérez RubalcabaLa dura realidad: en España se tortura

  Gorka Esparza / Un idiota en Brobdignang

 "Le introdujeron la cabeza en el agua. Repitieron dos o tres veces la sumersión, mientras le preguntaban si era de E.TA., y le referían si tenía bien la apnea. Levantándole de los tobillos, le hicieron tragar agua (...) mientras le iban diciendo "que estos eran los primeros veinte minutos y que tenían cinco días para hacer con él lo que quisieran".  Sentencia AP Guipúzcoa, Fundamento Jurídico Segundo.

 

  Al día siguiente de aquello, el Ministro Rubalcaba, hizo suya la versión de la Guardia Civil, que no era otra que la de que los etarras siempre alegan haber sido torturados y que las lesiones, que enviaron al etarra en cuestión a la UCI, se debían a que éste opuso resistencia a ser detenido. Hoy, dos años después, cuatro Guardias Civiles han sido condenados y el Ministro no ha dado ni una sola explicación pública de un hecho grave, que viene a confirmar lo que asociaciones internacionales como Amnistía Internacional ya han dicho en varias ocasiones: en España se tortura.

 Que Igor Portu -el etarra gravemente torturado- sea el autor de atrocidades como volar la T-4 de Barajas en modo alguno justifica el abuso policial, la vejación o la venganza. La tortura deslegitima al Estado y denigra todos y cada uno de los principios en que se sustenta un sistema penal democrático y garantista. Cada vez que la sombra de la tortura planea sobre una actuación policial se pone en jaque al estado de derecho, se genera inseguridad y sobre todo, se da alas a una organización terrorista a la que hace tiempo que le falta aliento para poder actuar.

 Procede analizar con rigor crítico cinco elementos:

Primero, nadie pidió a Rubalcaba que justificara una actuación policial ensombrecida por la hospitalización en la UCI de uno de los detenidos. Si en ese momento, el Ministro creyó necesario despejar cualquier atisbo de duda sobre la legalidad de la actuación de la Guardia Civil, no se entiende que hoy no haya salido públicamente a retractarse. En otros países, el Ministro ya habría dimitido.

Segundo, si la constatación de que en España se tortura es una noticia demoledora, que semejantes hechos se enjuicien, esclarezcan y condenen es algo positivo. Entonces, ¿por qué todo este escándalo no ha tenido relevancia mediática? ¿Tal vez por falta de madurez democrática? 

Tercero, en consonancia con lo anterior, parece obligado preguntarnos si este caso de torturas representa un hecho aislado o si se trata de una práctica habitual en la lucha antiterrorista. Y sobre todo, si lo habitual es que en España se persigan con ahínco estas prácticas o si como se sospecha, estos casos quedan habitualmente impunes. El informe "Sal en la herida" elaborado en 2007 por A.I. aporta luz donde casi todo son sombras. No solo se tortura y denigra a etarras, los extranjeros son las principales víctimas de este tipo de violencia del que nos molesta siempre hablar.

 Cuarto: Igor Portu tuvo la suerte de ser atendido por personal sanitario independiente, que rápidamente se percató de la violencia extrema con que había sido detenido (y bañado en un río). Lo lamentable es que hayan tenido que intervenir personas ajenas a la investigación y el mundo policial para que este escándalo vea la luz.

 Quinto: regresemos al principio: "estos son sólo los primeros veinte minutos. Tenemos cinco días para hacer contigo lo que queramos". 5 días sin la presencia de un Juez es un periodo inadmisible en democracia, se mire por donde se mire; sea el detenido Portu o Al Capone.