Devolvedme a mi hijo Imprimir
Derechos y Libertades - Derechos Humanos
Escrito por Feitus / la cotelera   
Martes, 01 de Marzo de 2011 00:00

¡Devolvedme mi hijo!Loli, en el baile del domingo, sintió un intenso flechazo por aquel hombre que la agasajaba con tanto gracejo y simpatía. Era irresistible y no se le resistió. Los prejuicios y dificultades de la época fueron desbordados en el asiento trasero del Seat 124 de color blanco, aparcado en lugar discreto fuera de la carretera. Y quedó embarazada.

 

Su admirado hombre ante la nueva situación se desentendió, le aseguró que ya no la quería y la llevó a la Alameda de Urquijo, 66 de Bilbao. Allí, Dña. María Mercedes Herrán Inchausti, conocida como Mercedes Gras, sostenía un piso de acogida para futuras madres, solteras y sin recursos.  Loli, aleccionada y apremiada por su hombre bajó del coche y abandonada, o dicho con mayor precisión, tirada, se dirigió al piso que en toda su vida no ha podido olvidar. Los siguientes meses Mercedes Gras iba a regentar su vida y a condicionar su destino para siempre.

Hasta el parto fueron siete meses de reclusión pasando hambre, frío y miedo. Trabajaba en el piso y limpiando en la casa particular de "Dña. Mercedes". En todos aquellos meses debía reunir las 12.000 pesetas que iba a costar el parto en la Clínica de San Francisco Javier.

El 13 de febrero de 1978 Loli dio a luz una niña preciosa, saludable, rubita y con un peso de 3,750 Kg. Todavía hoy se emociona y llora Loli cuando recuerda su imagen, aquel cuerpecito lleno de vida. A los pocos días, desde la clínica la mandan de vuelta al pueblo para ver  de conseguir de parientes o amigos alguna ayuda para sacar adelante a su hija. Vuelve con las manos vacías y al acudir a la clínica a recoger a su hija el mundo comienza a girar sin sentido. Le dicen que allí ella no ha tenido ninguna hija. Loli les enseña su foto, insiste, no comprenda nada, llora  y se desespera. Acaban echándola a la calle.

Loli vuelve al piso de la Alameda de Urquijo y el portero tiene órdenes de no dejarla subir. Vuelven a echarla a la calle. Desconcertada, sin recursos, sola, sin apoyo alguno ni conocimientos suficientes, no tiene otra alternativa que volver al pueblo con su dolor inmenso de madre y el desprestigio público de su "vergüenza" de acuerdo con la moral de la época.

Pasado mañana la hija de Loli cumplirá 33 años donde quiera que esté. Loli lleva esos casi 33 años buscando a su hija. Pide justicia para quienes se la robaron, esos que también  le robaron su vida. A sus casi 65 años Dolores, además, sólo pide ver a su hija antes de morir. Quisiera poder abrazarla y decirle que ella nunca la abandonó, que siempre la quiso y la deseó pero que no pudo decidir porque alguien se la robó.

Esa niña de 33 años probablemente lo ignora todo. No sabe que sus padres, en realidad no lo son y que por 200.000,-ptas (cifra aproximada que debieron pagar sus padres adoptivos) y el sufrimiento permanente de su madre, cambiaron su destino.

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Historia extraída del documental de TV3 "Torneu-me el fill"

http://www.tv3.cat/3alacarta/#/videos/3348490
http://feitus.lacoctelera.net/post/2011/02/11/devolvedme-mi-hijo