Lo oculto que vemos, somos nosotros. PDF Imprimir E-mail
Cultura - Libros / Literatura
Escrito por Ramón Pedregal Casanova.   
Lunes, 16 de Mayo de 2011 04:14

alt“Brillan monedas oxidadas” es el último título publicado por el gran escritor Juan Eduardo Zúñiga, Premio Nacional de Traducción por la obra de Antero de Quental, en 1987; Premio Nacional de Narrativa por "La tierra será un paraíso", en 1990; Premio Nacional de la Crítica y Premio Salambó por "Capital de la gloria, en 2003; y, Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid, en 2003.

 

Como escritor reúne lo mejor del cuento, muy posiblemente, en el Estado español, y su trilogía sobre Madrid en la guerra, el ya mencionado "Largo Noviembre en Madrid", "La tierra será un paraíso" y el título también mencionado anteriormente "Capital de la gloria", es considerada una de las mayores aportaciones a la Memoria Histórica, sin menospreciar el resto de sus títulos, "Desde los bosques nevados", (en el que reúne "El anillo de Pushkin" y "Las inciertas pasiones de Ivan Turguenev", dos libros que ya eran difíciles de encontrar), "Los misterios de las noches y los días", (libro de relatos brevísimos), "Flores de plomo", (sobre las últimas horas de Larra y el espíritu de la España de su tiempo), "Sofía", (visión de la capital búlgara), y otros más lejanos en el tiempo como "El coral y las aguas" e "Inútiles totales", son una muestra literaria de la mayor riqueza.

"Brillan monedas oxidadas", el libro que aquí se comenta, contiene trabajos elaborados con cuidadosa mano interesada en lo más íntimo y en sus consecuencias, en aquello que arranca contra el paso de la vida sin más, desde el comienzo, desde el primer esfuerzo, y a partir de tal instante marchamos por la vía contraria a la que lleva a la devastación, al consumo rápido de la existencia vacía. Los personajes protagonistas de Juan Eduardo Zúñiga están dados a ese construir consciente o inconsciente sobre el suelo que se hunde, están dados a apartar a manotazos lo previsible y a actuar en consecuencia.

El libro, dividido en tres partes contiene en la primera de ellas, titulada "Las fuerzas del vendaval...", narraciones del ideal profundo, tan profundo que se aspira; en esos relatos habla de la visión obtusa de la burguesía, que no admite idealizaciones y no ve su decadencia y se remoza en ella; de cómo los servidores se reconocen con la mirada y como se espantan al advertir la relevancia de lo que desprecian; del pasado que irrumpe en el presente para mostrar la codicia de las gentes serviles, y cómo al desaparecer su motivo los mismos individuos se ven ocupados en el día a día llevados por la corriente; del padre que piensa que su hijo no puede estudiar porque no tienen para comer, y del maestro que piensa que el niño no debe estudiar porque no le puede enseñar nada; de los cambios que se producen en la vida y son ocasiones únicas; de cuando se vive en la noche de la ciudad y se salva su fondo hiriente haciéndonos conscientes desde el descanso de ese trabajo que ata pero nos permite contemplar la victoria.

La segunda parte, titulada "Se olvidan tantas historias de orgullosa pasión y de rebeldías..." es territorio narrativo de gentes que no cruzan la puerta que establece el poder, puerta tan bien definida como integrada, y a pesar de lo cual son personajes que desde el margen juegan con el peligro consciente o inconscientemente. Los relatos nos hablan de cómo la relación desaparece cuando el deseo está más allá de ella, de cómo los riesgos que hay que correr para conseguir el objetivo oculto destruyen a quien es utilizado para tal fin; nos hablan de cómo la vida que se ha entregado por concebir un deber, puede que un día, mediante alguien que no hemos conocido, se nos rebele lo ocultado, y, entonces, el rechazo a quien usa nuestra existencia choca contra aquella persona que nos utiliza y la tumba, dando lugar al camino desconocido y esperanzado; nos habla de cómo la acción mercenaria conlleva la falsedad de lo acordado por parte del que compra, puesto que quien promete el pago busca también cortar el paso al lacayo que le puede descubrir; nos habla de cómo la obediencia a las pulsiones internas, a los intereses más arraigados llevan a actuar espontáneamente; nos habla de esos secretos para guardar, aunque cuesten vidas.

En la tercera y última parte que lleva por título "Sus vidas eran demasiado iguales..." nos muestra las venganzas que se resuelven en contra de quien las pretende; del pequeño retrato de Mario Sá-Carneiro perdido en la poesía que no abre la vida, de esa mecha encendida en la trastienda de algunas vidas incapaces de poner freno a su voladura; de aquello que pudo ocurrir en torno al posible viaje de Kafka a Madrid para visitar a su tío que trabajó en la dirección de la Empresa de los Ferrocarriles Españoles;...

Antihéroes, gentes detalladas que hacen ver el tiempo que les toca vivir, vemos el transcurrir diario y la menudencia que engarza el conjunto, y cómo una con otra menudencia se hacen a base de calor interno que mezcla y funde el deseo con el temor. La red de las vidas es lanzada desde las causalidades a los fines, y, recogidas en ellas encontramos rotos los trayectos y descubrimos o imaginamos las terminaciones imprevistas. El trascurrir de las narraciones y su fin, en este magnífico libro de cuentos, nos hace sentir y pensar que son la consecuencia de fuerzas que en su profundidad de masa confusa no controlamos como creemos.

El título del libro, "Brillan monedas oxidadas", alude a aquello que aun estando en el fondo, o quizá por eso, y no es el llamado destino, su misma fuerza deja nuestra imagen a la vista, por encima del tiempo. Siendo más lo que no se ve en nuestras vidas, Zúñiga hace que leamos en las paredes del mundo ignoto. "Brillan monedas oxidadas" nos viene a decir que lo que creemos tan oculto no se puede sustituir, que eso tan oculto, pase lo que pase, tiene tanta luz propia, que luego uno se construirá con tales materiales haciendo camino en la sociedad, ante la norma. Y como siempre, la narrativa de Juan Eduardo Zúñiga nos alumbra a los lectores, y así sabemos que lo oculto que vemos, somos nosotros.

Título: Brillan monedas oxidadas.

Autor: Juan Eduardo Zúñiga.

Editorial: Galaxia Gutenberg.

------------------------------

Ramón Pedregal Casanova es autor de "Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios", edita Fundación Domingo Malagón y Asociación Foro por la Memoria (asociacion.foroporlamemoria@yahoo.es)