El documental "Rocío" sufre, todavía hoy, la censura de alguna de sus escenas en España Imprimir
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Escrito por Kepa Arbizu.TerceraInformación   
Domingo, 22 de Agosto de 2010 16:03

Aparentemente suenan lejanos los tiempos en que para ir a ver algunas películas o conseguir ciertos libros había que cruzar la frontera debido a la imposibilidad de hacerlo en España. Hace unos días, en Portugal, y de la mano del Bloco de Esquerda, pudo visionarse en su versión íntegra y sin cortes el documental titulado “Rocío”, censurado en su versión completa en España.

Fernando Ruiz Vergara realizó esta película en 1980. Un documental que investiga y muestra todo lo que se esconde detrás de una de las devociones que más pasiones levanta en España, la de la “Virgen del Rocío”. Sus orígenes, los intereses políticos y sociales que se esconden tras la “creencia”, la evolución del fenómeno y todo el dinero que se mueve años tras año en las celebraciones. A la larga, según se desprende viéndolo, es que su misión es perpetuar un sistema económico, el capitalista, y mantener una comarca y a sus visitantes alienados.

 

 

Los problemas no tardaron en llegar. Su proyección en los cines fue paralizada por la denuncia de una familia de Almonte (Huelva). La escena más polémica y la que sería perseguida, es aquella en la que un lugareño señala a un terrateniente de la zona como culpable de unos asesinatos en 1936. Fue rodada de forma que su nombre no se decía aunque sí aparecía su fotografía mientras la persona contaba los hechos.
Es en 1985 cuando el juez de la sala segunda del Tribunal Supremo decide censurar esa escena del filme. Esgrime como motivos para tal decisión, en la que no dejó intervenir a los habitantes del pueblo que corroboraban la situación relatada en la cinta, que "aflora una inoportuna e infeliz recordación de episodios sucedidos después del 18 de julio de 1936, en los que se escarnece a uno de los bandos contendientes, olvidando que en las guerras civiles, como lucha fraticida que son, dejan una estela o rastro sangriento (...) que es indispensable inhumar y olvidar si se quiere que las generaciones posteriores convivan de forma pacífica". El testimonio fue eliminado, en principio con un cartelón negro que anunciaba la decisión y después suprimida por completo.
Lo que apuntaba como una carrera prometedora, Fernando Ruiz Vergara era uno de los representantes del nuevo cine andaluz y su documental fue presentado como candidata de España para el Festival de Venecia, quedó truncada de tal manera con los 25 millones de pesetas y los tres meses de calabozo que jamás el realizador se ha vuelto a poner detrás de una cámara.
Hay que recordar que estos hechos sucedieron en plena democracia y que fue la primera película secuestrada en ese momento histórico. Todas las veces que se ha emitido por televisión ha sido en formato censurado, aún sigue vigente la condena. Más difícil todavía lo tienen aquellos foros reducidos que se han molestado en mostrarla ya que han tenido que trabajar baja la supervisión del los abogados y de las presiones de asociaciones religiosas. Visto este contexto, todavía siguen vigentes ciertos tabúes y el respeto a ideas impuestas con la fuerza en el pasado. De ahí que tenga que ser en otros países, en este caso Portugal, donde se pueda visionar en su formato original una obra que pone en entredicho un elemento "social” como la devoción que se tiene por algunas “figuras”.