La profesora de Historia. A favor de la escuela pública Imprimir
Cultura - Cultura / Cine
Escrito por Eulàlia Iglesias   
Lunes, 18 de Mayo de 2015 04:18

Foto: Fotograma del filme francés¿Cómo motivar a los alumnos de secundaria? ¿De qué manera se puede concienciar a unos estudiantes de instituto sobre el horror  de algo que les queda tan lejos como la Segunda Guerra Mundial? ¿Cuál es la mejor forma de transmitir  unos conceptos éticos básicos? Estas son algunas de las cuestiones que plantea La profesora de historia, un filme típicamente francés en su reivindicación de la escuela pública como transmisora principal de unos valores universales.

 

El tercer largometraje de Marie-Castille Mention-Schaar arranca como una variante de La clase de Laurent Cantet. Como la ganadora de la Palma de Oro en 2008, esta película de ficción se adentra en un instituto francés con cierta vocación documental: observa situaciones varias para poner de manifiesto el ambiente del lugar, la variedad cultural y religiosa de los alumnos y los conflictos derivados del laicismo obligatorio.

Y también como en el filme de Cantet, la película se detiene en una clase en concreto, en la que imparte sus enseñanzas sobre historia Anne Gueguen, a quien da vida una espléndida Ariane Ascaride, la actriz habitual del cine de Robert Guédiguian. Gueguen se encuentra con un alumnado conflictivo y turbulento: los estudiantes no paran de hablar, reaccionan con desaire a las preguntas, protestan a la primera de cambio, manifiestan explícitamente su falta de interés ante cualquier propuesta... Aunque al final consigue dar sus lecciones con cierta tranquilidad, la profesora de historia decide plantearles un reto fuera de temario ante el escepticismo de otros profesores. Invita a sus alumnos a sumarse al Concurso Nacional de la Resistencia y de la Deportación, una convocatoria que existe en la realidad destinada a mantener viva la memoria del Holocausto entre los jóvenes franceses. Se trata de que entre todos los estudiantes voluntarios desarrollen un estudio sobre cómo afectó la shoah a los niños y adolescentes.

A favor de la escuela pública

La maestra deja bien claro que, a la hora de educar, no solo importa qué se enseña. También, cómo. Gueguen remarca que este proyecto también es una oportunidad para desarrollar un trabajo colectivo donde los alumnos investiguen por su propia cuenta, intercambien información, pongan en común sus propias conclusiones y enfoquen el tema desde un punto de vista personal.

A vueltas con el Holocausto

La película sigue el proceso de inmersión de los estudiantes en el concurso, desde el rechazo inicial, pasando por las discusiones y el desorden de los primeros grupos hasta la progresiva implicación de cada uno de ellos en el conocimiento del Holocausto. El punto álgido del film tiene lugar cuando un antiguo deportado asiste al aula para dar testimonio vivo de su experiencia. La directora contó con la participación de Léon Zyguel, encarcelado primero en Auschwitz y después en Buchenwald, donde participó en la liberación del campo. Mention-Schaar filmó la charla de Zyguel, fallecido a principios de este 2015, en una sola toma para salvaguardar la autenticidad de su testimonio. El anciano, que se interpreta a sí mismo, comparte su experiencia no solo con los alumnos del film también con todos los espectadores.

Una alumna le pregunta a Zyguel si la religión le ayudó de alguna manera durante su encierro en los campos. El hombre responde que no, que no cree en Dios. La cuestión no es baladí porque el tema del laicismo subyace a lo largo del film como otro de los puntales de la educación pública francesa. La película arranca con una discusión entre dos alumnas y unos profesores en torno a la prohibición de llevar el pañuelo de la cabeza. En otro momento, el director de la escuela apunta que está en contra de censurar las faldas largas como proponen algunos padres que las consideran un signo de imposición religiosa. Los estudiantes no solo deben quitarse los pañuelos o esconder las cruces que les cuelgan del cuello, también están obligados a prescindir de otros complementos que nada tienen que ver con la religión como las gorras.

Parte de las enseñanzas de 'La clase' de Laurent Cantet para acabar tomando un camino más convencional

La película parece defender la ley en contra del velo en las escuelas a partir de una subtrama en que una muchacha va cambiando progresivamente su forma de vestir, tapándose cada vez más, debido a las presiones a que le someten los jóvenes del barrio. A su manera, el filme establece conexiones entre la intolerancia de mediados del siglo XX que estudian los chicos y las formas contemporáneas de integrismo y racismo.

La profesora de historia parte de las enseñanzas de La clase de Laurent Cantet para acabar tomando un camino más convencional. Aunque también se nutre de los enfrentamientos dialécticos entre profesora y alumnos, aquí la figura de la maestra está mucho más idealizada, a tono con los tópicos de otras películas de instituto protagonizadas por profesores que de manera individual consiguen inspirar a sus alumnos contra viento y marea. Además, el final feliz está vinculado a la idea tan poca pedagógica de aprender para triunfar en una competición. Como lección cinematográfica en torno a la enseñanza en la educación secundaria, La maestra de historia no pasa del aprobado alto.

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Fuente:  El confidencial