Spanish fascist, o cómo tener que recurrir al Washington Post para informarse Imprimir
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Paco Bello   
Viernes, 13 de Septiembre de 2013 04:27

Buscando paralelismos imposibles, el Washington Post sería una mezcla de los diarios El Mundo, ABC, y Expansión, pero con diez veces mayor difusión que entre los tres juntos, y más o menos el mismo rigor y tendencia (cero y quimera liberal-conservadora, respectivamente). Pese a todo, e incluso tratándose de La Biblia de los que nos han llevado a la actual situación, cómo de nefastos serán los medios españoles, para que el WP parezca riguroso.Fascistas españoles…

 

The protest in Catalonia was peaceful, but a small group of Spanish fascists in Madrid stormed their way into the office of the Catalan government’s delegation building in the capital. (Las protestas en Cataluña fueron pacíficas, pero un pequeño grupo de fascistas españoles en Madrid irrumpió en la sede de la delegación del gobierno catalán en la capital).

 

Para los medios “patrios”, incluyendo a El País, e incluso a El Diario de I. Escolar, no se trata de fascistas, sino de grupos radicales, ultras, o ultraderechistas. Suena bien, porque radical es el que va a la raíz, y ultras o ultraderechista suena como a futbolero o “democrático”, como a la Fuerza Nueva de Blas Piñar con representación parlamentaria, o al actual PP que engloba a todo tipo de especímenes. Suena a condescendencia… sí, son brutos, pero adaptados. Y sirve para igualar a Izquierda Anticapitalista, por ejemplo, que es para muchos medios una formación “ultraizquierdista” (y pacifista y ecologista, pero esto no se dice), e incluso para meter en ese saco Ultra a IU (pues así lo califican desde los medios de la caverna), a colectivos homófobos, machistas, xenófobos, fanáticos y doctrinarios.

Y no hijos, no… ultra puede significar muchas cosas, pero fascista no, y por eso debe ser el término utilizado para definir a los que son solo eso: “fascistas”, violentos, intransigentes, déspotas, y por norma, simples descerebrados muy peligrosos.

Aunque en algunos de estos panfletos que se venden como prensa resulte normal ese lenguaje conciliador y moderado en estos casos, en otros tanta diplomacia terminológica innecesaria e inapropiada resulta sorprendente.

Y es que ocurre que cuando uno quiere ir de profesional sin saber, o de riguroso sin entender qué es eso, puede dar lugar a convertirse en algo ridículo, o lo que es peor, sospechoso. Señores de los informativos que quieran merecer el título:

Esto es una mierda (y según el contexto, si hablamos de ella, no hace falta llamarla deposición, excremento o similar, porque mierda también está en el diccionario):

 

mierda

 

Esto son "Ultras":

Y esto otro son fascistas (no son ultras, y sí pueden ser unos mierdas, pero eso ya va implícito en el término):

curasfascistas

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Un grupo de Ultraderecha asalta la sede de la Generalitat de Catalunya

Ver el vídeo

 

No pretendo que se entienda lo dicho como una defensa ni de los partidos mentados ni del cambio de servidumbre que proponen CiU y ERC. A mí como ideal no me convencen las fronteras, aunque como solución circunstancial sí, pero siempre que efectivamente se trate de buscar "independencia", y no de eliminar intermediarios, como es el caso. Pero al margen de esto, lo que no se puede consentir es que en este país (o lo que sea) se siga intentando amalgamar el agua y el aceite. Por mucho que se intente, nunca valdrá la torticera equiparación de un golpista y un demócrata, ni la de los que buscan la libertad y los derechos, con los que quisieran acabar hasta con el último vestigio de ella y ellos.

 

¿Ultras? Y una mierda: ¡FAS-CIS-TAS!

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Fuente: Iniciativa Debate