El diputado socialista José Martínez Olmos ha tenido a bien el comparar la pretendida acampada del movimiento 15-M (para el 25 de septiembre) en torno al Congreso de los Diputados con el golpe de Estado del 23-F, llevado a cabo por el teniente coronel Tejero, secuestrando al Gobierno y al Parlamento a punta de fusil y bajo las órdenes de Armada y Miláns, entre otros que aún están por conocerse.

Pues bien, lo primero que se puede decir del diputado Martínez Olmos por semejante hallazgo es que es un idiota que prueba que, como dijo hace poco Antonio Gala en el diario El País, España está gobernada (y representada, cabría añadir) por una “banda de gilipollas”.

Conviene recordar que hace ya semanas –casi meses- que el Congreso de los Diputados está rodeado por fuerzas y camionetas de la policía, como si estuvieran allí acampados y con el objetivo de proteger a los diputados y funcionarios del Congreso y permitir el ejercicio de sus funciones, llamadas democráticas. De manera que la pretendida acampada, que seguramente será disuelta por las bravas a nada que la Cifuentes saque “sus tropas” a la calle, no va a crear problemas excesivos y puede que no logre su objetivo, una vez que, como ya hemos dicho, el Congreso está rodeado por la policía.

Sin embargo, en los partidos políticos crece la inquietud por esta serie de manifestaciones y protestas contra la clase política, que parten de movimientos ciudadanos y que tienen sus puntos de apoyo en el desastre nacional que nos invade del paro y la crisis económica, mientras los políticos y poderosos (no nos vamos a cansar de decirlo) ni recortan el gasto político ni ofrecen toda la ejemplaridad que merece el complicado momento español.

En todo caso, lo que si sabemos es que el otoño se presenta tenso y preñado de citas de protesta de todo orden y de los más diversos colectivos. Y eso es lo que suponemos que estará meditando en el palacete de Doñana el presidente Rajoy, quien imaginamos que hoy aprobará las ayudas de los 400 euros a parados sin subsidio, pero con algunos condicionantes que darán mucho que hablar. Y decía otro listo, de cuyo nombre no me acuerdo, que por esos 400 euros los que los reciban deberían trabajar en limpiar los montes contra los incendios. Y preguntamos ¿a qué trabajos forzados se les ha condenado por parte de este gobierno a los delincuentes corruptos y condenados en los tribunales de CiU y del PP que ha indultado este gobierno, o a los banqueros que indultó el gobierno de ZP?

Ya sabemos que en esta película de la crisis siempre ganan los malos. Pero deberían de tener un poco de prudencia y de pudor y no exhibir sus triunfos con tanto descaro y desvergüenza. En cuanto a lo del golpe de Estado del 15, bien vendría que el PSOE le pusiera a su diputado Martínez Olmos una sanción: que reparta agua y bocadillos a los acampados que el 25 de septiembre logren instalarse en alguna destacada posición.

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Fuente: La República de las Ideas