El Sahara
Occidental y la Jurisdicción Universal
Nueva intentona
dilatoria del Referéndum
Beatriz Martínez Ramírez
UCR
30 de Julio de 2009
La intoxicación mediática para
impedir a toda costa que el nuevo representante de las NN.UU.,
Christopher Ross, pueda actuar con imparcialidad frente a los
sempiternos inconvenientes puestos por Marruecos para la celebración del
Referéndum en el Sahara occidental, ha superado con creces a los efectos
veraniegos del virus de la gripe A.
En una suerte de transmutación
genética, la maquinaria del CORCAS, puñal étnico afilado por la
monarquía alauita para destruir la representatividad del pueblo
saharaui, del Frente POLISARIO, encuentra en un “media”, hecho de pasta
monárquica de fabricación española, un nuevo aliado: “El Imparcial”.
Resulta que en nuestra España,
auspiciado por el Partido Popular, sumado el partido en el Gobierno y a
traición para con la ciudadanía española, se ha limitado el Derecho de
Jurisdicción Universal dimanado de los Acuerdos de Ginebra. Es decir,
que todo país tenga la potestad de juzgar los crímenes de lesa humanidad
más allá de sus fronteras. Sólo será posible juzgar en España a los
concausantes de tales desmanes si las víctimas o sus descendientes son
españolas, que el caso concreto se vincule con España y que los
supuestos responsables residan o hayan residido en nuestro país.
Según una noticia aparecida en
el diario “El Imparcial” todos estos supuestos los cumplen algunos
miembros del Frente POLISARIO que en territorio argelino, (¡en los
campos de refugiados saharauis!) parece ser torturaron a saharauis
presuntamente implicados en colaborar con Marruecos. Los denunciantes:
la ASADEDH, asociación en la que militan miembros del Consejo Real
Consultivo para los Asuntos del Sahara (CORCAS) al servicio directo del
Majzén Marroquí.
Lo que nadie aclara es que en
aquellos momentos de la guerra de liberación del pueblo saharaui, El
Frente POLISARIO se enfrentaba año tras año a la construcción de un muro
plagado de minas antipersona en la parte liberada por el Frente, muro
que dividía aun más a los saharauis del territorio ocupado militar e
ilegalmente por Marruecos, de aquellas y aquellos que huían a Argelia,
bombardeados con napalm y fósforo blanco por el ejército marroquí. Todo
ello financiado por EE.UU. y Francia. Como se sabe, las minas
antipersona, el napalm y el fósforo blanco son de uso prohibido por los
tratados internacionales. Hasta hoy las consecuencias de destrucción
sobre el pueblo saharaui no han sido reconocidas, ni los criminales
juzgados.
Hay que saber también que
durante la guerra saharaui-marroquí la población que podía abandonaba
las ciudades ocupadas y arribaban a los campos. Entre ellos infiltrados
al servicio de Marruecos cuyo fin era desestabilizar la construcción de
la RASD. Y el POLISARIO actuó. Todo lo demás son ganas de discutir la
estulticia de si son galgos o podencos.
No es por casualidad que los
integrantes del CORCAS, de asociaciones afines e intelectuales orgánicos
hispanos y marroquíes se hallen directamente vinculados a aquella trama
de infiltrados, a los integrantes del PUNS (Partido político creado por
España antes de 1975) y presumiblemente activos integrantes de los
servicios secretos del monarca Mohamed VI. El fin perseguido es buscar
el enfrentamiento interno en el seno de la sociedad saharaui para que se
acepte una autonomía para el Sahara occidental dentro de la monarquía
marroquí, desmovilizar y desalentar la lucha por la independencia.
Sin embargo el dato más
importante se oculta para tergiversar la verdad, acusando de crímenes
que no cometieron a quienes no pueden vencer en el terreno político,
vendiendo argumentos de “Jurisdicción Universal” para salvaguardar las
responsabilidades directas del máximo responsable de los tratos
degradantes que, efectivamente, se cometieron en los campos de
refugiados. Más claro para que todo el mundo lo entienda: acusar al
“otro” de las tropelías que yo mismo cometí.
Hablamos de Omar Hadrami,
responsable de la seguridad en los campos que llegó incluso a torturar a
miembros del propio POLISARIO, mientras era probablemente ya entonces
espía de Marruecos. Los abusos cometidos durante este periodo fueron
reconocidos en su momento por el Frente POLISARIO ante Amnistía
Internacional.
La memoria histórica es
imprescindible para comprender el pasado que explique nuestro presente y
orientar el futuro. Sin una reflexión crítica en ese sentido podemos por
ignorancia repetir ciertos errores. Ello requiere crear las condiciones
para poder hacerlo y de voluntad política para enfrentar aciertos y
faltas. Pocos pueblos lo hacen. El saharaui no ha abandonado esta
práctica. Con luces y con sombras, pese al tremendo cerco hostil en el
que se encuentra, la difícil conjugación entre los elementos que la
modernidad introdujo en la sociedad saharaui a través de la colonización
y las relaciones tradicionales, tribales, ha dado nuevos verbos con los
que hacer sociedad. Esa es la sociedad saharaui que hoy conocemos y que
lucha por tener el lugar que en justicia le corresponde en el mundo, en
libertad y con independencia.
Pero los de “El Imparcial”,
quizá cabreados porque al dictador Francisco Franco se le ha quitado el
título de hijo predilecto de la ciudad de Madrid y el lobby pro-marroquí
avariento de cuerpos donde inocular su virus, se alían para convertir en
ilegales ¡por progresistas! los acuerdos tripartitos de Madrid, año
1975, donde España entrega con premeditación, alevosía y apoyo
logístico-militar a la marcha verde El Sahara occidental a Mauritania y
Marruecos.
El juez Baltasar Garzón ha
dado trámite a esta querella contra algunos miembros del Frente
POLISARIO. Y es El Frente quien debe responder. Pero tras esta casposa
maraña subyacen ciertos intereses políticos de la monarquía marroquí y
de la española. ¿Cuáles? Pues muy sencillo, los de ejercer
despóticamente su auto-otorgada soberanía sobre los súbditos.
Del lado marroquí seguir
disfrutando de los bienes expoliados ilegalmente a los saharauis, del
lado español seguir manteniendo vivas las subordinaciones colonialistas
del pasado, glorificando conjuntamente a genocidas, como el homenaje
hecho en mayo de 2006 al carnicero El Mizian en Beni Enzar o impidiendo
que se celebre el Referéndum en el Sahara occidental.
Porque restringidas las
competencias en España para juzgar las violaciones de los Derechos
Humanos, por ejemplo en Marruecos, quedan sobradamente claras las
intenciones de quienes pretenden hacer de las víctimas, verdugos. Como
viene ocurriendo en nuestro país con esas fosas donde aun yacen las
víctimas del genocidio perpetrado durante el franquismo.
Mientras, la justicia española
parece que ahora mira para otro lado, al pasado colonial reciente.
Porque la Jurisdicción Universal nunca, nunca, se ha usado para
coadyuvar la descolonización definitiva del Sahara occidental. Vayan a
los campos de refugiados y pregunten. Visiten escuelas, hospitales,
casas de la mujer, centros de juventud y la misma cárcel. También paseen
por las calles de El Aaiún o Dajla e indaguen lo que pasa en la cárcel
negra de El Aaiún, en las cárceles Marroquíes. Comparen y luego opinen.
Pero no, no, ahora, hasta la justicia española da pie a que se hurgue en
la herida más honda todavía sin sanar que tiene el pueblo saharaui: el
hurto de su soberanía.
Acotada la Jurisdicción
Universal en nuestro país, no sabemos ahora qué papel jugará el Juez
Baltasar Garzón, por ejemplo, en el caso guatemalteco. Si el 80% de las
víctimas de genocidio que pudieron ser identificadas en este país
centroamericano eran mayas, ¿qué pueden hacer ahora las asociaciones
guatemaltecas por la reparación, la justicia y la verdad sobre los
crímenes de lesa humanidad que siguen impunes? ¿Separarán a aquellas y
aquellos mayas con descendencia española de quienes no? Si tal hicieran,
de un lado estarían los ladinos, los poderosos, los dueños de Guatemala,
los criminales, los genocidas, los cuales podrán ahora tener
jurisdicción en España para juzgar inventados crímenes cometidos por los
mayas contra ellos. Del otro las mujeres y hombres indígenas, las
víctimas, que por serlo, las convierten en verdugos.
Si se aplica la actual
Jurisdicción Universal para el singular caso de presumibles violaciones
de los derechos humanos en los campos de refugiados saharauis,
estaríamos frente a una injerencia del poder judicial en el terreno
político internacional, proporcionando argumentos al país ocupante del
Sahara occidental para que lo siga siendo y, como era de esperar, esta
contaminación mediática pretende hacer recaer en el pueblo saharaui
todas las responsabilidades sobre la situación en la que se encuentra.
¿Se pretenderá retrotraer la historia para volver a hacer españoles a
los saharauis? ¿Volverá el Sahara occidental a ser provincia española?
Mejor pensar que los intoxicadores han enfermado exhalando los vapores
de su propio veneno. Porque lo que incomoda ¡y mucho! es que existamos
demasiadas españolas y españoles teniendo una visión clara y precisa de
cómo posicionarse frente al proceso de descolonización inacabada del
Sahara occidental. Y disfrutaremos, eso sí muy alertas, frente a quienes
nuevamente quieren amargarnos otro verano más unas hermosas y felices
Vacaciones en Paz.
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Beatriz Martínez Ramírez
es del Club de amigos de la UNESCO de Madrid
Artículos relacionados:
http://www.elimparcial.es/contenido/42836.html
http://www.apdhe.org/justicia_universal.htm
http://www.tlaxcala.es/pp.asp?lg=es&reference=7697
http://www.abc.es/20090312/nacional-nacional/garzon-guatemala-cuentas-estan-200903121728.html
http://www.telecinco.es/informativos/sociedad/noticia/857454/857454
http://www.amnesty.org/es/library/info/IOR53/001/1999
http://arso.org/opinions/BabaSayed40.htm
http://ar.news.yahoo.com/s/14052009/24/n-world-unica-carcel-campos-refugiados-alberga.html
http://www.saharalibre.es/modules.php?name=News&file=article&sid=1183
http://www.arso.org/opinions/APV2006.htm