Correo

Alameda, 5. 2º Izda. Madrid   28014 Teléfono:  91 420 13 88 Fax: 91 420 20 04     

 

No consiento que se hable mal de Franco en mi

 presencia. Juan  Carlos «El Rey»   


 

Para salir de la crisis, ¡rechazad que se baje vuestro salario!

Dominique Sicot

l’Humanite 3 de Junio de 2009

 

¿Aceptar reducir el salario para preservar su empresa ? El gesto es presentado como solidario. Pero, de hecho, es el mejor medio de incrementar la recesión.

Es la crisis. Para salir de ella es preciso, se nos dice, apretarse el cinturón y ayudarse mutuamente. Por ejemplo, aceptar la bajada del salario para salvar la empresa. ¿Qué otra cosa hacer para preservar los empleos cuando la actividad se ralentiza y la cifra de negocios baja ? ¡Es cuestión de sentido común ! A mediados de abril, para evitar un plan social, los asalariados de Poclain Hydraulics, una mediana empresa de Oise, aceptaron, con esta lógica, reducir su tiempo de trabajo un 20 % y bajar su salario un 5% para las remuneraciones más bajas y un 15% para las más altas. Se hace lo mismo en las multinacionales. El sindicato estadounidense UAW aceptó recortes salariales para intentar salvar la General Motors y Chrysler. Toyota ha recortado un 5% los salarios de sus cuadros en los EE.UU. y un 10 % los del conjunto de asalariados del Reino Unido. En Europa como en los EE.UU., Hewlett-Packard ha reducido un 10% las remuneraciones de los cuadros superiores y el 2,5% las de los empleados.

Siempre en nombre de la crisis, tres gobiernos europeos han decidido dar un sablazo a las pagas de los funcionarios : Irlanda (-7%), Hungría (-8%), Letonia (-15%). ¡Buenos discípulos que merecen las felicitaciones de Jean Claude Trichet ! El presidente del Banco Central Europeo (BCE) había llamado, claramente, a los gobiernos “a llevar a cabo políticas valientes de moderación de gastos, especialmente en el tema de los salarios” (el 26 de febrero). Ya que no hay que relajarse en la “prudencia presupuestaria”. Puesto que los aumentos salariales en el sector público en el pasado han, “enviado señales equivocadas a las negociaciones salariales en otros sectores”. El credo del BCE es sencillo : para permanecer competitivo, “es necesario un nivel elevado de flexibilidad a la baja de los salarios y de los precios” para facilitar “el ajuste de los mercados nacionales del empleo a los avatares económicos “. El ajuste con el “siempre menos” para los gastos públicos y los salarios.

Sin embargo, en una crónica publicada en el “New York Times” (el 3 de mayo), Paul Krugman, Premio Nobel de Economía 2008, nos devuelve a la realidad : “la bajada de los salarios es el síntoma de una economía enferma. Y el síntoma puede agravar el estado de salud de la economía.” Al aceptar reducir sus salarios, los empleados de una empresa en dificultad pueden tener la ilusión de salvar sus empleos, aunque la historia muestre que esto, a menudo, es temporal. Sin embargo, si todo el mundo lo hace, se consigue exactamente ¡una explosión del paro ! ¡Es una de las paradojas del capitalismo ! ¿Por qué ? En teoría, si los empleados de una empresa sacrifican sus salarios, su patrón podrá bajar los precios, volver sus productos más competitivos, aumentar las ventas y por tanto el empleo. Pero, si todo el mundo hace lo mismo, no hay ventaja competitiva, y la “pequeña cadena virtuosa” se malogra. La bajada de ingresos hace bajar el consumo y los créditos son más difíciles de reembolsar.

A esto se añade el efecto perverso de las anticipaciones : los consumidores se plantean que los precios van a bajar más todavía, las empresas que los salarios bajarán más todavía y entonces todo el mundo espera para consumir y contratar. Es así como se instala la deflación y la recesión. En Japón, los salarios del sector privado han bajado de media más de un 1% por año desde 1997 a 2003 y el país está instalado en un estancamiento económico del que todavía no ha salido. En Francia, ya en 1935, el gobierno Laval consiguió lo mismo al reducir un 10 % los sueldos de los funcionarios y al imponer bajadas de precios para volver Francia más competitiva. Solo hubo un punto positivo : esta ceguera ideológica contribuyó, sin duda, a la llegada del Frente Popular.

  Página de inicio

Free counter and web stats