Aminatu Haidar, una nueva
canallada contra el Pueblo saharaui
Luis
Portillo Pasqual
Tlaxcala
20 de Noviembre de 2009
Además de mentirosos ( Felipe),
son unos canallas (AENA).
Siguiendo la táctica de que la mejor defensa es el ataque, se atreven, osan
(¡valientes donde los haya!) ni más ni menos que a poner una denuncia contra
Aminatu Haidar “por alterar el orden público”, a ver si la llenan bien de
mierda, a ella, al Pueblo saharaui, al movimiento de solidaridad; a ver si
intoxican (al estilo majzeniano marroquí) a la opinión pública nacional e
internacional, a la cual siempre mantienen exquisita y meticulosamente
informada, obviamente.
La orden de tan canallesca
acción viene de “muy arriba”, ¿no es cierto, Sr. Delegado de AENA en
Lanzarote? Entra dentro de la estrategia diseñada, a escala planetaria, por
el lobby promarroquí, los maestros de la intoxicación, los “nuevos joyeros”
de la Corona, los “encapsuladores del Sáhara”, los sumisos a los dictados
del Majzén y su tirano, algún que otro ministro de Interior, algunos
miembros del Partido de “hasta la victoria final”…
Pero a pesar de todo el daño
que puedan ocasionarnos, a pesar de todo el dolor que nos infligen,
no nos engañan.
Porque son ellos, ¡sí, ellos!, quienes han, no ya “alterado”, sino
violentado el orden público y violado la legalidad internacional: a sangre y
fuego, con napalm, fósforo blanco, bombas de fragmentación, minas, muros,
desapariciones, encarcelamientos, torturas, violaciones, allanamientos,
deportaciones, exilios, diásporas…
Son ellos los que pergeñaron e
instrumentaron los infames
Acuerdos Tripartitos de Madrid
y los que ahora se acobardan y esconden para no anatemizar, condenar y
liquidar esa repugnante y criminal herencia “franquista”.
Son ellos quienes precisaron
–entre otros- de Henry Kissinger, de los servicios secretos de Israel, de
militares franceses, de otros “asesores” y vendearmas, y de 350.000 súbditos
(que no ciudadanos) marroquíes enardecidos y engañados para invadir el
Sáhara Occidental. ¿Acaso no fue eso “alteración del orden público”? ¿Y
quien puso una denuncia por ello? ¿AENA, el ministro de Interior, el
infatigable ministro de Exteriores, acaso el nuevo joyero encapsulador?
¿Quién denunció la “alteración del orden público”, la invasión y ocupación
de la patria saharaui por el ejército colonial del tirano marroquí,
pertrechado con material militar francés y estadounidense (hoy, también
español)?
¿Dónde estaban entonces los
“agentes del orden”? ¿En la tumba con Franco? ¿Y dónde están ahora? ¿Acaso
vendiendo joyas? ¿Tal vez disfrutando de su otra vivienda “encapsulada” en
Marrakech, en Casablanca, disfrutando allí los fines de semana, a la
orillita del mar…?
¿De dónde ha surgido tanto
“valor” para acosar tan cínicamente a una
mujer tan noble y débil
como Aminatu Haidar y, mediante ello, atropellar
también al Pueblo saharaui y al movimiento internacional de solidaridad con
su causa? ¿Dónde está el Partido de “hasta la victoria final”?
Como escribiera, en otro
contexto, un eurodiputado socialista: “Por sus hechos los conoceréis”. Hoy,
en el presente contexto, habría que transformar ese mensaje cristiano –ese
es su verdadero origen- en la advertencia de
“Por el Sáhara
los conoceréis”, y actuar en consecuencia.
Porque hace ya tiempo que sobran clichés y calificativos cuando no se está
con la Justicia y la legalidad internacional. Por eso, un día les grité
“¡Hipócritas!”. Y si no,
que se lo pregunten a
Aminatu Haidar.
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