Mundial de béisbol:
La pancarta estaba allí
J.M. Álvarez
UCR
15 de Septiembre de
2009
Hace unos
días sintonicé Cubavisión Internacional en el momento que estaba
televisando un partido de pelota (béisbol para que nos entendamos),
entre Cuba y Puerto Rico. Al principio creí que el enfrentamiento
deportivo se desarrollaba en Puerto Rico, pero finalmente comprobé que
era el estadio municipal “Carlos Pérez de Rozas” de Montjuic
(Barcelona), donde ambos combinados disputaban un partido de la copa
mundial de béisbol, que se celebra en Europa. Pude ver banderas cubanas
y gente que mostraba a las cámaras, cartelitos con saludos dirigidos a
sus familias en Cuba.
Al hilo de
la cuestión, sé de un apátrida cubano (de profesión, vivir del cuento,
difamar y mentir), afín a la extrema derecha hispana, que entró al
recinto deportivo como gallito pero salió sin plumas y cacareando. Su
primera intención era organizar una provocación pública, aprovechando
que el evento deportivo se televisaba para Cuba, pero debió pensárselo
mejor porque, pese a estar en territorio conocido (vive en la zona),
decidió dejar en su casa una pancarta cuyo lema era “Cuba Cambio Ya”.
Quizás llegara a lamentarse- ufano él- que tomando esa decisión, ya no
habría ninguna pancarta contestataria en el estadio. Se equivocó.
¿Cómo fue? No sé
explicar cómo pasó, pero de repente una cámara, de las que televisaban
el match, se giró al lugar donde los cubanos estaban bailando, y allí
surgió (supongo que ante la atónita mirada del gusano camuflado), un
cartel en el que lucía la figura del Ché- el comandante que perdió la
vida reivindicando un mundo mejor-, junto al famoso eslogan “Hasta la
victoria siempre”.
Dicen
las malas lenguas que para el pobre diablo protagonista de nuestra
historia, aquella visión no pudo ser una luz que iluminara todo su ser
(como cantaba el gran Benny Moré), pues, contrariamente a lo que pudo
pensar, la auténtica pancarta reivindicativa, sí estaba allí.
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