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No consiento que se hable mal de Franco en mi

 presencia. Juan  Carlos «El Rey»   


 

Lucha de clases en Honduras

Pedro Serrano

UCR 20 de Agosto de 2009

 

El Imperio contra Latinoamérica

            Estados Unidos, bajo el criterio político nacional del “destino manifiesto”, ha mantenido el objetivo de dominación mundial durante toda su interesante historia, realizándolo por oleadas: 1ª sometimiento de los indios, 2ª colonización de Latinoamérica, 3ª hegemonía sobre Europa, y 4ª lograr el Imperio mundial.

     -Neocolonialismo en la Guerra Fría

No cabe duda que, durante los años 70 y 80 del siglo XX y en plena Guerra Fría,  el establecimiento de dictaduras en los países de Sudamérica, Centroamérica y El Caribe ha sido promovido, financiado y dirigido por Estados Unidos, favoreciendo con ello, sus propios intereses y los de las oligarquías, fuerzas armadas y multinacionales, pero siempre en contra de las clases populares y sus organizaciones. Fue históricamente la época más trágica para los pueblos  del Continente. ¿Quién no recuerda el “Plan Cóndor”, la estrategia de la “Seguridad Nacional”, la “vía anticomunista”? ¿Asimismo, la “tierra arrasada” y  la “Escuela de las Américas”?. Entre otros, hubo el golpe de Estado al presidente progresista Joao Goulart en Brasil (1964), golpe al presidente y militar aperturista Juan José Torres en Bolivia (1971), asesinato del socialista Allende en Chile (1973), derrocamiento de la moderada Isabel de Perón en Argentina (1976). Varias dictaduras más se implantaron en Guatemala, Paraguay, Honduras y otros países. No podemos olvidar la invasión norteamericana a Granada y a Haití, etc.

El uso estratégico del territorio hondureño por el Imperio “clama al cielo”. Primero, de allí salió el ejército guatemalteco para acabar con la democracia en el país de la “eterna primavera” que ocasionó una guerra civil con 200.000 muertos. Posteriormente, se usó para campamentos militares de la “Contra” con la intención de derrocar al Frente Sandinista en Nicaragua; en este conflicto fenecieron alrededor de 60.000 víctimas inocentes. En la guerra contrainsurgente en el Salvador murieron unas 80.000 personas. En la represión en Honduras se calcula que cayeron de 15 a 20.000 ciudadanos.

            Sin embargo, la lucha armada, emprendida por sectores populares contra sus propias dictaduras, no llegó a dar el resultado de emancipación al que aspiraban.

            Precisamente, en este contexto represivo y opresivo para los pueblos latinoamericanos, donde surgió la Teología de la Liberación, que tanto han combatido el Vaticano, diversas conferencias episcopales y obispos. Evidentemente las oligarquías de Estados Unidos y de las naciones latinas siempre han tratado de extirparla.

            Pero, una vez desmantelado el muro de Berlín, las guerrillas van abandonando las armas y se transforman en organizaciones políticas mediante Acuerdos de Paz aunque, por desgracia, quedaron intactos los aparatos represivos en los países donde se instauraron las democracias formales, siempre sometidas a los intereses de Estados Unidos.

Ahora bien, por la vía democrática, ciertos países latinoamericanos van comenzando a establecer una moderada autonomía respecto a la neocolonización a la que les tiene sometido Estados Unidos. Diversas fuerzas políticas aperturistas van asumiendo el poder, entre ellos, se pueden citar a Chile, Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay. Incluso otros más firmes como son Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y El Salvador, a los que se les ha unido Cuba. A su vez, van en ascenso partidos de la izquierda y organizaciones populares en México, Perú, Guatemala y alguno más.

            Lógicamente los estrategas del Imperio ven que bastantes pueblos de América Latina se les están zafando de su dominio pleno. Tal vez piensen que hay que frenarlos. Aquí se pueden enmarcar los intentos de golpe de Estado en Venezuela y Bolivia; así como las maniobras para echar abajo al presidente de Ecuador. En todos han intervenido los estrategas de Estados Unidos aliados con las respectivas burguesías. Pero, permanecen fieles al Imperio, el gobierno de Colombia con Uribe y el gobierno de Perú con Alan García. Uribe intenta, incluso, ceder territorio para siete bases norteamericanas. A ello se oponen, escandalizados, la mayoría de países de Sudamérica, pues supondrán más peligro y una escalada militar en América Latina.

     -ALBA frente al ALCA

            Por otro lado, los países aperturistas de Latinoamérica han sido capaces de frenar el intento de Estados Unidos en cuanto a implementar para todo el Continente el ya inservible ALCA; que no es ni más ni menos que un Tratado de Libre Comercio desde Canadá hasta Chile, para que las multinacionales estadounidenses saquearan las riquezas y materias primas, sometiendo a chantaje económico a las naciones. No les ha dado resultado por la oposición de los países socialistas.

            Sin embargo, sí parece que está dando frutos el ALBA (con 10 países adscritos ya), que viene a ser un tratado en plan de igualdad entre los Estados latinoamericanos que libremente deseen integrarse. Además, se han constituido otras estructuras como son: Petrocaribe, Banco del Sur, Grupo de Río, Unasur (donde se piensa integrar al Mercosur y a la Comunidad Andina). Todas ellas están potenciando a los países de América Latina política y económicamente, con lo cual les van dando capacidad para dialogar y competir en plan de igualdad con el Imperio.

                        HONDURAS

Democracia de baja calidad

     -Realidad decepcionante

            A Honduras se la considera una de las “repúblicas bananeras”, con unos 7,1 millones de habitantes y el 70% en la pobreza. Su población se compone de: 90% mestiza, 6% amerindia, 2% negros y 1% blancos (europeos, árabes y norteamericanos). Es uno de los Estados Latinoamericanos más dependiente de Estados Unidos; explotado por la oligarquía y las multinacionales; tutelada su democracia por las Fuerzas Armadas; donde la corrupción, el narcotráfico y la delincuencia mantienen relaciones económicas y extraoficiales con la clase empresarial, militar, judicial, parlamentaria, gubernamental y con los partidos políticos. Es el segundo país más subdesarrollado del Continente y uno de los más violentos.

            En Honduras hay un bipartidismo. Desde las elecciones del 2005 las fuerzas políticas resultantes fueron: el Partido Liberal (PL) -al que pertenecen Mel Zelaya y Roberto Micheletti, ambos conservadores y neoliberales-, con 63 congresistas y el Partido Nacionalista (PN) con 54 congresistas. Además, hay otros partidos políticos minoritarios: DC, PINU y UD que, entre las tres, suman 11 congresistas. En total el Congreso Nacional lo componen 128 miembros. De los 63 congresistas del Partido Liberal, 13 están a favor de la vuelta de Mel Zelaya.

            En las elecciones de noviembre 2009, se presentan para candidatos: Pepe Lobo por el Partido Nacionalista (partidario de implantar la pena de muerte), Elvin Santos por el Partido Liberal (participante en el golpe de Estado contra Mel). Además los otros tres partidos minoritarios presentan a los suyos. Pero en estas elecciones hay una novedad, Carlos H. Reyes, se presenta como independiente y procede del sindicalismo (aunque no está totalmente de acuerdo con Mel, es uno de los que más está luchando por el respeto a la Constitución y la vuelta del legítimo presidente).

            Las cúpulas de la Iglesia Católica y de las denominaciones evangélicas mantienen, en líneas generales, un conservadurismo humanista, con un buen prestigio ante la ciudadanía.

     -Apertura o Cerrazón

            Las primarias para candidato presidencial por el Partido Liberal, frente a Micheletti, las ganó Mel Zelaya en reñida competencia; elegido, luego, presidente en las elecciones del 2005.

            Apertura. Zelaya, aunque de familia acomodada, terrateniente y liberal, constata que Estados Unidos le vende el petróleo caro y que no cede ninguna base militar que tiene en el país; además, las multinacionales saquean las materias primas y la oligarquía sólo se preocupa por sus ganancias. Por ello, quiso acercarse a los países del ALBA al considerar que obtendría más ventajas económicas y petroleras que con Estados Unidos; también dialogó con las organizaciones populares hondureñas para recabar su apoyo frente a la oposición política conservadora. Aun en medio de la corrupción política y la violencia delincuencial (que no hay quien las pare en Honduras), subió el salario mínimo, elevó las retribuciones a militares y funcionarios, frenó las privatizaciones de empresas públicas (salud, electricidad, energía, puertos) y trató de aliviar la economía del país, con mejor o peor acierto. Incluso, restableció las relaciones diplomáticas con Cuba y trato de compartir para uso comercial la base aérea militar de Palmerota (con disgusto de EE UU.). El objetivo del gobierno Zelaya, era hacer los cambios dentro del sistema neoliberal, en buenas relaciones con Norteamérica y en el marco de la globalización. Pero a los ricos les parecieron intolerables esas pretensiones.

            Se sabe, según declaraciones de Gerardo Yong el 19 de julio, que por prospecciones de una Compañía Noruega convocada por el Presidente Zelaya, se ha encontrado petróleo en territorio hondureño; por ello Zelaya se incorporó a Petrocaribe.

            Ahora bien, para evitar el saqueo de las materias primas, minas, y el posible petróleo hondureño, era necesario reformar la Constitución frente a la avaricia de las multinacionales extranjeras y del Imperio Norteamericano. Para ello, una vez obtenido el aval de 400.000 firmas, se le ocurrió la consulta el día 28 de junio  (simple encuesta o sondeo), para si el pueblo quería una cuarta urna en las elecciones en noviembre del 2009 que sirviera de referéndum en cuanto a nombrar una Asamblea Nacional Constituyente, para, si fuese necesario, reformar la Constitución. Nunca pretendió perpetuarse en el poder ni presentarse siquiera a un segundo mandato como dicen sus enemigos políticos a través de los medios de comunicación afines. Esas actuaciones y esa consulta, según Ignacio Ramonet, no son ilegales.

            Cerrazón. Las medidas perjudicaban los intereses de los sectores conservadores de Estados Unidos (Republicanos, Pentágono, CIA y Departamento de Estado), así como los de la Oligarquía hondureña, empresariado y multinacionales, a los que se unieron los sectores más reaccionarios de jueces y parlamentarios; asimismo, los partidos burgueses. Para escándalo del pueblo, los de su propio partido liberal estaban en contra de Mel. Todos ellos odian a Chávez y a su proyecto bolivariano, el Imperio por ambición dominadora, mientras que los grupos del poder hondureño: unos por intereses, otros por miedo a Estados Unidos y otros por ideología reaccionaria y servilismo al Imperio.

     -Conflicto

            La lucha de clases es clara. En el Continente: ALCA contra ALBA, Estados Unidos contra gobiernos progresistas. Y en Honduras: La ALIANZA BURGUESA, integrada por el poder norteamericano, las multinacionales, la Oligarquía y el empresariado -así como los sometidos tres poderes del Estado y los medios de comunicación afines-, (las cúpulas de las Iglesias católica y evangélica, mantienen relaciones con esos colectivos). Todos ellos contra  EL PUEBLO, integrado por los pobres, los trabajadores, los campesinos, los indígenas y negros, los pequeños comerciantes, los estudiantes, las amas de casa y sus organizaciones populares. Están enfrentadas, pues, las fuerzas golpistas contra el Frente de Resistencia  (en donde se coordinan, entre otras organizaciones: Bloque Popular, Vía Campesina, Frente de Abogados, Partido de Unificación democrática (PUD) y las centrales obreras CUTH, CGT Y CTH. A las que se añaden FUTH y CNTC. También organizaciones de estudiantes, feministas y movimientos de base y juveniles de la Iglesia Católica; instancias de derechos humanos y Unión de Escritores y Artistas).

Los acontecimientos

     -Golpe de Estado

            El 28 de junio, por orden del general Romeo Vásquez (que años atrás fue preso junto al teniente coronel Wilfredo Leva Cabrera, por apadrinar una mafia internacional roba coches llamada “Banda da los Trece”), ejecutó el golpe de Estado. Unos días antes del golpe, fue destituido dicho Comandante del Estado Mayor por Zelaya al negarse a colaborar en la consulta popular del 28 de junio y, luego, restituido en su cargo por la Corte Suprema de Justicia con el consentimiento mayoritario del Parlamento y del Tribunal Electoral.

Soldados hondureños sacan en pijama en horas intempestivas de la madrugada al legítimo presidente de la nación hondureña cuando descansaba en su hogar familiar, le montan en un avión militar y le sueltan en San José de Costa Rica. Para escándalo mundial, el golpe de Estado se ha vuelto a dar en Latinoamérica, cuando, en la lucha por el poder, ya se creía superado ese recurso armado en la actualidad democrática del Continente.

Los enemigos de Mel afirman que no es golpe de Estado, sino que el presidente Zelaya, con la consulta popular (legal), se había rebelado contra la Constitución y, por tanto, según las leyes vigentes, ya no era presidente, lo que obligó a nombrar a su enemigo político del mismo partido, Roberto Micheletti (enriquecido a partir del transporte y presidente del Congreso), nuevo jefe de la nación hasta las elecciones de noviembre 2009 (la toma de posesión del candidato elegido será en enero 2010). Pero la motivación fundamental es que la clase política y económica de Honduras rechazó visceralmente el acercamiento al ALBA y el suave distanciamiento en las relaciones con Estados Unidos. Están acostumbrados a la sumisión al Imperio y les molesta cualquier otra opción, aunque sea beneficiosa para el bien común del pueblo hondureño.

     -Condenas y movilizaciones

            La opinión internacional no se hizo esperar. Han condenado el golpe de Estado en Honduras la Organización de Estados Americanos (OEA), las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE), los presidentes de América Latina menos el de Colombia y el del Perú. Hasta el Sr. Obama, como presidente de Estados Unidos condenó el golpe y pidió que se restituyera en su puesto a Mel Zelaya.

            El movimiento popular, estudiantil y profesional, entre otros, junto con los sectores conscientes de la población hondureña en respuesta pacífica emprendieron las movilizaciones, toma de carreteras, marchas y concentraciones para exigir la restitución de Mel Zelaya presidente, considerando ilegal a Micheletti y su equipo de gobierno. Y a pesar del tiempo transcurrido, no dejan de manifestarse casi a diario en bastantes departamentos del país, especialmente en la capital de Tegucigalpa y en la ciudad industrial de San Pedro Sula. En cuanto al ejército, solamente se han declarado en contra, de forma clandestina y suave, algunos oficiales y suboficiales contrarios al uso de las Fuerzas Armadas para el golpe y la represión

Preparación del golpe

     -Las dos caras de Estados Unidos.

Ante todo hay que saber que, así como Colombia sirve al Imperio para el control de los países de Sudamérica, Honduras es la base estratégica de Estados Unidos para mantener sus intereses geopolíticos en los países Centroamericanos con los que ha firmado un TLC. Pero aunque ya ha pasado el periodo de la extrema derecha de Bush, permanece inalterable la era del imperialismo. Por eso, Obama (más humanista) con los sectores moderados de Norteamérica condenó el golpe suavemente. La Sra. Clinton, en este conflicto, está adoptando una postura ambigua. Pero las fuerzas conservadoras del Partido Republicano y del Partido Demócrata, con la poderosa influencia del ex-vicepresidente  Dick Cheney junto a Bush, la CIA, el Pentágono y el Departamento de Estado, vieron que había que dar una respuesta al movimiento político progresista latinoamericano. Si fracasaron los intentos de derrocar a Chávez de Venezuela, Evo Morales de Bolivia  y Correa de Ecuador, sería más fácil frenar las aspiraciones de progreso de Mel Zelaya contrarias a los intereses imperiales, aprovechando que hasta los congresistas de su propio Partido Liberal le daban la espalda.

            Hay que tener en cuenta que de la población laboral activa de Estados Unidos, está empleada el 10% en la poderosa industria de armamento. USA no puede pasar sin dejar de provocar guerras directa o indirectamente, ni de favorecer el importante comercio de armas; le va en ello su grandeza. Además, para mantener su capacidad militar e industrial necesita controlar las fuentes petroleras y gasísticas allá donde existan. De ahí la agresividad contra los países petroleros, que no se le someten, ya sean Irak e Irán, o Venezuela, Bolivia y posiblemente Honduras. Al parecer ya está confirmado que en Cuba hay petróleo también. Trata de llegar el primero frente a sus fuertes competidores directos, como son China, India, Rusia, UE, etc.

     -Oligarquía nacional.

Mel, aunque teniendo el apoyo del Movimiento Popular, se había quedado solo en su acercamiento al ALBA  y a Petrocaribe, así como en sus aspiraciones de soberanía nacional y control de las riquezas del país. Se le oponían las fuerzas que dominaban en las instituciones del Estado: los mandos superiores del Ejércitos, el Congreso Nacional, la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Electoral, las organizaciones de la empresa privada, las multinacionales y maquilas extranjeras, los medios de comunicación afines (prensa, radio y televisión) las cúpulas de las iglesias evangélicas y la mayoría de obispos católicos, principalmente el Cardenal Óscar Rodríguez. Sin embargo, están por la vuelta de Mel, Mons. Santos y algún otro prelado. Todavía perdura la ideología anticomunista junto con los intereses oligárquicos. Asimismo, una minoría de sacerdotes han condenado tácita o expresamente el golpe, entre ellos están, los jesuitas y los dominicos, así como varias comunidades eclesiales y de religiosas.

     -La financiación del golpe de Estado

Estuvo a cargo de las fuerzas conservadoras norteamericanas y los poderes económicos y oligárquicos hondureños junto con empresas privadas. Destacando empresarios como el expresidente de Honduras (1988-1992) Carlos Roberto Facussé, Jaime Rosenthal y Gilberto Goldstán que dirige el grupo “Continental” (emporio que monopoliza la banca, la agroindustria y los medios de comunicación). Además, contribuyeron dentro de la oligarquía que controla el 90% de la riqueza producida en el país, los señores José Rafael Ferrari, Juan Canahuati, el financiero Camilo Atala, el maderero José Lamas, los empresario energéticos Fredy Násser y Jacobo Catan, el industrial azucarero Guillermo Lippman y el constructor Rafael Flores. También Miguel Facussé, que monopoliza la palma del aceite, y que fue condecorado por el Senado colombiano en 2004 con la Orden del Mérito a la Democracia.          

Asimismo contribuyó al golpe, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), vinculado con el narcotráfico, según rumores.

     -Gestación del golpe

Organizaron el golpe de Estado: Por parte del Imperio, el embajador norteamericano en Honduras Hugo Llorens, de procedencia cubana, apoyado y planificado, entre otros, por John Dimitri Negroponte embajador de USA en tiempos de Reagan (1981-1985), Otto Reich y Roberto Carmona. Todos respaldados por un pequeño grupo de la CIA.

            A los encuentros decisivos, además de una representación norteamericana asistieron una representación hondureña del Congreso, jueces y magistrados, Fuerzas Armadas y Empresa Privada. Por supuesto, destacaron Roberto Canahuatti, presidente del Congreso y el general golpista Romeo Vásquez.

            Algunas opiniones afirman que el cardenal Mons. Óscar Rodríguez estuvo al corriente e incluso debió participar en algunas de las reuniones preparatorias. Pero no están confirmadas. Es una pena, pues el gran prestigio ganado como obispo progresista, que incluso se pensó en él para suceder a Juan Pablo II,  lo haya perdido por una mala decisión. Hace unos días quiso dar una conferencia en El Salvador sobre la última encíclica del papa Benedicto XVI, “Caritas in Veritate”, y los estudiantes salvadoreños se lo impidieron abucheándole.

Repercusiones

     -Represión

            Ante las masivas movilizaciones pacíficas, que durante más de mes y medio mantienen los sectores populares conducidos por el Movimiento de Resistencia contra el golpe, Micheletti y Romeo Vásquez han planificado -con ayuda no oficial Norteamérica- una contundente represión, mediante toques de queda, disparos y golpes contra la multitud, restricción de la justicia, limitación de libertades incluida la de prensa, secuestros y encarcelamiento, torturas y malos tratos, amenazas a familiares de líderes populares, aterrorizar a la población con el ejército en las calles y otras formas represivas más.. Algunos sacerdotes están amenazados.

            Que se sepa, ya hay contabilizados unos 2.200 detenidos (el 60% en manifestaciones), más de 200 heridos o lesionados y unos 7 muertos. Pero puede que haya más, dada la escasa capacidad organizativa del país para evaluar estos sucesos. Unos de los represaliados ha sido Carlos H, Reyes, que al ser golpeado por los soldados en una de las manifestaciones, se cayó por un barranco y se rompió un brazo y magullado una pierna. Ahora permanece escayolado en un hospital, firme en la lucha, animando las manifestaciones y defendido por sus partidarios.

            Billy Joya, fue elegido por Micheletti para dirigir la Seguridad del Estado y la represión. Este señor, con su bárbaro Batallón 316, fue el encargado de las desapariciones de muchos ciudadanos en los años 80, sospechosos de izquierdistas, entre ellos, 184 personas confirmadas.

     -Negociación

            Mel intentó dos veces ingresar al país desde Nicaragua: una por aire y otra por tierra. Ambas fueron impedidas por los soldados hondureños con sendos y aparatosos despliegues militares. Ya se conoce que no se permitirá entrar en Honduras a Miguel Insulza al frente de una misión de la OEA que preside,  para mediar en el conflicto; si acaso sólo como turista.

En el Departamento de Estado Norteamericano se estableció un plan de negociación en Costa Rica entre el presidente expulsado Mel Zelaya y el presidente golpista Roberto Micheletti, bajo la dirección del pronorteamericano expresidente de Costa Rica y Premio Nóbel de la Paz por mediar en las desmovilizaciones de las guerrillas en los años 80, Oscar Arias. Se trataba de que volviera Mel pero abandonando las pretensiones de reforma constitucional, perjudicial para el Imperio y la oligarquía. Ni Mel acepta volver en esas condiciones, ni tampoco Micheletti permite que vuelva Zelaya al país. Mientras, las movilizaciones y la represión continúan. Resumiendo: tanto EE UU como la UE y España, están de acuerdo en que vuelva Mel pero aceptando las condiciones de los golpistas. ¿Permanecerán así hasta las elecciones de noviembre 2009…?

     -Paralización del país

            Debido a la cerrazón de Micheletti, los militares  y otros golpistas, varios países latinoamericanos ya han suprimido las ayudas y disminuido el comercio con Honduras, entre ellos, Venezuela que ha dejado de enviar petróleo. A su vez, España y la Unión Europea dicen estar decididas a congelar las ayudas. Estados Unidos se lo está pensando ¿Será verdad…?

            El país está medio paralizado por los sectores populares: maestros, estudiantes, trabajadores, campesinos… (En 1954 para lograr la jornada de 8 horas y otras reivindicaciones la clase obrera hondureña fue capaz de resistir tres meses en huelga). Es evidente que el golpe de Estado está causando un desastre económico de grandes proporciones a un país subdesarrollado y con la mayoría de sus habitantes en la pobreza.

Mejor hubiera sido que le hubieran juzgado a Mel, mediante la designación de un tribunal, unos jueces, unos fiscales y unos abogados defensores, y no un golpe de Estado que ya se creían superados en América. Claro, que un juicio político hubiera durado muchos meses.

            Ahora bien, si hay que juzgar a Mel Zelaya, muchos estiman que habría que juzgar, asimismo, a los principales protagonistas de la Corte Suprema de Justicia, del Parlamento, anteriores presidentes de gobierno, dirigentes de grandes empresas privadas y multinacionales, pues todos ellos, según organizaciones de derechos humanos, han infringido e infringen las leyes del Estado hondureño, incluido el Sr. Micheletti.

            La solidaridad con los empobrecidos y el apoyo a sus libertadores, serán siempre una esperanza para conseguir un mundo mejor.

Agosto de 2009

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*Pedro Serrano fue dirigente sindical antifranquista y es sacerdote de la Teología de la Liberación  implicado en primera línea desde 1979 en los procesos de emancipación y Justicia Social de Centroamérica. (Nota del Editor)

 

 

 

 

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