Cumbres Borrascosas
Rafael Torres
OTR Press 27 de Diciembre de 2009
Con la impresión aún reciente de la
Cumbre del Clima de Copenhague,
donde Estados Unidos y China
impusieron al mundo sus intereses
hipercontaminantes y la policía del
lugar, otrora tan mansa, se hinchó a
repartir estopa entre los jóvenes
airados porque saben que antes de
llegar a viejos les va a faltar el
aire respirable precisamente, hemos
asistido a éste desencadenamiento de
todas las furias meteorológicas que
se han llevado por delante playas,
camiones, polideportivos pésimamente
construidos por el amiguete de algún
concejal, árboles milenarios cuya
data cifró un conspicuo político
español en unos ciento cincuenta
años, dársenas, chiringuitos,
antenas, cornisas y, desde luego,
las ganas de viajar y hacer turismo
en Navidad. Pero si la Cumbre del
Clima no ha servido para nada, éste
clima en la cumbre que nos ha tocado
padecer, la nieve a mantas, la mar
tempestuosa, las nieblas
impenetrables, el viento huracanado,
el frío siberiano, las lluvias
torrenciales y todo cuanto,
proveniente del cielo, puede ser
adjetivado de manera tan tópica como
escalofriante, tampoco parece que
nos vaya a servir de gran cosa, por
mucho que ese enfriamiento contumaz
y glacial de la tórrida Iberia no
haya sido sino otro aviso de lo
mucho que, paradójicamente, se está
recalentando la atmósfera.
Pudiera ocurrir, también, que la Corriente
del Golfo, esa serpiente líquida y
submarina que templa lo justo el
Septentrión para que no nos quedemos
pajaritos, ande errática, sin rumbo,
por el laberinto climático que los
seres humanos, o, más concretamente,
los seres humanos ricos que
contaminan, hemos, como se dice
ahora, deconstruido. Ahora bien; si
la Corriente del Golfo se pierde,
nos perdemos todos, con ella, en un
suspiro. De nada ha servido la
borrascosa Cumbre de Copenhague, y
de nada tampoco, en lo tocante a la
conciencia y a la responsabilidad
con las generaciones futuras, éste
sindiós de frío, nieve, hielo,
viento y agua que hemos sufrido y
que, sólo en apariencia, remite.