China: Lo que
es malo para América, es malo para la CIA
J. M. Álvarez
UCR
30 de
Julio de 2009
Lo que está sucediendo en
China, es un nuevo ejemplo de cómo el imperialismo norteamericano, en
competencia con China en este momento (ya le llegará el turno a
Alemania), utiliza la vida de las personas, a las que trata como
autenticas cobayas humanas para tratar de frenar su galopante decadencia
económica. El brote de violencia étnica desatado en China tiene otros
perfiles además del independentista; por tanto en cuanto escarbamos un
poco empezamos a sacar conclusiones.
Como saben (es difícil no
enterarse, debido al despliegue de los medios de alineación occidentales
que no vimos en el golpe militar de Honduras) cerca de 200 personas han
muerto, y unas 800 han resultado heridas, por ahora, en la represión de
las protestas iniciadas en Urumqi, capital de la región autónoma de
Xinjiang de la minoría étnica Uigur, pueblo de lengua turca y religión
musulmana sunita. Durante el régimen de la China Nacionalista, llegó a
establecerse en esa zona la llamada República del Turquestán Oriental
alentada por la Unión Soviética. Cuando en 1949 el Partido Comunista
Chino tomó el poder, fue integrada en la República Popular China como
Región Autónoma Uigur de Xinjiang, ignoro si de grado o por fuerza.
Desde que se iniciara la
crisis capitalista, China se mostró muy interesada en crear una nueva
divisa internacional que sustituya al dólar, una fotocopia de color
verde sin avalar por el oro. Tan sólo hace un mes, el viceprimer
ministro ruso opinaba que en un plazo de diez años la moneda china
podría convertirse en una divisa de referencia mundial, opinión
compartida por diversos analistas que apuntaban la posibilidad de que
China podría comerciar sin divisas, aún sin hacer convertible su moneda,
el yuan. Poco después, el Banco Central chino informó que convertirá
parte de sus reservas en dólares a una nueva moneda.
La alarma verde estaba ya
encendida y pasó a rojo hace pocos días, cuando se supo que China ha
lanzado un programa piloto que permite a los países cercanos con los que
comercia, cerrar negocios con el yuan sin utilizar divisas. Si bien el
experimento se limita a Hong Kong y Macao, la intención es propagarlo a
los Estados que integran la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental
(ASEAN) que son: Brunei, Birmania, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia,
Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam (quizás Japón en el futuro). El
yuan no es convertible, pero si el programa tiene éxito la moneda se
fortalecería, China se desprendería completamente de sus dólares, éstos
irían a parar a la basura y con ellos Estados Unidos (EEUU).
Llegados a este punto es
cuando, precisamente, surgen los gravísimos disturbios de Xinjiang de
los que el Gobierno de Pekín, ha responsabilizado a la Asociación
Americana Uigur (UAA, en inglés), grupo político de esa etnia, exiliado
en EEUU y al que hace años Washington subvenciona a través la National
Endowment for Democracy (NED), una supuesta ONG creada por EEUU y
financiada por la CIA como así lo dio a entender en 1986 su presidente
Carl Gershman al manifestar “sería terrible que se considere que los
grupos democráticos del mundo están subsidiados por la CIA”. En Cuba,
América Latina en general y Europa saben mucho de las actividades de la
NED y de la CIA, no me voy a extender sobre sus “loables” intenciones.
El principio de la NED es que
“lo que es bueno para América, es bueno para el mundo” (aún creen que el
mundo es EEUU), y resulta obvio que las maniobras chinas respecto al
dólar, no son buenas noticias para la CIA. A pocas palabras, con buen
entendedor basta.
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