Celebración de Sangre o Día de la Hispanidad
J.
Híades Galán
Ecoportal.net
12 de Octubre de 2009
1492 Es el comienzo de otra etapa más, envuelta en los mayores desastres
que mente alguna pudiera imaginar… es una etapa vergonzosa para la
Humanidad; donde se definen claramente las apetencias de las gentes de
Occidente en su continuo e irascible afán de agonía por la riqueza y el
poder… arrasando y ocupando todo pueblo que se interponía a su paso.
Hemos
logrado, en el correr del tiempo, transformar las cosas de manera que
encubran lo más discretamente posible nuestras lamentables realidades y
sean realzadas y pregonadas cuantas hermosas y humanas virtudes nos
podamos atribuir.
Dos grandes invasores son los
principales protagonistas y ejecutores del asalto y bandidaje a toda una
serie de razas y civilizaciones que vivían en paz y para la paz; es
decir, protagonistas del exterminio y asesinato de millones y millones
de seres que aún llevamos arrastrando en nuestras conciencias…, esos
invasores son los de la Península Ibérica (hispanos y lusitanos) con su
afán de expansión y poderío; y los Británicos, una raza que…, además de
expansión y poderío, su sed por la sangre era insaciable, habiendo
borrado de la faz de la Tierra naciones enteras.
Muchos que participan en la
celebración del conocido Día de la Hispanidad, no se han preguntado
verdaderamente que… ¿a qué se atribuye dicha Celebración?; creo que no
se ha meditado con la realidad suficiente sobre la festividad de ese
día; ¿qué clase de hermandad existe realmente cuando la mayoría de los
territorios que ahora se visten de fiesta, estuvieron cubiertos de
muerte y de dolor?; acaso… ¿los que vivieron y eran dueños de aquellos
parajes, desde el comienzo de los tiempos, dijeron: “exterminarnos y en
recompensa tomad nuestras tierras, bosques, ríos, riquezas y cuanto aquí
halléis”?.
Los hechos hablan por sí solos
y de cuanto allí ocurrió; en el trabajo "La verdadera historia de los
vencidos", reflejada en el libro Llegando a Ti del mismo autor J.
Híades, viene con todo detalle las respuestas a si en verdad somos o no
hijos de asesinos, de éste mismo autor en su libro: "Mi verdad en
poesía".
No creo que sea necesario
entrar en detalle en los hechos que ocurrieron en la invasión de
aquellos tiempos; y el pillaje, barbarie y aniquilación que aquellas
gentes sufrieron hasta encontrar la muerte; puede que fuera más bien,
trabajo de algún honesto historiador. Y nos pusiera al corriente de que
a aquellos que tenemos con grandes héroes en los textos de nuestros
libros, no fueron otra cosa que perversas hienas asesinas que
desgarraron las vidas, de no se sabe cuantas criaturas inocentes.
Es innegable que el
aplastamiento, el exterminio de esos millones de seres deben empujarnos
al recogimiento, ante tantos actos impíos cometidos por nuestros
antepasados; nuestra verdadera herencia no es otra que la de la sangre
derramada a manos de nuestros antepasados y que resarcir esas tantas
injusticias aún está a la espera, y por consiguiente estamos sucios, nos
encontramos manchados, pues somos sus directos herederos. Se dice que
incluso el desorden de nuestras sociedades actuales, es el resultante de
no haber aún resarcido tanta deuda pendiente, ya que no educamos a
nuestras gentes en esas cuestiones y sobre esas responsabilidades; por
consecuencia más inmediata es vivir a la ligera y sin ese verdadero
cargo de conciencia, que todos debiéramos tener.
Debemos ver con mayor claridad
esas “heroicidades”, donde un diminuto grupo de hombres lograban someter
a naciones enteras. Debemos ver que…, aquellos aconteceres y aquellas
“grandes hazañas” en que se han tenido, eran como simple juego de niños
que suponían la esclavitud, el abuso en todos sus órdenes y la muerte de
los aborígenes de esas tierras; juego de niños porque suponía como ir de
caza, donde la presa no esperaba semejante traición del otro ser que iba
armado y con intenciones oscuras. Solo, fíjense. Y simplemente por poner
un ejemplo e intentar disipar las mayores dudas posibles… ¿a quien de
nosotros le gustaría que después de recibir con hermandad a unos
expedicionarios de otros mundos, éstos, con sus armas, nos desintegrara
y eliminaran de la Tierra, llegando lógicamente, a adueñarse de ella;
sometiendo y esclavizando a los supervivientes, tratándoles con el
látigo como si de bestias fuéramos; aislándonos en pequeños territorios,
en espera de que fuéramos extinguiéndonos con el tiempo? ¿No hemos
anestesiado nuestro sentir, nuestra conciencia, para que ya todo nos
parezca igual o lo mismo, o como sumo, solo saquemos al exterior el
pobrecicos o qué lástima de criaturas?
Es por ello, que dentro de mi
pequeño entender…creo, que… el asalto, bandidaje, exterminio de pueblos,
y en definitiva, cuantas orgías y masacres que toda mente humana pueda
ni imaginar, no cabe duda alguna, se cometieron en las invasiones
practicadas a partir del día 12 de Octubre de 1492, en aquello que hoy
conocemos como continente americano, indo americano, sería mejor dicho.
Sinceramente, hagamos
conciencia y pensemos pues que de haber algo que celebrar, no sería otra
cosa, que por aquellos suculentos botines que se lograban arrebatar. Sin
embargo, y a pesar de todo, tenemos el cinismo de considerarnos pueblos
hermanos; descubridores y portadores de culturas, religiones y lenguas;
y no encubridores de tanta traición, de tantas culturas, lenguas y
religiones que hemos hecho eso: encubrir. ¿Civilizados y Racionales con
estas manos ignominiosas y cubiertas de tanta y tanta sangre inocente
derramada y con éste corazón tan, tan negro?... civilizados, racionales
y hasta tengamos la desfachatez de tacharnos de evolucionados (!), es
increíble; lo peor claro, es que educamos a nuestros jóvenes, ¡así!,
como dignos, racionales y ante todo, ¡evolucionados!…; no como graves y
grandes deudores por tanto acto impío; no les educamos como grandes
deudores de unas cuantiosas acciones aberrantes y que ellos han de ver
la forma de resarcir, para que tan grande agravio no siga pasando y
pesando sobre las generaciones venideras. Y si no les educamos como
deudores de tan grandes delitos cometidos por nuestros antepasados y
sostenidos por los actuales en un aumento de mayores agravios e
injusticias; ¿Cómo les estamos entonces responsabilizando y
corresponsabilizando de responsabilidades que les atañen a todos ellos
para que empiecen a resarcir tan escandalosa deuda?;¿ con qué visión se
están formando y están poniendo medios de solución?; ¿cómo les estamos
haciendo ahora conciencia, para hacerles ver que urge invadir a cada
pueblo que nuestros antepasados arrasaron, robaron… y tienen que
volcarse, que derramar todo su corazón y su buen hacer y proporcionarles
toda clase de tecnologías para que en generaciones venideras y prontas,
la Ley de las Compensaciones se vea restablecida y dejemos de arrastrar
este lastre tan negativo y que tanto mal nos estamos originando a
nosotros mismos, con comportamientos de… aquí no ha pasado nada?; ¡si
que ha pasado! y ¡sí que está ocurriendo!, con éste desorden mental y de
espíritu que nos envuelve y cada vez más nos enloquece. Piensen que de
alguna forma hay que resarcir, hay que restituir el daño causado.
Sinceramente, hagamos
conciencia, de verdad… en ello irá nuestra sanidad como entes evolutivos
y de mente abierta y capaz, pero no encubridores y escurridizos de la
verdad, porque esto de por sí, sí que es enfermizo. Es de comprender que
estas razas nativas merecen cuanta admiración y respeto se pueda tener
por su enorme grado de aguante y resignación ante las ignominiosas
actitudes que han tenido y tienen que soportar de estos pueblos altivos
y soberbios de Occidente. Unos pueblos de los que solo se puede esperar
el fruto de esa enorme desigualdad existente entre países ricos y países
pobres. Países ricos compuestos por sociedades derrochadoras y
caprichosas que llevarán a todo el orbe, nuevamente, a otro caos, donde
una vez en él, deseo profundamente descongestione éstas mentes vacías y
superfluas.
Mi casa es tan grande como
alcanza a ser el planeta donde vivo y sus fronteras llegan hasta donde
el universo racional no puede puede continuar. De ahí que insista y
diga:”cuanto antes hagamos frente a estas realidades, antes saldremos de
este estancamiento donde nuestra evolución como personas, se encuentra
prácticamente detenida”.
Nuestros destinos se deben ir
forjando sobre cimientos consistentes y fornidos y elevados pilares que
la fuerza y el tesón de nuestros hechos plasmarán en el sino de nuestras
sociedades y de generaciones venideras. Lo que no hemos reconocido hasta
ahora, debemos asentirlo y reconocer, para que las cadenas de los
errores pasados no sigan atándonos y sumergiéndonos en cavernas de
ignorancias. O acaso ocultar la Realidad, ser opositores de la Verdad…
nos ha proporcionado Libertad, Justicia y Paz verdadera en algún caso?;
de hecho y por seguro que no.
Día de la Hispanidad y cuantas
Celebraciones se asemejen, debieran ser verdaderos días de luto, días de
profundo dolor y arrepentimiento. Tendrían que ser, en lenguaje
cristiano, días donde debiéramos arrodillarnos ante cada uno de los
pocos nativos descendientes de los originarios de aquellas tierras que
lograron salir con vida, para lavarles los pies; como hizo el Maestro
ungiendo los pies de sus discípulos.
Se trataban de unas gentes de
razas pluralistas, limpias, libres y dignas, que tanto hombres, mujeres,
niños como ancianos, se enfrentaron a los ejércitos sanguinarios y a los
civiles invasores. Allí se encontraban todos; unos en la necesidad de
defender por cuanto por ley de vida le ha pertenecido desde el comienzo
de los tiempos; otros con sed de exterminio e invasión; que como plaga
endemoniada iban arrasando cuanto en sus manos caía.
Llevamos ya más de 500 años
escondiéndonos de éstas verdades y ocultándolas; hasta tal punto que
para muchos, todo esto parezca imposible de creer. Esperemos que no
tengan que pasar otros 500 años para limpiar nuestra visión y aprender a
enfrentarnos a la verdad con más humanidad, con más racionalidad de la
que hasta el momento hemos usado. Nuestro egoísmo es la guillotina de
nuestros hijos. Y si nó, fijémonos en el futuro que le tenemos
preparado; es todo una continuidad del pasado envuelto todo en
oscurantismo y mentiras sobre la verdad de nuestra historia. ¿Cómo
podemos desarrollarnos de manera equilibrada, si nó somos capaces de
enfrentarnos a nuestras propias vergonzosidades…, cada vez más ocultas…,
e incluso olvidadas, porque ese es el coste del ocultar mientras pasan
las generaciones ignorando la verdad y la realidad de su pasado?;¿cómo
se desarrollan nuestras generaciones, nuestros hijos, nuestros jóvenes
ante tanta mentira y de espaldas a la verdad y a la realidad…, ignorando
e ignorantes de la enorme y terrible deuda, que lejos de ser resarcida,
se acrecienta de manera escandalosa?; es horrible, pero hay que pagar…y
ya estamos pagando con la locura de nuestra intranscendencia. Nadie
puede huir de esta advertencia, porque todo está gravado en el gran
libro de las estrellas.
Desearía que esta exposición
sirviera para hacernos meditar y hacer ver que esas celebraciones que se
vienen realizando debido a aquellos aconteceres, de hace ya más de cinco
siglos, no son, si no… celebraciones de sangre. Ignorar todo esto tiene
un alto coste, que todos continuaremos pagando, incluidas las
generaciones venideras.
Esta denuncia mediante
Celebración de Sangre o Día de la Hispanidad, puede contribuir en
resarcir algo de tanto daño y tanto mal… pero acaso sí nos está
despertando conciencia… como otras obras que contribuyen en exponernos
esas verdad y esa realidad que hasta la presente nos ha convertido a
TODOS en cómplices de tan horrendos y espantosos hechos como: ¿Hijos de
asesinos?, voces de mi interior, la verdadera historia de los vencidos…
etc. Todas ellas portadoras de la semilla de la verdad, que intentan
germinar en nuestro interior para que formemos parte de ello y nos
hagamos sanos y libres… nos hagamos portadores de estos mensajes que sin
duda nos enseñan a ser limpios de espíritu. |