Organizado por Unidad Cívica por la República


Homenaje a los capitanes demócratas de la UMD

Publicado en Mundo Obrero Mayo 2004

Herreros, Domínguez, Ruiz Cillero, Reinlein, García Marquez, Ibarra, Otero, Martín-Consuegra, Fortes, Valero y Fernández Lago son los apellidos que corresponde a los nueve militares de la UMD (Unión Militar Democrática) que fueron acusados de un delito de conspiración para la rebelión desde la organización clandestina de la UMD en 1975, meses antes de la muerte del dictador. Y con tales apellidos, precedidos de sus cargos en el ejército, fueron condenados a penas de varios años de cárcel (mínimo 2 años y 6 meses, máximo 8 años) y la separación del servicio, salvo en el caso del capitán Ruiz Cillero con suspensión de empleo.

La posterior amnistía en los albores de la transición no hizo nunca justicia a su causa y jamás fueron admitidos de nuevo en el ejército. La UMD nace en los últimos años del franquismo con un fin político primordial, "el restablecimiento pleno de los Derechos del Hombre y de las libertades democráticas y, en consecuencia, la promulgación de una amnistía total para todos aquellos ciudadanos (civiles y militares) que han sido sancionados por defender sus derechos". El 29 de junio de 1977 se autodisuelve en una asamblea nacional reunida en Barcelona al considerar cumplidos sus objetivos políticos, no así los militares.

Redacción MO / may 04

"La historia del progreso es también demasiadas veces la historia de la ingratitud. Con el olvido se quiere acabar con la conciencia crítica. La democracia que hoy vivimos tiene libertades que fueron conquistadas palmo a palmo por gente como la UMD", declaró Armando López Salinas en el acto de homenaje a los militares demócratas en la mañana del 25 de abril, en la Residencia Universitaria de Getafe, organizado por la Unidad Cívica por la República. Una fecha muy significativa porque también se conmemoraba el 30 aniversario de la Revolución de los Abril de Portugal.

La influencia que ejerció este levantamiento del ejército luso contra la caduca dictadura vecina queda reconocida en el libro 'Proceso a nueve militares demócratas', escrito por dos de los máximos protagonistas de esta página de nuestra historia, Luis Otero y José Fortes: "Aquel acontecimiento dinamizó los incipientes contactos entre los militares demócratas españoles para acelerar la organización de un grupo más o menos importante. (...) Todo aquello se inscribía dentro, de un lado, del entusiasmo general producido entre la oposición al franquismo por la revolución de los claveles y, de otro, en la coincidencia para nosotros, militares que rechazábamos la dictadura y la politización dada por ella al Ejército, con la decisión, transformada en realidad, de nuestros compañeros portugueses para terminar con una situación política similar a la nuestra".

El agradecimiento a algunos de los militares condenados presentes en el tributo de Getafe también se reflejó en las palabras emocionadas de Miguel Jordá, presidente de la Unidad Cívica por la República, quien reconoció que era un acto de justicia. Porque de justicia es valorar en su justa medida las palabras recogidas en este libro cuando se hace un balance final: "Aunque la UMD desapareció tan pronto, aunque los que fuimos expulsados nunca más volviéramos al Ejército, aunque nuestros compañeros en activo no ocupen jamás puestos de importancia, no podrá por ello desaparecer nunca el espíritu democrático dentro de las fuerzas armadas". En ese empeño están todos ellos, ahora desde una página web creada con el objetivo de armonizar dos conceptos aparentemente contrapuestos, milicia y democracia (www.fmd@miliciaydemocracia.com).

Los autores del libro admiten fracasos, indiscreciones y peripecias fruto de su nula experiencia de clandestinidad, e incluso de sobrevalorar el número de militares afines a la UMD, pero saben de cómo dolió a los jefes militares de la dictadura su proeza: "Creemos que el mismo hecho de que se conociese en un momento dado la existencia de un sector de las Fuerzas Armadas que no comulgaba con la dictadura tuvo, por una parte, una gran importancia para la opinión pública, al devolverse siquiera parcialmente, la confianza en una institución del Estado muy temida hasta entonces. (...) Por otra, fue un indudable factor de disuasión para los elementos involucionistas de dentro y fuera de las Fuerzas Armadas, que dejaban así de ser el bloque monolítico soñado por Franco, y que iban a permitir, al menos en principio, el tránsito a la democracia".

La UMD se disuelve el 29 de junio de 1977 por haberse logrado los fines políticos: "reconocimiento de los derechos del hombre y de las libertades democráticas, amnistía política, Cortes Constituyentes, legalización de todos los partidos políticos y organizaciones sindicales, reconocimiento de las autonomías regionales y lucha contra la corrupción. En segundo lugar, los relativos a la reforma específica de las Fuerzas Armadas, Institución a la que pertenecen los componentes de la UMD".

Sin embargo, "los objetivos militares no se han cumplido, pero creemos que en estos momentos son los auténticos parlamentarios quienes tienen que determinar la función y estructura de las Fuerzas Armadas".

 

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