España
despertó monárquica, Internet republicana
Por David de Ugarte, LasIndias.com (david@lasindias.com)
Mientras
toda la "prensa seria" competía en engolamiento, silencios y
acriticidad con la prensa rosa, haciendo gala de un monarquismo de papel cuché
y cine de barrio, Internet demostraba una vez más un insulínico
republicanismo.
Madrid, 4 Noviembre 2003.-
Eran las ocho y media de la tarde del sábado. En los corrillos citados a la
boca del metro de Bilbao en Madrid o frente al café Zurich en Barcelona,
divertida e intrascendente se comentaba la exlusiva del día: el Príncipe se
casa. Noticia fresca. En los móviles de un selecto grupo de conocidas firmas de
la internet española suena una alarma SMS: "la prometida del príncipe era
amiga mía". ¿Jaime Peñafiel?. No! Un conocido periodista que se define públicamente
como republicano. Adelantaba las portadas y el tratamiento informativo del día
siguiente: rosa, muy rosa, fucsia. Una gama que los que copian modelos del papel
en internet saben llevar hasta el ridículo
total.
Por
la noche, la web civil es otra cosa. El único rincón del país que
probablemente no sea causa inmediata de diabetes. Mariano Gistaín, uno
de nuestros pocos intelectuales (on y off line) comenta conciso en su
web: "El noviazgo confirma que la televisión es la nueva
aristocracia". Marcos Taracido, guardián de las opiniones
madrugadoras desde Libro
de Notas, posiblemente la mejor bitácora española, anota:
"El
país se ha paralizado (...) la Monarquía en España es la cabeza del Iceberg
que supone la prensa rosa, y ya sabemos que ahora todo es prensa rosa. Y de
perdidos, al río: demos pábulo a la acaramelada pluma del señor Anson, feliz
como pocas veces" .
La
web empieza a calentarse, aunque el tabú monárquico sigue haciendo que las críticas
se hagan en el sotto voce de la red: los foros privados protegidos con contraseña.
A fin de cuentas esto no es el Reino Unido y obviamente no tenemos ningún
Economist, republicano y liberal.
Por
la mañana 57000 internautas desayunamos con David Rojo y los boletines
de su Periodista
Digital, el pressclipping más popular de la red española. Allí un
enlace nos lleva a
una noticia en Elperiodico.es. Titular de Rojo: "El divorcio de
Letizia, tema tabú en la prensa española pero no en la internacional".
Entradilla:"La prensa internacional llevó a los titulares la condición de
separada de la periodista, mientras que la mayoría de los periódicos
nacionales omitieron en sus portadas la boda civil de la futura Princesa de
Asturias".
Vaya,
así que la unanimidad era sólo pueblerinismo... o es que como dice Taracido,
vivimos en un "Estado de propaganda" en el que "amaremos a
Leticia como amamos el cola-cao o las muñecas Famosa. Quizás, a partir de
ahora la princesa Ruiz luzca en sus trajes una pegatina con la leyenda ¡anunciado
en televisión!".
Un
tono al que no nos acostumbra la prensa nacional en absoluto con tintes
realmente ácidos como el
de la Página Definitiva en su artículo sobre el tema o sobre todo,
la misteriosa blogger María de Rumanía, quien asegura conocer
por haber sido compañera de carrera, aunque desde luego no apreciar
a la futura prometida de Su Alteza Real el Príncipe de Asturias.
Pero
no todo es tan crítico. En un
post en Caspa.tv, Antonio Casado va recogiendo, no sin ironía, el
tono de la prensa y sus tratamientos. Y muchos, como David Iwasaki, nos
vienen a decir que no
es para tanto. Incluso algunos como Javier Ortiz aprovechan
para dejar
caer un palo con sorna a Urdaci, exjefe de la futura Princesa, bajo
la excusa del tradicional test de idoneidad monárquica al que la opinión
publicada somete toda amistad femenina de Su Alteza Real, el ñoño y peñafeliano
"¿estará preparada?", respondiendo " Sí. Si ha soportado a
Alfredo Urdaci durante meses, demos por seguro que puede soportar cualquier otra
inclemencia.".
En fin, que una vez más, retrancosa y crítica, la web española vuelve a demostrar su capacidad disolvente para con los mitos frente a una prensa empeñada en escenificar "Sisí" en los decorados de "la Regenta".