Juan Carlos, ¡Despiértate y habla!
El Borinó
¿Alguien lo ha visto? ¿Alguien
lo ha oído? ¿Alguien lo ha sentido? ¿Alguien ha visto su patriarcal sonrisa?
Y su hijo ¿Dónde está el sucesor? Y toda la familia ¿Pero dónde se hallan
recluidos? Acaso ¿Existe la monarquía en España? o ¿Todo es fruto de los
medios? ¿Serán virtuales? ¿Robots? ¿Serán el opio invisible y el circo
micronizado para el pueblo español? Por favor, que alguien me avise si en los
últimos días, alguien ha leído palabra, oído sonido, o percibido gesto (por
mínimo que sea), del Rey Juan Carlos, hablando, explicando y relatando, la
postura de la Monarquía y la Aristocracia de este país, referente a la agresión
contra Irak, y la postura comehuesos del presidente Aznar y del PP.
Convulsiones como la que vive el mundo ahora, respecto a una guerra hipócrita
como la de Irak, no pueden pasar desapercibidas para el "Primero de los
españoles". El máximo responsable de los fuerzas pistoleras en nuestro país,
no debe esconder el rabo entre las piernas, aislarse del mundo real, y
encofrarse en un bunker de silencio absoluto y clausura permanente. Y más,
cuando el presidente de la patria, anuncia el apoyo con fuerzas militares a los
propietarios del mundo.
No hay que ser un especialista político, ni filósofo, ni analista, ni nada por
el estilo; para darse cuenta, que sobre la posible guerra en Irak, el monarca,
hable lo que hable, tiene mucho a perder y poco a ganar. Por eso se ha esfumado.
Si apoya la postura de Aznar, el 90% de los españoles (los que estamos en
contra de la guerra) criticarían su decisión, y posiblemente sería señalado
como un títere más.
Podría acompañar al presidente en los mínimos democráticos y estadísticos
de esta patria. Y lo que es peor para él, muchos humanos de este país, por
primera vez, podrían abandonar su estado de agarrotamiento mental para
cuestionarse la figura del monarca.
Si no apoya la postura de Aznar, la patada en la entrepierna al presidente es de
las contundentes. De las que aparecerán en los libros de historia, dentro de
cuarenta años, si nadie lo censura. Podría significar un aislamiento más
agudo y profundo al gobierno, y el hundimiento del PP al más puro estilo Prestige.
Podría derivar en una confrontación entre la Casa Real y el gobierno popular,
o por el contrario, en la rectificación de la postura terrorista y belicista de
Aznar y su pandilla. El rey y su familia saldrían fortalecidos ante la
sociedad, taparían la boca y sonrojarían la cara a más de uno; pero tendrían
que asumir ciertos riesgos si el PP ganara las elecciones, especialmente las
generales del 2004. Podría secarse ligeramente, la nutrida teta con la
que cuenta la Casa Real en los presupuestos de la Nación.
Y si por querer quedar bien con unos y con otros, asume una posición neutral,
absteniéndose de opinar, y recurre a la buena fe del gobierno, unida al espíritu
democrático de la nación; la sociedad lo puede entender como un voto camuflado
y decorado a favor de Aznar. También como una muestra de debilidad, y temor a
pronunciarse libre y coherentemente.
Por eso, el Rey ha tomado como bandera el silencio y la ausencia. Sabe o se lo
habrán dicho, que hable lo que hable, diga lo que diga, sus palabras van a
causar un verdadero terremoto social y político, que le puede sacudir, a él el
primero.
Pero esa es su postura. No la de muchos. Debemos exigir un posicionamiento de la
Casa Real en todo. Queremos conocer mejor esa Casa Real, solo mostrada en farándulas
rosas en algunas revistas del corazón.
Debemos exigir el posicionamiento de la Casa Real en todo este asunto, porque
vive y se sustenta del sudor del pueblo por decreto ley. Por genética. Ahora no
puede callar, ya que el pueblo se siente vejado por las posturas fascistas,
terroristas y pistoleras de un presidente y sus secuaces, que han perdido los
papeles, y que incluso recurren a la violencia, al insulto y a la manipulación,
en un estado supuestamente democrático.
Algunas organizaciones y ONG's, deberían trabajar en este sentido. Aznar está
sordo.
Apartadlo un poco y exigir un posicionamiento de la Monarquía.