Alameda, 5. 2º Izda.   Madrid   28014   Teléfono:  91 420 13 88    Fax: 91 420 20 04                                                                         Correo   

  No consiento que se hable mal de Franco en mi presencia. Juan  Carlos «El Rey»   


El príncipe tonto

Eduardo Haro Tecglen
El País 15/01/05, 

Hablo de Harry, tercero en la línea de sucesión al trono en Gran Bretaña. Todos los periódicos han reproducido la foto del tonto vestido con uniforme alemán, cruz gamada en el brazo, en una fiesta. Como la gente es mala con los de sangre real, dicen que no fue una broma, sino una nostalgia.

Es verdad que los Windsor fueron siempre germanófilos, y que Eduardo VIII, rey por unos días, propiciaba la alianza con Hitler para combatir a Stalin; le quitaron de rey diciendo que "estaba" con una divorciada y se quería casar con ella, Wallis Simpson, americana: pero el fondo de la cuestión estaba en que ella había sido amante de Von Ribbentrop, y trabajaba para ellos.

Cuentan que una vez desposeído del mundo y casi exiliado, conforme con su título de duque de Windsor, aún conspiraron él y su esposa, que ni siquiera pudo ser morganática, para que cuando Hitler invadiera Gran Bretaña le colocase de rey. Como Pétain en Francia. Hay más Windsor casados con nazis, pero todo eso se tenía más o menos olvidado en el cajón de las vergüenzas hasta que este principillo de veinte años ha salido del armario. Fastidiosa casa real británica.

Siendo tan inútil profetizar el pasado, se puede imaginar, aunque sea tan mentira como la de quienes nos explican el presente. Si Eduardo VIII hubiera conseguido la alianza del Reino Unido con Hitler y Pétain hubiera prosperado en Francia, la alianza contra Stalin hubiera prosperado; las batallas podrían haber sido triunfales, y hubieran conseguido dominar toda Europa, con una princesa Anastasia cualquiera -hubo varias optantes, todas falsas; pero en estos casos siempre se puede elegir la menos falsa, la más nazi-, sería la Zarina de Todas las Rusias, Ucrania incluida, y Chechenia y todo lo demás.

Hubieran desposeído a Roosevelt de la presidencia; Truman, que le heredó, hubiera sido muy favorable a una Europa nazificada, que le dejaba sin el problema del comunismo, que era su único y verdadero enemigo -los 14 puntos del presidente Wilson se hicieron frente a los planes globales de Lenin, a partir de la Primera Guerra Mundial-; y España hubiera sido franquista. Es posible que en estas fechas estuviéramos en una Europa unida, con otra constitución, o declaración; y que en el Pardo, y en palacio real, nos gobernase el führer, o caudillo, Aznar.

Ufff, no fue así. Pero, en el fondo, ha salido muy parecido.

Página de inicio