Alameda, 5. 2º Izda. Madrid 28014 Teléfono: 91 420 13 88 Fax: 91 420 20 04 |
No consiento que se hable mal de Franco en mi presencia. Juan Carlos «El Rey» |
El primo de Juan Carlos
El Economista/inSurGente
Don Carlos de Borbón Dos Sicilias y Borbón-Parma es
infante de España con tratamiento de Alteza Real, duque de Calabria,
heredero del trono de Nápoles, descendiente de Alfonso XII y primo
hermano del rey Don Juan Carlos I. Todo eso y, además, miembro del
Consejo de Administración de nueve compañías. Licenciado en Derecho
y con una amplia experiencia en el sector financiero -trabajó en el
Chase Manhattan Bank, en Banca Popular Peruana y Banco Nacional de
México, entre otras entidades-, es consejero actualmente de Cepsa y
de su filial Petroquímica; de la inmobiliaria Urbis; de Telvent,
filial de Abengoa; de Iberpistas, integrada en el grupo Abertis; de
Viajes Marsans y de la filial española del gigante empresarial
alemán Tyssenkrupp, especializado en el sector siderúrgico y la
fabricación de ascensores. Sus ingresos son superiores a los 600.000
euros anuales (que se sepa) y su parentesco y amistad con el rey son
más que conocidas.
El consejero más ocupado En
conjunto, si se tienen en cuenta las sociedades cotizadas tanto en
España como en el exterior, además de sus filiales, Don Carlos de
Borbón sería el consejero independiente español con mayor presencia
en las empresas, al mismo nivel que José María Loizaga o Alejandro
Echevarría.
Pero al primo del Rey, que también estuvo anteriormente en los
consejos de Dragados y Tudor, le queda además tiempo para presidir
el fondo de capital riesgo Diana Capital, creado por Banco
Guipuzcoano y Fortis, y con participaciones en empresas como
Guascor. En el terreno más personal, gestiona y preside asimismo su
propia compañía -Dehesa de la Higuera-, una empresa dedicada a la
explotación y cultivo de fincas rústicas y que el año pasado obtuvo
un beneficio después de impuestos de casi 60.000 euros.
Ingresos Con
unos ingresos estimados de más de 600.000 euros anuales, Carlos de
Borbón no es sólo primo de Don Juan Carlos I, sino además una de las
personas más cercanas a él. Le ayude o no en su carrera profesional,
prueba de la confianza que tiene en él el Rey de España radica en el
hecho de que le concediera el título de infante de España el 16 de
diciembre de 1994.
Otra cosa es si la presencia en tantos Consejos de Administración,
además de presidir también fundaciones, instituciones y órdenes
militares, se ajusta o no a las normativas de Buen Gobierno. Aunque
Don Carlos de Borbón cumple con la ley, en los últimos años han sido
muchas las recomendaciones para que una misma persona no figurara al
mismo tiempo en más de tres consejos de empresas cotizadas.
En la línea de sucesión a la Corona La
situación resulta especialmente delicada porque el Infante no es
sólo un miembro de la nobleza. Además de consejero multiempleado,
ocupa el primer puesto en la línea de sucesión a la Corona española
después de los descendientes de Don Juan Carlos I, si se considerase
oficialmente que las hermanas del Rey, las infantas Pilar y
Margarita, quedaron excluidas al contraer matrimonio con personas
que no pertenecían a ninguna familia real, como prescribía la
Pragmática Sanción del rey Carlos III, que regulaba los matrimonios
de la Casa Real Española.
Esta normativa quedó derogada de facto por la Constitución Española
de 1978, pero la aprobación del texto constitucional fue posterior a
los matrimonios de las infantas y nunca se ha determinado con
carácter oficial si ellas han quedado o no apartadas de la sucesión.
Don Carlos de Borbón, al contrario de lo que sucede con sus primas,
sí que está casado con una pesona con sangre azul, la princesa Ana
de Orleans, y no tendría ese problema. La
polémica sobre su presencia en el mundo empresarial se agudiza
igualmente porque no es el único miembro de la Familia Real con esta
trayectoria. Aunque su caso resulta absolutamente excepcional, en
los últimos años, los yernos del Rey, Ignacio Urdangarín y Jaime de
Marichalar, separado actualmente de la infanta Elena, también han
entrado con fuerza en el mundo empresarial.
Marichalar es miembro del consejo asesor de Credit Suisse, órgano
que comparte con personalidades como el ex primer ministro británico
John Major. Recientemente, ha sido nombrado consejero de Winterthur,
es desde 2001 miembro del Consejo de Cementos Portland Valderrivas
(una empresa de la constructora FCC), y hace tres años fue nombrado
en España consejero de Louis Vuitton, la propietaria de Loewe.
Gracias, en parte, a la amistad entre el Rey y el empresario
austríaco Robert de Balkany, forma parte también del máximo órgano
ejecutivo de una de las compañías del magnate: Sociedad General
Inmobiliaria, propietaria de centros comerciales como La Vaguada, en
Madrid, o Gran Vía en Barcelona.
Urdangarín,que sigue como consejero de Telefónica Internacional y
del grupo editorial Motorpress Ibérica y que creó hace dos años su
propia inmobiliaria, Aizoon, trabajaba también en una consultoría,
Noos, que tuvo que abandonar en 2006 por su cargo como
vicepresidente del Comité Olímpico Español. Su empresa asesoraba a
diferentes federaciones olímpicas y eso, según los estatutos del
organismo deportivo, era totalmente incompatible. La gran incógnita está en saber si estos nombramientos se han producido por ser familia de quien son o por una formación y una merecida trayectoria profesional.
|