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La monarquía, símbolo y vestigio del franquismo, debe retirarse por Ley

Txema Bofill

joacuso.blogspot.com 22 de Octubre de 2007

La Ley de la Memoria Histórica obliga a las Administraciones del Estado a retirar de la sociedad los símbolos y vestigios franquistas. El Rey Juan Carlos es el máximo símbolo y vestigio vigente del régimen franquista. No es una metáfora. Es una realidad objetiva, histórica e indiscutible.

Recordemos:

Juan Carlos de Borbón desde joven se adhirió al régimen franquista e ingresó voluntariamente a las academias militares de los golpistas para formarse en el espíritu y artes de los militares terroristas. Fue educado durante más de 25 años “en el camino auténtico”, según confesó el entonces principe franquista, enseñado por el dictador Franco. Fue un discípulo aplicado y leal a Franco y al Régimen, por lo que Franco le designó sucesor. El príncipe franquista Juan Carlos aceptó ser el continuador del franquismo y no le importó instituir la Monarquía borbónica como coronación del proceso del régimen dictatorial, en contra de su propio padre. . Fue designado por el asesino Franco como futuro jefe del Estado y general de los tres ejércitos. El príncipe franquista Juan Carlos de Borbón elogió como necesario el golpe militar contra la Republica , y juró los principios fundamentales del Movimiento. Y el propio príncipe franquista confesó que “la instauración de la Monarquía tiene su origen en la legitimidad surgida el 18 de julio de 1936” .

Juan Carlos Borbón, coronado Rey franquista, después de la muerte de Franco, hizo su primer viaje a los Estados Unidos, país que le orientó y colaboró en mantener los poderes franquistas intactos, dejando a la población con la ilusión de votar cada cuatro años. Los EEUU y el Vaticano eran los únicos países que apoyaban la dictadura franquista. El Pentágono diseñó y participó en la estrategia de mantener al Rey, moviendo ficha de los socialdemócratas alemanes para que con dinero apoyaran la creación de un sindicato socialista y de un renovado partido socialista. Para debilitar a la izquierda activa, y la voluntad popular de cambio, debían crear y apoyar a un fuerte partido socialista colaborador con la continuidad franquista. Incluso obedecieron cuando los EEUU les exigieron entrar en la OTAN.

Una de las estrategias más astutas y eficaces del Pentágono fue la creación del diario “El País” para potenciar a los socialistas y debilitar a la izquierda y extraparlamentarios y criminalizar a los nacionalistas. Fue creado por los bilderberg Polanco, un mediocre vendedor de libros y Cebrián un funcionario provincial en comunicaciones del franquismo. Los medios de comunicación se han ocupado de ir manteniendo la Monarquía a través la censura sobre el pasado franquista del Rey, y construyendo campañas laudatorias del monarca, y la ejemplar transición democrática.

La acumulación de poderes y privilegios vitalicios que sigue gozando Juan Carlos de Borbón son los propios de un dictador, de reyes despóticos (así son la mayoría que reinan en activo). El agravante de los privilegios y acumulación de poderes del Borbón es que son heredados de su pasado franquista y mantenidos gracias a la complicidad que ha conseguido del único país “democrático” que apoyó el franquismo.

Sobre los privilegios y poderes absolutos.

Juan Carlos de Borbón es jefe de Estado vitalicio, hecho insólito en las democracias o monarquías “democráticas”. Asimismo es jefe vitalicio de las fuerzas armadas, privilegio todavía más antidemocrático, que no sucede por supuesto en las residuales monarquías de países democráticos.

Tiene además inmunidad total en cuanto a delitos que pudiera cometer, hasta el punto que no puede ser llamado por los jueces ni siquiera como testigo. Asimismo tiene el privilegio de quienes le critiquen puede ser perseguidos por la Ley , por injurias al rey, delito antidemocrático que va contra la libertad de expresión, ley que en España se abusa por la subordinación patética de fiscales y jueces de la Audiencia Nacional que quieren progresar, quienes convierten cualquier crítica al rey, o opinión contraria al rey en injuria al rey, oficiando así de inquisidores del Reino contra las libertades.

Juan Carlos de Borbón tiene derechos antidemocráticos, como Franco, como el de convocar Referéndum, que no tienen los ciudadanos. Así pues el rey, el año en que las encuestas le favorecieran, algo impensable, podría convocar Referéndum para ser designado como Rey por voluntad popular. En cambio los Presidentes de las naciones de España, libremente elegidos, no pueden hacer uso del derecho de autodeterminación, que impera en los países democráticos, ni siquiera el derecho de consultar al pueblo.

Juan Carlos de Borbón ha convertido a millones de ciudadanos en súbditos de una Monarquía, que la mayoría no desea.

Por lo tanto la Monarquía del Borbón, que actualmente padecemos, tiene un origen ilegal, golpista, terrorista. En consecuencia, los nombres y la figura de Juan Carlos Borbón debe ser retirado en cuanto es el máximo signo y vestigio del franquismo, no elegido por votación popular, quien, repetimos fue alto cargo y cómplice del franquismo terrorista, llegando a ser jefe de Estado interino de la dictadura franquista, y sucesor del dictador Franco.

Además Juan carlos Borbón debe condenar el terror y crímenes de la dictadura franquista, a la que colaboró y elogió durante más de 25 años. Lo debe condenar sin paliativos, como ciudadano, como jefe de Estado, como jefe supremo de las fuerzas armas y como rey parlamentario, que nos dicen está por encima de partidos e ideologías, y con una función de mediador y garante de la unidad d España, en vez de las libertades de los españoles.

Con un retardo de treinta años la Ley de la memoria histórica obliga a condenar el franquismo y a retirar de la sociedad democrática actual los vestigios y símbolos franquistas que aún quedan y a condenar al régimen golpista y terrorista que se levantó contra la Republica.

La condena del franquismo.

Muchos franquistas a la muerte de Franco se convirtieron de golpe en demócratas deben condenar la dictadura terrorista que se mantuvo por medio de la violencia y el terror durante cuarenta años.

Todo funcionario, partido y cargo en las instituciones del estado debe condenar la dictadura franquista.

El mayor engaño e impostura de la historia contemporanea española. El Borbón es un símbolo de la democracia.

Llegaron tan lejos en la construcción de Juan Carlos Borbón, como símbolo de la democracia, que casi le dan el premio Nóbel de la Paz.

A los que se crean que Juan Carlos Borbón, es un símbolo de la democracia, como vienen afirmando día tras día los propagandistas del Estado español y del Pentágono, en especial los medios de comunicación y los diferentes poderes del Estado, sepan que es la mayor de las mentiras impuestas durante la transición, la mayor de las manipulaciones y una tergiversación sin parangón de la realidad, al mejor estilo orweliano.

Este engaño tan descomunal se ha podido mantener durante estos últimos 30 años, gracias a la censura y a la propaganda.

Podemos anticipar que el despertad de los ciudadanos y pueblos de España ante tan espectacular y grave mentira se convertirá en un rechazo de la Monarquía de proporciones similares y proporcionales a la mentira que Aznar intentó imponernos durante tres días.

Sobre la histórica falsificación, o la falsa historia de Juan Carlos Borbón, el democrático, nos ocuparemos en los siguientes artículos.

Los siguientes artículos en curso son:

- 2. Pruebas objetivas, históricas, reales, irrefutables. Juan Carlos de Borbón, es un símbolo del franquismo

- 3. Propuestas para hacer desaparecer los símbolos y vestigios franquistas, que encarna Juan Carlos de Borbón y Borbón, que deben retirarse por voluntad popular.

Txema Bofill

 

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