Monarquía y república
Francisco A. Barado
Diari de Tarragona 8 de Noviembre de 2007
Dos ilustres periodistas
monárquicos, Mercedes Milá y Alfonso Ussía, han tenido la desfachatez
de afirmar en dos medios audiovisuales públicos que la monarquía es
barata. De la monarquía se puede decir todo, bueno o malo, menos que es
barata. Bastan unos ejemplos:
Un presidente de república no caza osos, ante todo, porque no tiene
tiempo...
Un presidente de república no 'regatea' en lujosos balandros durante
dos meses y medio. En todo caso, si es aficionado a la náutica, puede
navegar y regatear, durante su mes de vacaciones reglamentario, en un
barco pagado de su peculio.
Un presidente de república no tiene un familión, de hijos, nietos,
yernos con cargo al erario público.
Un presidente de república no necesita tener agendas para él, sus
hijos, sus yernísimos a fin de que salgan en los medios de comunicación
para hacer ver que trabajan.
Un presidente de república no puede convertirse en la tercera fortuna
de Europa en un lapsus de treinta años; primero, porque no gobierna ese
tiempo y, segundo, porque al haber sido elegido por el pueblo, éste se
lo demandaría.
A la familia de un presidente de república apenas nadie la conoce; ni,
a veces, a él mismo, como ocurre con Napolitano, en Italia, del que
apenas se sabe nada...