La indignidad del Juan Carlos de Bolsón
Ramón Jaramillo
Resumen
latinoamericano 11
de Noviembre de 2007
Cuando uno cree que lo ha visto todo en las muy predecibles e inútiles
cumbres, por no salirse de un mismo guión que de tan visto ya causa
aburrimiento, viene un incidente ocurrido en este Sábado de Gloria a
darle
colorido. Pero, ojalá fuese un motivo más digno el que
"coloree" una gris reunión. Es el primer incidente que uno ve
entre dos jefes de Estado: uno de ellos REALMENTE ELECTO por el pueblo y
otro elegido "por la gracia de Dios".
Sí, de "Dios" Francisco Franco Bahamonde uno de los más
sanguinarios dictadores del orbe, quien ante la disyuntiva de quedarse
sin sucesor o poner a un advenedizo allí, prefirió esta última solución
para poner a un
solemne MAJADERO sin ninguna clase de honor, ni siquiera académico,
hijo de gente que fue exiliada por ese mismo dictador cuando empezó su
régimen terrorífico marcado por el asesinato, entre otros, de un
intelectual como
Federico García Lorca. Algo que por cierto, se les olvidó a cierta
"intelligentsia" muy amiga de los anarquistas de siempre.
¿De cuales zurdas razones semejante hombre se permite mandar a
callar a un Jefe de Estado?. ¿De cual moral se agarra semejante
guabinoso personaje para comportarse en manera tan arrogante delante de
un foro mundial?. Nunca lo oí pronunciarse sobre las atrocidades del
"Dios", que lo colocó en un trono que se me antoja más inútil
que un concurso de belleza, ni sobre la infamante pobreza de España
adentro de regiones donde un peine simple parece toda una fortuna. ¿Que
puede llevar a semejante caballero a participar en un foro en
el cual nada tiene que aportar, ni que decir?. Nada, a Juan Carlos
"de Bolsón" solo le importan la vana figuración y su
exposición a los medios tales como la estulticia que bajo el nombre de
"¡Hola!" se encarga de
seguirle los pasos a él y a su familia desde que se levantan hasta que
se acuestan.
Creo conveniente recordarle a este caballero de donde procede. Es
uno de los últimos troncos de la indigna familia Borbón contra quien
luchó nuestra generación de Generales de Hombres y Mujeres Libres. El
propio Fernando Séptimo, uno de sus más preclaros
"representantes", fue quien se dejó hacer prisionero de
Napoleón Bonaparte y que le dio la mejor de las oportunidades a quienes
buscaban nuestra independencia. El mismo hombre que hizo venir a un
Vicente Emparan que no pudo contra la ambición de "sus
gobernados" de querer ser libres. El que nos hizo el
"regalo" de enviarnos al "Pacificador" Pablo
Morillo, de cuyo proceder la Historia Patria guarda espantosos
recuerdos. El mismo cuyas huestes fueron vencidas por Simón Bolívar,
entre tantos otros. El que hizo regresar a la cohorte de militares que
pretendió reconquistar lo que nunca le perteneció a ninguna corona...y
que regresó con el rabo entre las piernas. No sin antes retener en su
tierra el repele del saqueo de sus ancestros. Algo que muy posiblemente
olvidó el "ladrón de 7 suelas" que gobierna en Perú...
Por eso sería mejor que su "Graciosa Majestad" se ocupe
de mandar a callar a quienes le humillaron a su hijo Felipe y a su nuera
Leticia. O, en su defecto, al propio pueblo español, el día tal vez no
muy lejano, cuando
mediante un muy Soberano Referéndum le diga a gritos que NO necesita de
una familia inútil que le esté expoliando con altos impuestos para
financiar su muy español y "católico" estilacho de
vida...con bautizo incluido en las aguas contaminadas de indignidad del Río
Jordán.
Digo, si es que aún le sobran ganas de mandar a callar a
alguien...¿tal vez a Michelle Bachelet?.