El día que Juan Carlos de Borbón dijo algo que no le habían escrito
Borbón, visiblemente alterado, abandonó el acto de clausura de la Cumbre Iberoamericana que se ha celebrado en Santiago de Chile para no escuchar las críticas que el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, dirigió a la multinacional española Unión Fenosa. Por su parte Rodríguez Zapatero reclamó a Chávez «respeto» para Aznar destacando que «fue elegido por los españoles».
Hugo Chávez
Se ha afirmado que no tenía sentido criticar a Aznar en una cumbre
que abordaba la cohesión social de la comunidad iberoamericana,
pero pocos informaron que la intervención de Chávez previa al
incidente era en respuesta a las palabras recién expresadas de
Zapatero, quien afirmó que un país nunca podrá avanzar si busca
justificaciones de que alguien desde fuera impide su progreso. El
presidente venezolano mostró su desacuerdo y respondió que “no
se pueden minimizar” el impacto de los factores externos, en
referencia al apoyo de Aznar al golpe de Estado en Venezuela en el año
2002.
Se le acusa a Chávez de recurrir al insulto para dirigirse a Aznar y no respetar las formas y la educación. Pero no debemos olvidar cuál es el motivo de la indignación de Chávez, un gobierno quiere derrocar a un presidente legítimo y apoya un golpe de Estado y frente a eso la reacción es acusar al presidente de insultar al golpista. El mundo al revés.
También se ha vuelto a afirmar que no era el lugar y el momento adecuado para la acusación. Eso mismo dijo la derecha al ministro de Asuntos Exteriores español Miguel Angel Moratinos cuando esgrimió esa acusación de apoyar el golpe contra Aznar en un programa de televisión. ¿Cuándo es el momento para decirlo? No hay cumbres iberoamericanos bajo la temática “los golpes de Estados que se quisieron dar en América Latina y quiénes estaban detrás de ellos”, de modo que habrá que explicarlo en algún momento que se reúnan y debatan los presidentes.
El presidente español reaccionó molesto a las críticas de Chávez
al ex presidente Aznar y recordó que fue elegido democráticamente.
Un presidente puede tener la obligación de defender las
instituciones de su país ante críticas extranjeras, pero no las
políticas de otros gobernantes. Si el presidente de Venezuela
hubiera embestido contra el Parlamento español, el Tribunal Supremo
o cualquier otra institución la reacción de
Zapatero hubiera sido justificada, pero lo que afirmaba Chávez sobre la participación española en aquel golpe, además de ser verdad, fue también reconocido y revelado por el ministro de Exteriores español primero en un programa de televisión y posteriormente en el Congreso de Diputados. No debería molestar nunca la verdad.
El presidente español se permitió también la impertinencia de afirmar ante los periodistas tras la cumbre que advertía al venezolano que esperaba que fuese "la última vez" que en un foro como la cumbre iberoamericana alguien actúa como lo hizo él con sus críticas al ex mandatario José María Aznar. ¿Por qué no puede un presidente denunciar en una cumbre el apoyo de un país a un golpe de Estado?
Zapatero volvió a estar desafortunado poco después en un mitin en Buenos Aires, donde dijo que en una reunión internacional, si alguien ataca y descalifica a tu compatriota, aunque éste sea un rival y adversario, "tú sales a defenderle". ¿Debemos defender a Franco? ¿también a los españoles que participaron y fueron condenados por los atentados de Atocha? ¿deben los alemanes defender a Hitler? ¿qué hacemos en Iraq con los iraquíes que defienden a su compatriota Sadam Hussein? ¿qué haríamos con un saudí que defendiera a su compatriota Bin Laden?
Si Zapatero quiere defender compatriotas lo que debería hacer es pedirle al fiscal general que apoye a los abogados de la familia Couso que está pidiendo justicia por el asesinato del periodista José Couso por militares estadounidenses en Bagdad. Ahí es donde se debe ver la defensa de un presidente a sus ciudadanos.
El rey de España por primera vez dijo algo espontáneo que
previamente no había sido escrito por ningún asesor, ni Casa Real,
ni miembro del gobierno. Los españoles pudimos ver su capacidad
analítica, nivel intelectual, conocimiento geopolítico, dotes
diplomáticas y respeto a un gobierno legítimo en su expresión
"¿Por qué no te callas?" Numerosos medios y analistas
comentan que el rey perdió los nervios, estoy convencido de que no
los perdió, simplemente, por única vez, ha hablado por su propia
boca y no repitiendo lo previamente indicado por nadie. Ya sabemos
por tanto lo que puede dar de sí el Borbón cuando se le deja solo.
Algunos nos pareció estar oyendo en ese "¿Por qué no te
callas?" el “Se sienten coño” de otro militar español [1]
. Aunque quizás lo que alarmó a Juan Carlos de Borbón fue los
detalles secretos del golpe de Venezuela que estaba contando Chávez.
¿Pensó quizás que se acercaba a alguna revelación peligrosa?
Partido Popular
A través de su secretario de comunicación, Gabriel Elgorriaga,
aseguró que el incidente ha sido consecuencia "de la imprevisión,
de la negligencia y de la falta de capacidad de actuación" del
presidente Zapatero. ¿Creía Zapatero que defender el golpismo de
Aznar frente a las verdades de Chávez le iba a granjear aplausos de
la derecha?
El coordinador de Izquierda Unida ha demostrado gran sensatez
admitiendo que "puede discutirse la oportunidad de las
formas", pero subrayó que "lo que no es discutible es lo
dicho por Chávez sobre la implicación y el apoyo" del
Gobierno de Aznar a la intentona de derrocarlo en 2002”.
Para Llamazares, "lo que hace Chávez es decir la verdad", y que "a estas alturas alguien se escandalice" por censurar aquella maniobra "es, cuando menos, hipócrita".
Editoriales de El País y El Mundo
“También don Juan Carlos estuvo en su papel, puesto que el
presidente venezolano cruzó con sus descalificaciones la línea de
lo tolerable en una relación entre países soberanos”, decía el
editorial de El País. Años criticando la mala educación y la
ausencia de formas del presidente de Venezuela y aparece Juan Carlos
de Borbón diciendo "¿Por qué no te callas?" al
presidente de un país en el plenario de una cumbre y dicen los del
diario global que “estuvo en su papel”. La sintonía con el
editorial de El Mundo es absoluta: “al matonismo político del
presidente venezolano, Hugo Chávez, que está contagiando a otros
presidentes, como el nicaragüense Daniel Ortega. Y fue el Rey de
España quien paró los pies al caudillo venezolano en presencia de
todos los mandatarios iberoamericanos, diciéndole lo que hace mucho
alguien le tenía que haber dicho”. "¿Por qué no te
callas?" eso es lo que hay que decirles a los presidentes
latinoamericanos cuando no nos gusta lo que dicen, según el
criterio de este periódico. Además,entre un rey no elegido y un
presidente elegido en las urnas, El Mundo reserva la consideración
de “caudillo” para el segundo.
Diario Público
Dicen en portada que “Daniel Ortega también ataca a España” y
lo vuelven a repetir en la página 2: “Los representantes de
Nicaragua y Cuba también critican a España”. No es verdad, nadie
atacó a España, Chávez criticó a Aznar y Daniel Ortega a Unión
Fenosa. Ni Aznar ni esa empresa privada son España. Uno de sus
analistas, Jesús Gómez, escribe “Lo último que necesita la
izquierda latinoamericana es una dosis extraordinaria de mesianismo
y desprecio por la democracia y sus formas”. Lo preocupante es que
no se refería a los golpistas de Estado contra Venezuela, sino a su
presidente democrático.
El amotinamiento de los países dignos contra golpismos y abusos procedentes de presidentes y multinacionales españolas en esta cumbre nos debe hacer reflexionar a todos en que ha llegado la hora de cambiar las relaciones entre la antigua metrópoli y América Latina. Las expresiones y avances hacia la unidad latinoamericana deben conllevar el alejamiento de una ex metrópoli que, con un jefe de Estado no electo que manda callar a los presidentes democráticos de América Latina y abandona las reuniones cuando no le gusta lo que oye, demuestra que no ha entendido que las cosas han cambiado. Si el gobierno de España va a esos encuentros a representar y defender a las multinacionales y a presidentes golpistas, este país europeo sobra en las cumbres latinoamericanas.
Cuando un joven se hace adulto e independiente llega el momento en su vida en que debe dejar de invitar a tus cumpleaños y fiestas sociales a aquel compañero del colegio violento y bestia que le molestaba en el recreo. América Latina debe elegir entre unidad y soberanía o metrópoli que le dice que se calle.
[1]
Esa fue la expresión utilizada por el teniente coronal
Antonio Tejero dirigida a los diputados en el intento de golpe
de estado del 23 de febrero de 1981