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Carta de un sudaca a Juan Carlitos, el Borbón. Arturo Alejandro Muñoz
Estimado Juan
Carlos (me es difícil llamarte Majestad, porque donde vivo ese
título se lo damos solamente al buen vino, o a una hembra de
pechos y nalgas generosas):
Soy nieto de
españoles nacido en Chile entre ríos de torrentosas aguas
cordilleranas y frutales que ya los quisieras en España. Mis
ancestros proceden de Castilla la vieja,.aunque uno que otro por
ahí asegura tener raíces catalanas, lo que en verdad a mí me
dice poco y nada, pues de tu país, con suerte, algo sabemos por
estos lugares gracias a Serrat, Sabina y, muy particularmente,
Cervantes, Quevedo, Unamuno y García Lorca. Pero, a fuerza de
franqueza (no de franquismo) de ti es bastante exiguo lo que
podemos reportar, salvo que una periodista se transformó en tu
nuera y que ya tienes nietas.
Quiero
contarte que uno de mis abuelos llegó siendo un adolescente
imberbe- a esta franjita conocida con un extraño nombre, Chile,
allá por el año 1923, cuando en tu patria muchos de los
habitantes de la España campesina morían de hambre y de
olvido. Se llamaba Alejandro. No vivió la guerra civil pero,
diablos, cómo la lloró. Tuvo suerte mi abuelo. Tampoco le
alcanzó la existencia para soportar la dictadura de Pinochet,
ya que falleció algunos años antes. Disfrutó de un buen pasar
por estos lares. Engendró ocho hijas (una de ellas fue mi
madre) y jamás pudo ahorrar dinero suficiente para regresar a
su tierra, ni siquiera como turista. Si aún viviera, de seguro
que tus guardias pretorianos vestidos con tricornios y haces
lictóricos lo hubiesen detenido en Barajas y enviado de regreso
con viento fresco por provenir de una nación sudaca.
¿Sabes? Según
mi escuálida opinión de latinoamericano, eres un vástago de
Franco. No sé qué utilidad puedes prestar a tu país. Perdona
mi asertividad algo irreverente, pero ¿qué haces después de
abandonar tu lecho cada mañana? No eres obrero, maestro
ciruela, tarotista ni personal trainer; no vas a ninguna oficina
bursátil ni burocrática, no conduces un taxi; tampoco eres guía
turístico, futbolista ni académico universitario… menos aún
eres trabajador agrario, torero, cantante, ascensorista, cura o
alcalde. Traté de averiguar si eras tornero, mecánico, médico,
odontólogo, escritor, proctólogo, nutricionista, poeta, actor
de teatro, trabajador social, psicólogo, linotipista,
refrigerante, electricista, ingeniero, fontanero….pero, nada de
nada. Me han dicho que no trabajas en ninguna organización
supranacional como la OIT, la UNICEF ni algo parecido.
¿Limpias pisos? ¿Vendedor viajero? ¿Eres chef, comerciante, buhonero, minero? ¿Saltimbanqui, actor circense, estrella de televisión, cantautor? ¿Pagas impuestos?
Que eres rey
eso me han contado. Con tal título, aquí en Chile estarías a
cargo de un carrito ambulante de comestibles, como el rey del
mote con huesillos, o el rey de las empanadas fritas y las
sopaipillas, o el rey del hot-dog o simplemente, en un psiquiátrico,
tal como está el rey de la luz estrogoscópica de Jesús el
rockanrolero. La verdad es que no imagino qué haces para no
aburrirte, y no me vengas con el deshuesado cuento de que tu
sangre procede de familias que en la Edad Media creían ser
designadas por Dios. Te aseguro que en América Latina eso pesa
menos que un pedo en un canasto. Ni se te ocurra meterte por
estos lados a una barra brava del fútbol y lenguajear que eres
monarca de no sé dónde, porque lo más seguro es que del
estadio saldrías desplumado y en cueros.
Supe que en
España algunos irrespetuosos han estado quemando tu foto. No te
preocupes. Aquí en Chile, hace pocos años atrás, los
militares golpistas pro-franquistas quemaban a las personas, y
no a sus fotografías. A otras las lanzaban al mar desde un
helicóptero, y a muchas (a miles en verdad) les arrasaban sus
viviendas en medio de la noche o las trasladaban, a golpes de
culatazos y puntapiés, hasta campos de concentración donde
eran torturadas salvajemente, cuando no fusiladas sin juicio ni
razón ni argumento.
Pero aún
tienes defensores allá en la península que siguen creyendo ese
cuento de hadas respecto de tu sangre borbónica (lo que huele a
vinacho metido en vasijas de madera). Un Zapatero (lindo oficio)
aseguró que para España eras más importante que nunca y
gozabas como rey.- de excelente salud, asunto bastante raro ya
que por estas tierras sudamericanas no nos ha llegado ningún
rumor de que hayas sido presa de una enfermedad, como ocurrió,
por ejemplo, con nuestro hermano Fidel. Claro que, a fuer de ser
sincero, un amigo campesino de por acá me dijo que el Zapatero
era en verdad Sobadero, lo que por estos rumbos viene a
significar algo así como lameculos, apatronado, obsecuente,
cobardija, servil o yanacona. La verdad es que desconozco todo
sobre la España de hoy, por lo tanto no puedo desmentir ni
asegurar nada al respecto.
Bueno
compadre (y agradéceme Juan Carlitos, porque con ese compadre
te estoy privilegiando), espero sinceramente que puedas
encontrar un trabajo productivo y bien remunerado, para, de esa
laya, evitar que muchos españoles con justa razón según me
parece- sigan afirmando a través de Internet que eres un flojo
sin destino, un inútil, un lastre económico para el Estado,
una pieza de museo, una deshilachada consecuencia del
franquismo, un personaje ahistórico, en fin…un vago en
realidad, y un vago demasiado caro. No lo digo yo, lo aseguran
tus compatriotas.
Si te
interesa desmentir a tus detractores, acá en el campo chileno
donde vivo, este verano se necesitará mucha mano de obra en las
principales empresas agrícolas para esta nueva temporada de
cosecha de frutas. Escríbeme y podré conseguirte un puesto de
trabajo, al menos por tres o cuatro meses. No pagan muy bien….doce
dólares diarios…pero peor es nada y por algún lado se
empieza, ¿no crees?
Me despido
deseándote que los caminos te sean fructíferos y que España
no se convierta en un calvario para ti.
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