Por la prensa sé que nos visita el jueves 25 de enero. No podré estar,
desafortunadamente, ese día en Utrera... para enarbolar así al viento mi
bandera... bandera tricolor por supuesto que, como sabe bien, Don Felipe,
nos fue robada a los españoles tras un cruento Golpe de Estado.
Nada tengo contra su persona, en particular, aunque sí sobre la Institución
a la que representa y de la cuál yo no me siento vasallo. Es usted una
persona joven y parece no muy anclado en el pasado, ni en esos empalagosos e
hipócritas protocolos de Palacio... Eso sí, lo que usted representa, repito,
lo siento caduco y desfasado. De otros tiempos en que los reyes eran la mano
de Dios en la tierra.
Por supuesto usted, Don Felipe, nada sabe de Utrera (quizás
ni falta que le haga), pero yo le cuento, si le va al caso, que
desde hace algunos años ciertas personas (yo entre ellas) nos oponemos a
que se le dé al Príncipe de España la Medalla de Oro y la condición de
Hijo Predilecto de la ciudad. Y, vuelvo a incidir, no es por nada
personal, qué va, simplemente entendemos que esos méritos y reconocimientos
son para personas que se han dignificado por su entrega, su lucha, o por los méritos
contraídos con este pueblo durante toda una vida.
Quiero que entienda esto: A lo largo de siglos han sido algunas las
personas que se han destacado en su constante entrega en una
labor
diaria por mejorar y hacer la vida más agradable a este
pueblo, y es a ellos, a esos hombres y mujeres, a los que
se les debe reservar este honor.
Don Felipe, tenga usted claro que va a acudir a un acto protocolario con más
tintes de maquillaje político que de otra cosa, además algo que no se creen
ni los que se van a dar de codos para salir en la foto, para figurar y salir
ese día en televisión y que podrán vender al mejor postor unos titulares...
Márketing, que le llaman. Seguramente su Institución y usted mismo, Don
Felipe, pueden valer para mucho más, ¿verdad? De no ser así...
En fin, querido Felipe, que me voy a quedar con las ganas de que su
persona vea mi bandera desplegada al viento. Lastimosamente, no es
cuestión de perder el tiempo y dejar cosas mucho más importantes que de
antemano tengo ya planificadas, sólo por un rato de protestas
a su nombramiento (que por cierto serían obviadas por cualquier medio de
comunicación que se "precie" de no ser 'rojo', es decir, por
cualquiera de los que a diario ponen su lomo gastado a disposición de los
latigazos del poder).
Mi protesta queda plasmada en este escrito... no creo que merezca la pena
perder más tiempo en esto. Por cierto, señor Borbón, que tenga usted un
feliz viaje y que, al menos, después de este desacertado acto, sepa usted,
Don Felipe de Borbón, Príncipe de Asturias y Heredero a la Corona de España
por la gracia del caudillo, dónde queda este bello pueblo de la campiña
sevillana, Utrera... y no se vaya sin probar los mostachones, hombre.
Atentamente, un ciudadano comprometido con Utrera
Antonio Criado Barbero.