El rey,
con la maleta
lista
Isaac
Rosa
Público 10 de
Agosto de 2009
Me he puesto a recopilar
leyendas relacionadas
con el
rey, y llevo ya dos
cuadernos llenos. Durante años
Juan Carlos de Borbón ha dado
pie a cientos de chismes, fábulas
y anécdotas apócrifas que le
hacían protagonista de todo tipo
de encuentros y percances, pero
también asuntos turbios.
Entre esas leyendas, la más
inocente es un clásico de toda
monarquía, que tiene origen
medieval: el rey a caballo que
auxilia a un campesino en el
bosque sin que este descubra
su identidad hasta el último
momento. En la adaptación española
se cuenta la historia de
un motorista que se detiene en
el arcén para ayudar a un automovilista
averiado. El amable
desconocido lo lleva en su moto
a la gasolinera más próxima,
y sólo al despedirse levanta la
visera del casco para revelar su
identidad. ¡Es el rey!
Junto a esa bonita historia,
siempre ha circulado todo tipo
de rumores sobre la cara oculta
del rey: negocios, amistades
peligrosas, amantes, aficiones
y frases atribuidas. Es normal
que alguien protegido durante
décadas por un blindaje total haya dado pie a una rumorología tan extensa.
Sin embargo, últimamente el blindaje muestra algunas
grietas, y se han filtrado informaciones
que no dejan al rey
en buen lugar. Hemos sabido
de sus cacerías, por ejemplo, y
hasta se ha hablado en público
de algunas relaciones amistosas
y económicas.
Lo saludable en términos democráticos
sería que el blindaje
se retirara, y las leyendas
desaparecieran en favor de la
información, incluso si ésta
le perjudica. Y que llegue un
momento en que ya no quepan
leyendas urbanas, pues todo
ya se sepa. Aunque claro,
si eso ocurriera y la Casa Real
se volviese transparente, seguramente
empezaría a circular
otro rumor: que el rey y su familia
tienen listas las maletas
para marcharse.
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