Javier Parra
La república.es
Reivindicaba Letizia Ortiz
el 15 de junio que “el verbo elegir signifique lo mismo para todos”.
Curiosa afirmación viniendo de la esposa de quién, si la democracia
no lo remedia, va a acceder a la Jefatura de Estado de nuestro país
solamente por apellidarse Borbón y sin que experimente eso de ser
elegido democráticamente por la mayoría de españoles y españolas. El
problema es que sus afirmaciones no se referían a la política, si es
que puede llamarse política a lo que ejercita una familia que hereda
una institución como si fuera un cortijo. Dejemos pues la frase para
el anecdotario borbónico.
El mismo
día, su suegro, Juan Carlos Borbón – permítanme quitarle el “Don”, el
“de” y el número romano – recibía en el Palacio de la Zarzuela a los
ganadores de un concurso que hace apología de la Monarquía entre niños
de entre apenas 8 y 13 años. Es una pena que en lugar de difundir entre
los más jóvenes de nuestros jóvenes los verdaderos valores de la
democracia, se les use para ensalzar una institución que no se rige por
valores democráticos.
Ya
puestos a ensalzar al rey entre los jóvenes, no estaría mal darles
algunas lecciones como por ejemplo, ¿Quién lo puso ahí? ¿Cuanto
cobra? ¿Quién lo elige? ¿A que destina los fondos destinados a la
Casa Real? ¿Por qué goza de una protección especial? ¿por qué es
irresponsable ante la ley? ¿Por qué se condena a quien le critica?
¿Por qué se condena a quien hace caricaturas del Borbón Junior?,
etc.Puestos a organizar concursos también se podría convocar alguno
para que los chavales dieran ideas sobre otra cuestión y que podría
titularse: ¿Qué hacemos con los Borbones? Seguro que darían ideas
muy originales y mucho más sanas que la de colgarlos de las tripas
de los obispos.
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