Censura real.
La Casa
Real paraliza la publicación del libro
“La Conjura de
mayo”.
Amadeo
Martínez Inglés
1 de Noviembre de
2009
UCR
1 de Noviembre de
2009
Nota del coronel
Martínez Inglés
La Casa Real paraliza la
publicación del libro “La Conjura de mayo”. Contiene reveladoras e
inéditas informaciones sobre las responsabilidades del rey en el 23-F.
Como ya intentara hacer con
varios de mis libros anteriores en los que fui volcando mis primeras
investigaciones sobre el verdadero papel que jugó la corona en la
planificación, organización y ejecución de la llamada maniobra
involucionista del 23-F, la Casa Real española ha vuelto a movilizarse
con todas sus fuerzas para evitar (como ya hiciera con éxito no hace
mucho tiempo con unas memorias del antiguo valido real Prado y Colón de
Carvajal, de las que fueron destruidos varios miles de ejemplares ya
editados) que mi último libro titulado “La Conjura de mayo. La rebelión
de los generales franquistas”, salga a las librerías.
Y ello ha sido así,
sin duda, porque en este mi nuevo trabajo de investigación histórica en
el seno de las Fuerzas Armadas, saco por primera vez a la luz
sorprendentes e inéditas revelaciones sobre el golpe militar que
preparaba la extrema derecha castrense para el 2 de mayo de 1981 y que
fue la causa real y única de que el entorno del monarca (los generales
Armada y Milans del Bosch), al conocerlo, pusieran en marcha con toda
urgencia una maniobra político-militar-institucional de altos vuelos que
lo desactivara: la denominada por políticos y periodistas “Solución
Armada” y que luego conoceríamos popularmente todos los españoles como
“23-F”.
De momento, La
Zarzuela, tras sacar su veto real a relucir, ya ha conseguido que la
editorial Espasa Calpe, del grupo Planeta (empresa que es de dominio
público mantiene estrechos vínculos con la Familia Real) rompa su
compromiso para la publicación del libro en cuestión; compromiso que
había asumido de palabra con mi agente literario y que se remontaba a
principios del pasado verano cuando le solicitó (a través de la
responsable del departamento de Ensayos) ser la primera editorial que
recibiera el original y, además, con carácter exclusivo.
El original le fue
enviado el día 21 de septiembre del presente año y, a primeros de
octubre, el citado departamento de Ensayos de Espasa Calpe nos comunicó
su excepcional interés por el mismo (llegaron a calificarlo de bomba
editorial) volviendo a solicitar a mi agente que ninguna otra empresa
del sector entrara en posesión del documento.
Sorprendentemente, el
21 de octubre pasado la empresa editorial pidió a mi agente literario
una semana más para poder formalizar el contrato de edición y al término
de ese plazo, el miércoles 28 de octubre, anuló áspera y unilateralmente
el compromiso verbal en vigor, alegando la existencia de un supuesto
informe de un historiador civil, domiciliado en la ciudad de Zaragoza,
que habría desaconsejado la publicación del libro.
A este historiador,
que siempre ha estado al tanto de las presiones de todo tipo con las que
La Zarzuela ha intentado someter a los diferentes editores que
manifestaron su interés en publicar mis libros (especialmente el más
reciente de ellos “Juan Carlos I el último Borbón”) consiguiendo que
muchos de ellos renunciaran definitivamente a hacerlo, no le cabe la
menor duda de que tras la fantasmal figura del historiador zaragozano,
sacada a colación por la editorial Espasa Calpe para justificar su
aprofesional renuncio, se esconde la larga mano de la Casa Real española
que, una vez más, trata de actuar parapetada tras su inviolabilidad, su
irresponsabilidad, su blindaje mediático e institucional y su impunidad
para menoscabar y cercenar de un solo tajo la libertad de expresión de
un profesional que se limita a ejercer su trabajo con honestidad y
sentido de la historia.
Por todo ello, harto
ya de las trampas y zancadillas de su titular (un dios constitucional en
toda regla) al que, por estar por encima de las leyes en el marco de
esta democracia “sui géneris”, corrupta e imperfecta que “disfrutamos”
los españoles, no se le pueden pedir responsabilidades de ningún tipo,
no me queda otra opción que denunciar este hecho flagrante contra mi
libertad de expresión y mis derechos como ciudadano a los medios de
comunicación y a las fuerzas políticas de este país.
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Amadeo Martínez Inglés
es coronel, escritor e historiador.
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