Malali Labrac
Entre Víznar y Alfacar mataron al poeta. A pocos metros de la Fuente Grande, de
la Fuente de Aynadamar, la Fuente de las Lágrimas, la garra negra del fascismo
asesinó a Federico García Lorca hace más de 67 años, una madrugada
de agosto de 1936. Lo mataron por ser un poeta rojo y homosexual, por transmitir
a través de sus poemas la angustia de los explotados en un mundo dominado por
sus explotadores, por abrir nuevos caminos en la poesía que sirvieran como
ariete para contribuir a la caída de la injusticia y al nacimiento de un mundo
nuevo, por apoyar a la desdichada Segunda República
Española que ellos, las huestes del fascismo, querían enterrar.
Entre Víznar y Alfacar, aquella madrugada de 1936, no se estaba matando sólo a
un gran poeta progresista y homosexual llamado Federico García Lorca, junto a
él estaba siendo asesinada la España revolucionaria y democrática, la España
del Frente Popular, la España de Azaña, de Pasionaria, de Alberti, de Miguel
Hernández, la España implacable y redentora y la España de la rabia y
de la idea de Antonio Machado. En aquel barranco de Víznar, tan cerca de
la ciudad de Granada, mientras los pistoleros del fascismo fusilaban a Federico
García Lorca junto a un maestro republicano y a dos
banderilleros anarquistas, la sentencia de muerte de la Segunda República Española
estaba siendo firmada. El destino de España y de los pueblos y naciones que la
componían era un hondo túnel de muerte y destrucción que
duraría 40 largos años, y que aún hoy pende sobre nuestras cabezas cual
espada de Damocles gracias a los miedos, fracasos y traiciones que hicieron
posible la Santa Transición y legalizaron la monarquía fascista tras un simple
lavado de cara.
En los parajes donde fue brutalmente asesinado el poeta rojo hace seis decenios
descansa hoy el Parque Federico García Lorca, símbolo de la memoria histórica
de varias generaciones, representación trágica y amarga de la España
derrotada. En él a finales de agosto, coincidiendo siempre con las posibles
fechas en que se produjo el crimen, se celebra desde hace años un homenaje al
poeta y a todas las víctimas de la Guerra Civil Española mediante recitales de
poesía acompañados de música , generalmente flamenca. Por allí han pasado
Paco Rabal, Aurora Bautista, María Galiana, Ian Gibson,
Imanol Arias, Carmen Linares, Arcángel, Asunción Balaguer o su nieto Liberto
Rabal. He podido asistir a algunas de esas noches de recuerdo y emoción desde
1996 cuando acudí por primera vez y escuché ensimismado al genial Paco
Rabal, al gran actor comunista, recitar los versos del " Llanto por
Ignacio Sánchez Mejías ". Estos homenajes tienen siempre un tinte
republicano, un sabor revolucionario y democrático, que es algo difícil de
encontrar en la monarquía borbónico-franquista que nos oprime. El verano
pasado, justamente, mientras la actriz Asunción Balaguer y su nieto, el también
actor Liberto Rabal recitaban esplendorosamente a Lorca y Alberti, una bandera
republicana, nuestra querida tricolor, asomaba detrás de ellos, tímida y
cohibida pero sabiendo que ese era su lugar, que aquel 17 de agosto de 2003,
entre Víznar y Alfacar, en el parque del poeta asesinado, en el corazón
de la provincia de Granada, había renacido la Segunda República. En la España
del PP, en la España que expulsa inmigrantes ilegales, en la España donde
los torturadores campan a sus anchas en comisarías y cuartelillos, en la España
que acosa y oprime a las nacionalidades históricas, en la España que invade y
ocupa Irak causando miles de muertos, en la España de la siniestralidad laboral
y el trabajo precario, por unos instantes el sueño de una noche de verano había
resucitado a otra España, la España libre y
rebelde que llevaba más de 60 años muerta y enterrada.
Entre Víznar y Alfacar, en unos meses, empezarán las excavaciones para
encontrar los restos de los compañeros de muerte de Lorca : Dióscoro Galíndez
Gonzaléz , el maestro republicano de Pulianas de la Vega y Francisco Galadí,
el bravo banderillero anarquista que defendió el Albaicín de la sublevación
fascista durante varias jornadas de julio de 1936,
mientras el barrio obrero granadino era bombardeado desde los palacios de la
Alambra. Quizás removiendo la tierra y los recuerdos aparezca el cadáver de
Federico, Quizás ese dia se convulsione el mundo ante el descubrimento de
los restos del autor del " Romancero Gitano " y de " Poeta en
Nueva York ", ante el regreso del genio de Fuente Vaqueros tras permanecer
tantos años enterrado en el barranco de Víznar. Pero no podemos olvidar que en
aquel
paraje yacen junto a Federico, cerca de 3000 personas, asesinada fríamente por
las escuadras fascistas que llenarían de terror todos los rincones de España
en los años siguientes. En aquel barranco de Aynadamar, junto a la Fuente de
las Lágrimas, descansa la memoria histórica de la República del Frente
Popular, la memoria histórica de la otra España, aquella que será siempre
camisa blanca de nuestra esperanza. La España que no aparece en los periódicos
ni en las televisiones del poder, la España que guardamos en nuestros
corazones, la España que vuelve del pasado a través de Internet, a lomos de la
prensa alternativa y de los nuevos movimientos sociales, cómo Unidad Cívica
por la República, la España del futuro que regresará mucho más temprano que
tarde envuelta en la bandera roja, amarilla y morada, en la bandera republicana
de la libertad y la justicia.
Esa España tiene un nombre. Se llama Tercera República.
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Esta dirección contiene fotografías del Parque Federico García Lorca de
Alfacar. http://www.alfacar.net/gallery/view_album.php?set_albumName=album10&page=3
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