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LAS JUSTIFICACIONES DEL ALZAMIENTO CONTRA LA REPÚBLICA

Versiones de la memoria histórica

Vicenç Navarro *

El Periódico 10 de Diciembre de 2006


• Las interpretaciones de la guerra civil más extendidas en España son profundamente conservadoras


La gran influencia que las derechas han tenido en la transición de la dictadura a la democracia en España explica que las versiones historiográficas más extendidas en la cultura mediática y política de este país sobre la guerra civil, la dictadura y la transición sean versiones profundamente conservadoras. Una, ampliamente extendida en la ultraderecha española, es que la guerra civil fue necesaria para evitar la victoria del comunismo. El levantamiento que llaman nacional era necesario para parar al comunismo y a la Unión Soviética. Es casi imposible seguir una conversación con tales autores sin que inmediatamente aparezca el nombre de Stalin, el Partido Comunista, las checas soviéticas, el asesinato de sacerdotes y monjas y otros eventos similares.


Tal versión ignora que el Partido Comunista era, en realidad, muy minoritario cuando tuvo lugar el golpe militar, y que su influencia fue relativamente menor excepto en la parte final del conflicto, y ello como consecuencia de la ayuda recibida por el único país (junto con México) que apoyó a la República: la URSS.

 

EL PARTIDO Comunista lu- chó para restablecer la República democrática, y entró en conflicto precisamente con aquellas fuerzas políticas y sociales que deseaban una revolución. Al Partido Comunista (y a la Unión Soviética) se le pueden hacer muchas críticas, pero no la de intentar establecer una "dictadura del proletariado" en España.


Aclarar estos puntos conlleva inmediatamente ser acusado por tales autores ultraderechistas de ser filocomunista o, todavía peor, estalinista. Aclaración personal: mis libros críticos de la URSS --tales como Social Security and medicine in the USSR-- fueron prohibidos en aquel país, y fui declarado persona no grata por el régimen soviético, como consecuencia no solo de mis escritos, sino también de haber denunciado el sistema soviético en un congreso de intelectuales en Moscú en la época de Breznev.


Otra versión conservadora, distinta de la de la ultraderecha, es aquella que ve el golpe militar y la dictadura que estableció como consecuencia de lo que llaman el "fracaso o el desastre de la República". Se- gún tales autores, la situación que ellos definen como caótica existente durante la República requirió un golpe militar que pusiera orden. Esta versión ignora, entre otros hechos, que la República fue la época más modernizadora que existió en la primera mitad del siglo XX, en la que se llevaron a cabo reformas necesarias a las que se resistieron aquellos grupos cuyos intereses quedaban afectados por ellas (la Iglesia, la banca y el Ejército, entre otros poderes fácticos), y que fueron los responsables de la interrupción del Gobierno democráticamente elegido.


Estas dos versiones históricas, que han sido las dominantes en nuestro país durante la dictadura e incluso durante el periodo democrático, han ido siendo sustituidas por una versión centrista que se presenta en dos formas. Una, de centro derecha, generalmente de connotaciones cristianas, en la que se considera que lo que ellos llaman los dos bandos de la guerra civil cometieron igual nú- mero de atrocidades, estableciendo además una equidistancia en la responsabilidad por aquel conflicto. Esta versión señala que es mejor perdonar y olvidar el pasado, a fin de no abrir las heridas supuestamente ya cicatrizadas.


La otra versión centrista, con mayor sensibilidad democrática que la anterior, es la que considera necesario que, para equilibrar los homenajes que se hicieron durante la dictadura a las víctimas de la represión republicana, se homenajee ahora a las víctimas de la represión franquista, reconociéndolas y compensándolas, a ellas o a sus familiares. Se reproduce en esta versión histórica la imagen de los dos bandos, es decir, de las dos Españas que, según Santos Juliá, están desapareciendo o ya han desaparecido.


Estas versiones, aunque todavía ampliamente mayoritarias en España, no son las más comunes en la Europa democrática. El mal llamado golpe nacional del 18 de julio de 1936 fue liderado en su inicio por tropas extranjeras (la legión, las tropas marroquís, las tropas fascistas italianas y la aviación nazi e italiana), y fue resistido por la mayoría de la población, lo cual explica la enorme represión impuesta por aquel golpe militar y por la dictadura que estableció. Tal terror fue causa del miedo que marcó a varias generaciones hasta casi 40 años más tarde, cuando, como consecuencia de las movilizaciones de las clases populares en contra de la dictadura, por un lado, y del deseo del poder económico de integrarse en Europa, por el otro, se realizó la transición de la dictadura a la democracia.

 

ESTA VERSIÓN histórica (considerada "maniquea" por las derechas) niega una equidistancia en responsabilidades, y define como justos a aquellos que fueron asesinados o reprimidos por su oposición al golpe militar y a la dictadura que implantó, e injustos a aquellos que los sostuvieron. Tal versión considera que debería prohibirse homenajear a los golpistas y en su lugar homenajear a los que lucharon por la democracia (incluyendo el Partido Comunista, que lideró la resistencia en contra de la dictadura), prohibiendo cualquier apología al franquismo, tal como ocurre en otros países, como en Alemania, que sufrieron dictaduras semejantes.

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*Catedrático de Ciencias Políticas de la Universitat Pompeu Fabra

 

 

 

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