Promover
el olvido
Víctor
Díaz-Cardiel
UCR
5 de
Octubre de 2005
El
gobierno del PSOE dictó un Real Decreto 1891//2004 de 10 de septiembre, por el
que se creó la comisión interministerial para el estudio de la situación de
las victimas de la guerra civil y el franquismo.
La
comisión interministerial la presidía (y preside), la vicepresidenta de lo
gobierno, doña Mª teresa Fernández de la Vega.
La
Sra. De la Vega ha decidido frenar, relantizar, dar marcha atrás, lo que
pretendía ser un objetivo claro (11/09/2005).
“Reparar
la desigualdad y restituir la memoria de aquellas personas que sufrieron cárcel,
represión, muerte, exilio, por defender unos valores democráticos y de
libertad que hoy disfrutamos”
¿Dónde
reside el obstáculo para llevar adelante el proyecto de ley – que pensaban
llevar al parlamento, previo examen del gobierno, hacia los meses de
marzo-abril, etc- acerca de la restitución de las víctimas ocasionadas por la
sublevación militar apoyada socialmente por la iglesia católica, los monárquicos,
falangistas, militares y sectores sociales diversos? Estamos en una nueva versión,
como en 1977, de que no se tiene suficiente correlación de fuerzas. Estamos, la
comisión interministerial, ante la evidencia, de que el gran problema sin
resolver después de 30 años (1 de octubre de 2005/1 de octubre de 1975) de la
muerte del dictador (30/11/75) del nombramiento de Juan Carlos I, sigue siendo:
El
reconocimiento de la legitimidad y legalidad de la II república, la
ilegitimidad del alzamiento del 18 de junio de 1936. La sublevación militar, o
sea, el poderlo declarar políticamente en nuestros días (30 años después)
ilegal, ilegitima podría significar poner las cosas “patas arriba”, es
decir, declarar ilegal los cuarenta años de historia de la dictadura que, a su
vez, pondría en tela de juicio la propia legitimidad de la monarquía.
Al
parecer, según informaciones en la prensa madrileña, la comisión
interministerial ha mantenido cuarenta entrevistas, incluyendo a una delegación
falangista, a exmilitares de la UMD, etc.
La
comisión, según las mismas fuentes ha investigado setecientos documentos. Esta
documentación, las entrevistas más otra mucha documentación, por ejemplo la
del congreso de Barcelona (año 2001) acerca de los campos de concentración y cárceles
franquistas (no de otros), permiten pensar que tanto la comisión como el propio
gobierno estén bien informados acerca del espinoso y sensible tema del estudio
de la situación de las víctimas de la guerra civil y el franquismo. Y todo
ello ha contribuido, ciertamente, a que la Sra. de la vega, el pasado 11/09/2005
(creo), paralice, frene, de marcha atrás a la presentación del proyecto. Es
loable que, al día siguiente de esto, el propio parlamento IU-CV, pide que:
a)
no se incluye sino a los republicanos
b)
que el debate sobre tan grave problema se pueda discutir... para el 30
aniversario de la muerte de Franco.
Para
el autor de estas notas la realidad de los hechos, la objetividad de cuanto ha
significado la ilegalidad e ilegitimidad llevado a cabo por los militares
sublevados y quienes les apoyaron y sostuvieron la dictadura durante tan largo
tiempo, la explican claramente historiadores con solvencia clara, como, por
ejemplo Josefa Fontana, que en una declaración a “El Mundo” 12/08/2005
dice:
“el
único origen de la guerra fue la negativa de la derecha y de los militares a
aceptar los resultados electorales de 1936, que otorgaron la victoria al Frente
Popular”.
Por
su parte el pensador y filosofo Sánchez Vázquez, que sí participó en la
Guerra Civil, decía en unas declaraciones de hace unos meses a la prensa de Málaga.
“Hay
que recordar que fue la Guerra Civil para que jamás vuelva a repetirse, pero
esto no debe llevarnos a la conclusión de que todos fuimos culpables, en un
lado y otro. No.”
“esa
es la tesis oficial del franquismo desde el primer momento: la tesis de que la
sublevación se imponía al caos de la república. Los preparativos,
preventivos, de la guerra fueron vinculados, en consecuencia, a la derrota de la
derecha en las elecciones de 1936”.
Y termina Sánchez Vázquez:
“Vienen
de otras: del carácter intransigente de la derecha española”.
Las
figuras políticas más importantes, más representativas de la época que se
han dado en llamar transición – Suárez, Fraga, Felipe González, Santiago
Carrillo, Juan Carlos I- se comprometieron, y esto, al cabo de los años se
conoce, es notorio, a no exigirse recíprocamente responsabilidades políticas
de sus respectivos pasados; y, asimismo, a mantener a todos los niveles del
estado a todos los funcionarios que hubieron participado en los aparatos
represivos: Brigada político social, jueces, fiscales, militares pertenecientes
a los tribunales especiales de la represión durante la dictadura.
Durante
este largo periodo, sólo hubo tribunales especiales de unos contra otros,
aunque escriban y digan misa, con todo la responsabilidad era sólo de unos, que
no de todos.
Así
del pacto de silencio, de la política del olvido y de la suspensión de la
memoria que definieron el periodo 1977-1996 resurgió el viejo franquista, nunca
muerto del todo y, lo pero, si cabe, como no fue contrarrestado por un verdadero
ejercicio democrático de la memoria, que fascistas tipo Carlos Dávila dicen
cosas como...
”El
cuerpo humano está dividido en dos partes simétricas”
o
sea que las atrocidades son iguales entre los sublevados y la
legitimidad-legalidad republicana, entre una dictadura feroz y despiadada y los
vencidos:: derrota, dictadura, y la ya larga transición, son problemas no bien
resueltos por esta.
El
modelo de transición llevado a cabo por el PSOE, en el gobierno durante 14 años,
fue el de no mirar atrás, sin tener en cuenta, olvidando/pensando, quizás, en
estar en el gobierno unos 25 años!! Que cuando el presente está atado al
pasado no hay posibilidad de cambio real.
La
reconciliación basada en el olvido ha sido no sólo un gran error político de
las izquierdas en nuestro país, sino también una gran injusticia para todos
aquellos, los vencidos, de la Guerra Civil y los luchadores antifranquistas.
Las
figuras políticas de la izquierda, explicaron una y otra vez, hasta el empacho,
el agotamiento, qué…
“había
que eliminar las referencias testimoniales del pasado” (S. Carrillo);
el
hoy adalid de la recuperación de la memoria histórica, Alfonso Guerra,, mantenía
en los años 80 que:
“Para él la Guerra Civil, la postguerra y sus protagonistas
eran pura arqueología, restos del pasado que había que traspasar a toda
prisa”.
Chiki
Benegas, siendo secretario de organización del PSOE declaró en “El País”
lo siguiente:
“la
ley de punto final que hicimos en 1977 los demócratas para los franquistas en
ese años decidimos no pedir ninguna responsabilidad referidas a los cuarenta años
de dictadura, por intentar de una vez por todas la reconciliación.”
En
1990 tras años de lucha por parte de la Asociación de Expresos y Represaliados
Políticos, el Parlamento de la Nación reconocía de justicia, indemnizar económicamente
con un millón de pesetas a aquellas personas que durante la dictadura sufrieron
tres años de cárcel como mínimo.
El
decreto que reguló estas indemnizaciones basaba en los supuestos contemplados
en la ley 46/1977 de 15 de octubre de Amnistía, y exigía cumplir dos
condiciones para tener derecho a la indemnización:
1º.-
Haber estado preso un mínimo de tres años.
2º.-
Tener cumplidos en el momento de la promulgación del decreto sesenta y cinco años.
De
los cientos de personas en toda España que cumplían la primera condición pero
no la segunda, los que estaban empadronados en 1999 en la Comunidad de Madrid,
también son indemnizados con cargo a los Presupuestos de la Comunidad. Se
conceden estas indemnizaciones por los mismos supuestos que las indemnizaciones
dadas en 1990. es decir en la Ley 46/77 de 15 de octubre de Amnistía y por
sufrir tres o más años de prisión.
Las
indemnizaciones de 1990 no estuvieron sujetas al Impuesto sobre la Renta de las
Personas Físicas (IRPF).
Las
indemnizaciones de 1990 a los que no tenían 65 años cumplidos, sin que se les
sigue discriminando actualmente al quitarles un 25% aproximadamente de la
indemnización recibida diez años más tarde, al exigirles pagar IRPF.
Hay
algunas personas que cobraron la indemnización en el año 2000, que recurrieron
a Oficinas de Gestión Tributaria a realizar declaraciones de la Renta. En la
Declaración que les hicieron, no les incluyeron la indemnización. Tras alegar
y presentar los documentos entregados por la Secretaría General Técnica
Consejería de Presidencia y Hacienda, y por la Delegación de Hacienda de Guzmán
el Bueno, donde se indica que las indemnizaciones basadas en los supuestos
contemplados en la Ley de Amnistía están exentas de cotización; las
alegaciones son desestimadas y para más ensañamiento se les abre un expediente
sancionador por ocultamiento de rentas sujetas al IRPF y se les notifica
posibles sanciones de hasta un 50% de la cuota a pagar; en una palabra se les
tilda de defraudadores.
A
trabajadores que lucharon honrada y desinteresadamente, que sufrieron persecución,
torturas y años de cárcel por traer la libertad, la democracia y la dignidad a
este país, por el DELITO de no tener 65 años en 1990, ahora son discriminados,
sancionados y tildados de “defraudadores” cual vulgares delincuentes. ¡Vivir
para ver!
Los
gobiernos de José Mª Aznar entre 1996 y el 2004 se dedicaron con ahínco a la
propaganda de que todos habían sido iguales. Tras el largo periodo de la política
del olvido y la suspensión de la memoria que definieron el periodo 1977-1996
resucitaron los viejos mitos franquistas, que nunca habían desaparecido. La
expansión publicitaria, la propaganda del revisionismo histórico alcanzó
niveles de ocupación. Ahora, con el PP en la oposición, esta campaña sigue y
sigue. Los medios de comunicación afines a la derecha y extrema derecha son una
plataforma de una influencia mediática importante.
El
gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero ha recalcado su fuerte compromiso,
que no tuvo el primer gobierno del PSOE, de Felipe González, en la recuperación
de la memoria histórica.
J.
L. R. Zapatero, intervino públicamente en la Asamblea Nacional Francesa declarándose
defensor de los valores republicanos.
Su
gobierno subió las pensiones a los niños de la guerra. Los que quedan.
Rindió
homenaje a los republicanos españoles que liberaron París, aunque el delegado
que habló en nombre del gobierno del PSOE
no mencionara, en ningún momento, al gobierno legítimo de la república.
A la república.
Han
retirado de la vía pública algunos símbolos: en especial la estatua a caballo
de Franco.
Aunque
Rajoy (y otros) dijera que se había roto el pacto de la transición… para dar
marcha atrás, frenar y volver a la dichosa correlación.
Han
resuelto el problema del Archivo Histórico de Salamanca.
El
nuevo modelo político para el XXXVI congreso del PSOE fue el de Republicanismo
de los ciudadanos.
Pero,
llegado un cierto punto de entrevistas, de entregas de documentos, de
investigaciones rigurosas y objetivas, solventes y fiables que, en modo alguno
tienen asomo de venganza, ni asomo de revancha, ni nada de esto. La
vicepresidenta primera del gobierno, la comisión interministerial, frena,
paraliza, no cumple, descorazona a las víctimas de un solo bando, el de los
vencidos, por lo que hubo durante cuarenta años, fueron tribunales especiales,
militares, brigadas políticas, dedicadas ha mantener el terror sobre el
conjunto de la población. No, no todos tienen el mismo grado de
responsabilidad.
Los
militares sublevados alentaron el terror, fueron inmisericordes, y la guerra la
ganaron los que no tuvieron piedad.
Los
republicanos intentaron poner orden en sus filas y evitar la barbarie (A. Beenor).
La
dictadura, mantenida por Franco, la iglesia, falangistas y monárquicos, fue
ejercida desde el bando vencedor contra el vencido.
La
dictadura fue inmisericorde.
Juan
Carlos I no ha pedido perdón jamás a los vencidos, no ha asistido como Jefe de
Estado a ningún acto público conmemorativo, por ejemplo, del fin de la II
Guerra Mundial. Ello significaría, ciertamente, renunciar a su intenso pasado
franquista.
Juan
Carlos I no ha rectificado, no ha anulado la declaración de la CASA-REAL, el día
18 de julio de 1978, que dice lo siguiente:
“hoy
se conmemora el aniversario del alzamiento nacional, que dio a España la
victoria contra el odio y la miseria, la victoria contra la anarquía, la
victoria para llevar la paz y el bienestar a todos los españoles.”
“Surgió
el ejercito escuela de virtudes nacionales y a su cabeza el generalísimo
Franco, forjador de la gran obra de regeneración.”
Estaba
aprobada la constitución de 1978.
Esta
es la regeneración de que hablaba el texto de la CASA-REAL, no corregido ni
rectificado jamás.
192.684
ejecutados y asesinados (1939-1945), incluyendo 30.000 que continúan
desaparecidos (en el año 2004)
¿Qué
ha hecho la monarquía en estos 30 años? ¿Qué han hecho los gobiernos democráticos?
En
una de las biografías más conocidas de Juan Carlos I dice que cuando se le
transmite cierta inquietud de la familia de Franco por lo que pudiera pasarles,
contesta sin vacilar:
“¿Miedo?
¿Miedo de qué? Los Franco sabían, porque yo se lo había repetido hasta la
saciedad, que mi primera preocupación en cuanto estuviera a la cabeza del
Estado sería impedir por cualquier medio que se hiciera un memorial de agravios
cometidos por el régimen franquista, porque en mi opinión (de J. Carlos) no
había que empantanarse en revanchas y venganzas personales que hubieran
supuesto un retorno a los tiempos de la postguerra civil”
¿Se
pueden decir de forma más clara y comprometida las cosas?
En
un artículo publicado en “El País” el martes 13 de septiembre de 2005 por
Manuel Ramírez titulado, LA NUEVA FUNCIÓN DEL REY, se dice:
“ Del rey no se ha oído hacer ni un solo reproche hacia su
antecesor Francisco Franco. Ni uno.
En
fin, cuando se habla de la necesidad de superar con el olvido las heridas de la
guerra y el franquismo se comete un error y una injusticia.
Porque
el olvido sólo debe producirse después de que se haya establecido la realidad
de lo ocurrido y se haya hecho justicia, por lo menos en su memoria, a las víctimas.
Una cosa es renunciar a la venganza, como debe hacerse, y otra muy distinta
promover el olvido dando por válidas las mentiras y las deformaciones con que
se ocultó cuidadosamente la verdad. Hacerlo implicaría cometer una injusticia
con aquellos que sufrieron persecución por haber intentado construir una España
más justa y solidaria mejorando la condición de vida de los trabajadores o
llevando la enseñanza y la cultura a los rincones más remotos del país
Víctor
Díaz-Cardiel