Me sorprenden y
escandalizan a partes desiguales las declaraciones del escritor Luis
Goytisolo cuando dice que hay que dejar a los muertos de la Guerra Civil que
descansen en paz. Mucho más me indigna que asegure que no se deben abrir
las fosas de la Guerra Civil porque "salpicaría a muchísima gente de
muchas tendencias".
Ver a un escritor de
su categoría hacer declaraciones contra los derechos humanos reconocidos
por una cuantiosa legislación internacional es un síntoma más de cómo
está pendiente todavía la derrota cultural del franquismo.
La frase "dejaría
a los muertos descansar en paz" describe perfectamente esa cultura. Los
muertos ni descansan, ni dejan de descansar, pero tienen unos derechos; y
alguno de los fundamentales tiene que ver con el derecho a la propia
identidad y a la sepultura digna. Pero los que tienen que descansar en paz
son los vivos; los hijos y las hijas de los miles de desaparecidos
republicanos que siguen viviendo las consecuencias de la Guerra Civil. Debería
saber el señor Goytisolo que al terminar la Guerra Civil, el régimen
franquista sólo consideraba desaparecidos con derechos a aquellos que habían
participado junto al dictador en la "lucha nacional contra el
marxismo", como se puede ver en el Decreto del 2 de octubre de 1939.
Una legislación que permitía que las familias de los muertos franquistas
pudieran recuperar sus restos, mientras expresamente no podían hacerlo las
de los republicanos. Por tanto, la afirmación del señor Luis Goytisolo de
que quedan muchas por abrir en ambos bandos es una negación de la realidad;
por desconocimiento o por "tendencia".
Pero lo más alarmante
de las afirmaciones del señor Goytisolo es que diga que esos derechos no se
deben aplicar "porque salpicaría a mucha gente de muchas
tendencias". ¿Qué pensaría el señor Goytisolo si los jueces no
investigaran en la actualidad delitos públicos que afectan a personas de
muchas tendencias? Los derechos humanos están por encima y por debajo de
"las tendencias"; son patrimonio de la humanidad y no deben
depender de lo que conviene o no conviene. No sé a qué se refiere
exactamente cuando habla de "gente de muchas tendencias".
La relación de
nuestra sociedad con la cultura política generada por el franquismo tiene
pendientes bastantes tareas y una de ellas es generalizar la cultura de los
derechos humanos y considerarlos elementos incuestionables de nuestra
sociedad. Otra es conocer a fondo nuestra propia historia y saber quiénes
están en esas fosas y por qué a estas alturas las familias republicanas
hacen ese trabajo sin ayuda del Estado. Algo muy distinto a lo que ocurrió
en la posguerra, porque las autoridades franquistas financiaron cientos de
exhumaciones con el dinero de los que ganaron y perdieron la guerra. Y ya va
siendo hora de que sus descendientes vivos descansen en paz.
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(Vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica
(ARMH))