Yemen: la cuarta guerra de Estados Unidos y la primera de Obama
Alfredo Jalife-Rahme
La Jornada 4 de Enero de 2010
La dupla
anglosajona montó una
nueva causa
terrorista
por la
cual librar su cuarta
guerra simultánea en
otro país islámico:
Yemen, al unísono de
Irak, Afganistán y
Pakistán.
Las guerras en Afganistán y Pakistán forman ya una sola y han sido bautizadas por sus semiólogos en mercadotecnia bélica como Af/Pak.
Cuatro guerras de Estados Unidos y Gran Bretaña contra y en cuatro países islámicos, dos de ellos árabes a carta cabal (Irak y Yemen), marcan el diapasón del choque de civilizaciones del racista Samuel Huntington, connotado mexicanófobo y profeta de la supremacía hoy decadente del wasp (blanco-anglosajón-protestante).
El primer día del Año
Nuevo que presagia ser
más sangriento, The
Financial Times,
portavoz del
neoliberalismo global,
alertó que a
iniciativa (sic)
del
premier británico,
Gordon Brown, Londres (but
of course and curse!)
será la sede el mismo
día 28 de enero tanto de
una cumbre contra el
terror en Yemen (la
nueva base del
reclutamiento terrorista
global
) como, en
forma paralela
(sic), de una
conferencia sobre
Afganistán.
El belicoso Brown alega
que la cumbre sobre
Yemen cuenta con un
respaldo vigoroso (sic)
de Estados Unidos y la
Unión Europea
,
cuando Gran Bretaña
anhela asegurar el apoyo
de Arabia Saudita y los
países del golfo
.
Llama la atención la
ausencia del BRIC
(Brasil, Rusia, India y
China), ya no se diga
del G20 y del G77 de los
países No-Alineados (que
en realidad son 130).
La dupla anglosajona
posee la evidencia
de que el hijo de un
banquero nigeriano
islámico –quien en forma
sacrílega intentó en
Navidad estallar el
vuelo 253 a Detroit–
fue reclutado por Al
Qaeda en Yemen tras
haber vivido en Gran
Bretaña
.
Desde Obama hasta el
almirante Dennis C.
Blair, director de
Inteligencia Nacional de
Estados Unidos, han sido
expuestas con notable
candidez las fallas
humanas y sistémicas de
espionaje
, las
cuales obligan a tomar
mayores medidas de alta
tecnología de masivo
control orwelliano, sin
contar su gran negocio
aeroportuario.
Pasaremos por alto las
valiosas dudas sobre el
extraño atentado (que
siempre no fue) del
inepto terrorista
nigeriano islámico, lo
cual parece redición de
otro montaje
hollywoodense al
estilo 11/9
, como
deja entrever WSWS.org
(31/12/09).
Aquí no importa la
verdad –como fue el caso
flagrante con las
armas de destrucción
masiva
de Saddam
Hussein, que siempre no
fueron–, sino la
credulidad de la opinión
pública de Estados
Unidos y Gran Bretaña a
las versiones de sus
mendaces gobernantes.
Las metástasis terroristas de Al Qaeda otra vez resucitada han sido decretadas por la dupla anglosajona y ahora, para defender a la civilización occidental agazapada, se exige erradicar su foco cancerígeno trasmutado en su nueva matriz en Yemen (antes había sido localizado en Afganistán, Pakistán e Irak).
Press Tv, de Irán
(1/1/10), comenta con
sarcasmo que la cumbre
anglosajona ha sido
convocada cuando una
ofensiva militar
saudita-yemení ha matado
a centenas en el norte
del pobre, pero muy rico
en petróleo
(¡supersic!), país árabe
al borde del desastre
humanitario
,
mientras en el sur,
las fuerzas
gubernamentales de Yemen
y el ejército de Estados
Unidos han bombardeado a
quienes llaman
(¡supersic!) militantes
de Al Qaeda
. Agrega
que los alegatos sobre
el inepto terrorista
nigeriano han
levantado sospechas
y concluye que a Yemen
es probable que le
espere el mismo destino
trágico de Irak y
Afganistán
.
Pero, ¿cuál es el problema, si de lo que se trata es de poner en jaque el tránsito de mercancías y petróleo desde el canal de Suez hasta el golfo de Aden en el mar Arábigo (parte del océano Índico), que perjudicaría ostensiblemente tanto el exitoso libre comercio como el abastecimiento energético de China?
La dupla anglosajona ha
apretado las tuercas a
los dos lados del golfo
de Aden y en el célebre
estrecho de Bab Al
Mandab (la puerta de
las lágrimas
):
primero, en Somalia y el
cuerno de África (ver:
Londres, detrás de
los piratas somalíes
,
Bajo la Lupa, 20/5/09) y
ahora, del otro lado,
Yemen.
Tanto el estrecho de Hormuz (entre el golfo de Omán y el golfo Pérsico), como el estrecho de Bab Al Mandab han ligado sus destinos y pletóricas riquezas de hidrocarburos en las dos costas, occidental y oriental, de la península Arábiga.
La simultánea cuarta guerra anglosajona –y la primera que ha iniciado Obama cuando las otras tres fueron legadas por su antecesor Baby Bush– había sido muy cantada por Chatham House, centro de pensamiento británico, con bastante antelación al presunto montaje hollywoodense del inepto terrorista nigeriano.
Desde los orígenes
genéticos de Osama Bin
Laden, a quien nadie
puede hallar, hasta el
inepto terrorista
nigeriano Farouk, de 23
años, se repite la
conexión yemení
.
Los orígenes del Yemen unificado en 1990 (con un total de 527 mil 968 kilómetros cuadrados) provienen de su previa balcanización entre el norte (que obtuvo su independencia del imperio otomano en 1918 con 195 mil kms2) y el sur (que se independizó de Gran Bretaña en 1967 como República Democrática del Pueblo de Yemen del Sur, con 332 mil 968 kms2).
En el Yemen unificado coexistían 53 por ciento de sunnitas (apoyados por Arabia Saudita) y 47 por ciento de chiítas, primordialmente la tribu houthi (apuntalada por Irán).
El sueño anglosajón
hecho realidad consiste
en fomentar la guerra
civil religiosa entre
sunnitas y chiítas, que
incluye notoriamente a
Yemen, como se notó
durante las carnicerías
para perturbar la fiesta
sagrada chiíta del
Ashura (el martirologio
de Hussein, nieto del
profeta Mahoma) en toda
la geografía de lo que
hemos denominado
Chiistán
: desde
Pakistán hasta Líbano,
como relató Debka
(1/1/10), presunto
portal del Mossad
(espionaje israelí).
La guerra del gobierno yemení contra la tribu chiíta de los houthi es también demográfica.
Al ritmo demográfico
galopante de los chiítas
en poco tiempo Yemen
hubiese sido dominado
por una mayoría
vinculada a Irán. Esta
democracia biológica
no le conviene a la
dupla anglosajona que, a
nuestro juicio, prefiere
balcanizar a Yemen en
sus dos pedazos
históricos anteriores:
1. el norte, donde el
portal israelí Debka
asegura que Arabia
Saudita sufrió una
derrota
en la
guerra asimétrica
que libra contra los
houthi chiítas, y 2. el
sur, a mayor densidad
demográfica sunnita,
donde Washington libra
subrepticiamente desde
hace algunos meses su
cuarta guerra
simultánea.
Dominado virtualmente el
sur, gracias a la
iniciativa
británica
de la cumbre de Londres,
¿intentará la dupla
anglosajona extender
luego su guerra al norte
(de mayoría chiíta), lo
cual la confrontaría con
Irán en un frente más?
Una joya
superestratégica se
encuentra en juego en el
océano Índico y pasaría
a manos del nuevo sur
:
la isla de Socotra, de 3
mil 625 kms2,
ubicada marcadamente más
cerca de Somalia (a 80
kms.) que de la costa
yemení sureña (a 380
kms.).
Socotra fue en el siglo 19 un protectorado británico para cuya marina (aun sus piratas) constituía una escala estratégica importante, que hoy está a punto de resucitar.