¿Qué
República?
Luis
Barcenilla Cubillo
18 de
Noviembre de 2009
Republicanos dinámicos hay relativamente
pocos, encuadrados, eso si, en muchas y dispersas
organizaciones. Cada uno defiende “su” modelo de
república, aunque algunos discrepan por creer que sólo
con la República (sea la que sea y como sea) se sacará a
España del grave caos que la asola. Otros, mostrencos,
critican duramente a sus correligionarios, de forma
contradictoria pues al mismo tiempo les invitan a fundar
juntos una república original, genuinamente española y
con vocación de referencia. El desbarajuste de este
fragmentado colectivo es de tal envergadura que impide
la existencia de la necesaria unidad de propósito.
Asimismo se evidencia que hay muchos
modelos de república. Casi tantos como republicanos. En
el mundo hay cerca de doscientos países y la mayoría se
definen a sí mismos como república (sólo una treintena
son monarquías, la mayor parte asiáticas). Así, Francia,
Austria o USA afirman ser repúblicas, pero también dicen
serlo Siria, Congo o Corea del Norte. Es un muestrario
variopinto: hay repúblicas vitalicias, despóticas,
totalitarias, hereditarias, bananeras, teocráticas…
¿Pero son repúblicas verdaderas o son dictaduras que
usan como tapadera democrática una denominación
prestigiosa, aunque sea imprecisa?
Aprovechando esas abismales
diferencias los adversarios del régimen republicano
manipulan torticeramente las polémicas comparativas.
Cuando un republicano afirma, por ejemplo, que “la
república es el menos malo de los sistemas que existen
para organizar el Estado”, le rebaten comparando la
monarquía con la peor seudo república. Para esclarecer
tan malévola y deshonesta confusión habría que
determinar lo que es una República con mayor concreción
y rigor que las múltiples acepciones que tienen los
diccionarios.
Pero, ¿como definir ésta en muy
pocas palabras? En principio, la República debe ostentar
los valores morales del republicanismo cívico, es decir:
virtud, libertad, igualdad, fraternidad, dignidad,
honestidad, laicismo, tolerancia, concordia… Por
supuesto debe tener sufragio universal, elecciones
limpias, separación de poderes, elección periódica y
temporal de los altos cargos del Estado…; y, como
sublimación de la democracia, tiene que ser universal,
neutra, objetiva y arbitral. (Sin estos requisitos sólo
sería una seudo república).
¿Qué ofrece esta República? ¿No es de Azaña la
acertada frase que lo compendia?: La república no hace
felices a las personas, las hace simplemente personas,
dictaminó aquél.
Se dice que a los republicanos les sobra
nostalgia y revanchismo y les falta visiónde conjunto,
humildad y percepción de la realidad, pues dada la
frágil y ruinosa situación de la que se parte, habría
que crear la III República simplemente copiando lo mejor
de las dos o tres más maduras, evolucionadas y
civilizadas, de sobra conocidas por todo el mundo.
Como remate surge la pregunta del millón:
¿tendrá el republicanismo cívico la autoridad suficiente
como para ver detallados sus valores en la Constitución
de la ya cercana República? Ello dependerá, en parte,
del sentido común de su asociacionismo, sumido ahora en
un confuso proceso. Porque éste puede discurrir de dos
maneras opuestas:
1ª Seguir fundando más y más organizaciones
disociadas, a pesar de que ya existen más de cien a
nivel estatal, lo que sería costoso, inoperante e,
incluso, destructivo.
2ª La otra opción consiste en que, previo
deslinde de los postulados totalitarios que desacreditan
y desvirtúan la institución, personalidades democráticas
notables constituyan una gran Plataforma o Tribuna pro
República fiable, creíble y moderada. Las personas y
formaciones adheridas se coordinarían utilizando la red
Internet (ágil, eficaz y barata), mediante la cual Obama
ganó las elecciones USA. El republicanismo cívico,
ortodoxo o moderado recuperaría así el prestigio, la
credibilidad y la imagen señera, ha tiempo perdidos.
De que se elija en estos momentos una
u otra opción dependerá la posición del republicanismo
cívico y, por tanto, las posibilidades de que la ya
próxima III República Española ocupe un puesto
privilegiado en el concierto mundial de repúblicas
avanzadas.
¡A LA REPÚBLICA POR INTERNET! Luis Barcenilla Cubillo
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Luis
Barcenilla Cubillo, ex presidente del Colectivo
Republicano Tercer Milenio
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