El PCE, germen de
Izquierda Unida (IU) y fuerza
mayoritaria en la federación de
izquierdas, ha tomado el 14 de abril de
2009 como pértiga para saltar
definitivamente la barrera de la
Transición. En su manifiesto
conmemorativo del 78 aniversario de la
proclamación de la II República, los
comunistas expresan su convencimiento de
que "el camino sólo puede ser el de la
ruptura del pacto constitucional". El
PCE "se desvincula de la Constitución de
1978 y exige la apertura de un
proceso
constituyente por la Tercera República",
dice el texto.
El manifiesto traza un silogismo que
cabría resumir así: si, tres décadas
después de promulgarse la Carta Magna,
"se han incumplido todos los títulos y
artículos de derechos sociales,
económicos, ambientales" y se ha
producido un "recorte de las libertades
políticas", el pacto constitucional está
roto de facto. El autor de la quiebra,
"el capital", que pretende que "la
crisis económica la paguen de nuevo los
trabajadores" y sale ganando, según el
PCE, con esta "democracia de baja
intensidad". Los comunistas abogan por
"hacer cambios revolucionarios" y
"emprender, como ya han hecho otros
países, el camino del socialismo del
siglo XXI". El manifiesto no señala
ningún país como referente.
Con un guiño que evoca cómo las
municipales de 1931 forzaron a Alfonso
XIII a hacer las maletas, los comunistas
dan por hecho que los ayuntamientos
"jugarán un papel fundamental en la
lucha por la instauración de la
República". Para el PCE, la
reivindicación republicana opera
como"eje central" de su discurso, de ahí
que valore la Red de Municipios por la
III República como un "movimiento
político histórico". |
Manifestación convocada por el PCE en
2008 a favor de la República. - FERNANDO
SÁNCHEZ. A.G. |
Bajo
el título El 14 de abril el Partido
Comunista de España por el socialismo y la III
República, el manifiesto no ahorra
reproches a la Monarquía como forma de Estado
ajena a los postulados democráticos. Pero,
ahora, el PCE pone el énfasis en que no basta
con asegurar "la elección democrática de la
Jefatura del Estado".
En
declaraciones a Público, Julio Anguita,
ex secretario general del PCE y fundador de
IU,argumentó ayer que una República sin
contenido no merece la pena: "Hay que hablar
menos de la bandera y del Himno de Riego y
dedicar más tiempo a estudiar y a preparar las
fuerzas" políticas del republicanismo de
izquierdas.
Anguita, que apostató de la
Constitución "en 1990", no teme que su partido
se vea tildado de incoherente por renegar de la
misma norma que ayudó a parir. "Nunca nos gustó
la Transición", espeta. Y traza una promesa de
incierto cumplimiento dadas sus circunstancias
personales: "Si volviese a un cargo público,
prometería la Constitución añadiendo que lo hago
por imperativo legal".
Hoy,
el histórico dirigente de IU esbozará en Madrid
las líneas maestras del camino que, a su juicio,
debe seguir la izquierda en pos de la República.
Lo hará en una conferencia organizada por su
partido en la Complutense y a la que asistirá
Cayo Lara como presentador del acto.
Anguita asegura que primará su receta clásica
"Programa, programa, programa" sobre el colorido
de los ataques al monarca. "No pierdo ni diez
segundos en hablar del rey", promete, al tiempo
que enumera algunos de los pilares en que
debería sustentarse una Tercera República:
"Respeto a los derechos humanos, paz,
radicalidad democrática, austeridad...". Y en
esa austeridad se explaya: "Sólo si se pasara un
plumero por los gastos superfluos de las tres
Administaciones del Estado nos ahorraríamos 3,5
billones de las antiguas pesetas".