A. Blanco
El Faro de Vigo 25
de Marzo de 2009
El pensador y catedrático
de Filosofía Política de la Universidad Pompeu
Fabra de Barcelona, Francisco Fernández Buey,
impartirá esta tarde una conferencia dentro del
ciclo organizado por la asociación Amigos da
República bajo el título “Republicanismo y
Democracia” (A las 20.15 horas en el Auditorio
do Areal). “¿La idea?, explicar por qué se
vuelve hablar cada vez más sobre la República”,
adelanta.
–¿En qué palpa usted el resurgimiento
del republicanismo?
–En los jóvenes. Las generaciones posteriores al
franquismo tienen una visión más positiva de la
II República. No es que conozcan bien la
historia, pero sí mucho mejor que antes.
–¿A qué cree que se debe ese interés?
–A la educación, sin duda, pero sobre todo a los
historiadores de la Memoria Histórica. Entre los
años 70 y 90 en la enseñanza en institutos y
universidades había cierto ocultismo que se está
depurando en los últimos años gracias a ellos.
Percibo que cuando los jóvenes llegan a la
universidad tienen más conocimiento de lo que
pasó.
–Habla desde el punto de vista teórico... ¿y en
la práctica?
–El republicanismo está resurgiendo desde el
punto de vista teórico; todavía es sólo un
movimiento universitario. La III República sería
muy difícil a corto plazo. Es una utopía, pero
no visto como algo irrealizable, sino como motor
para llegar a ella. Que en las manifestaciones
se vean cada vez más banderas tricolor es un
síntoma claro, una señal de que algo está
pasando.
–La crisis está instaurada ya en todos
los ámbitos de la sociedad... ¿está jugando
algún papel en este resurgir del republicanismo?
–Sin duda que está siendo un punto de inflexión
que abre una fase histórica nueva. Hasta hace
unos años había una gran euforia por el
neoliberalismo, pero la crisis está provocando
que los jóvenes piensen que hacen falta ideas
nuevas.
–¿Cree que está la sociedad preparada para
proponer un cambio de régimen?
–No, pero tampoco creo que sea el momento. El
republicanismo está en una fase de recuperación
teórica; uno de los fracasos de la II República
fue el exceso anticlerical que todavía está
metido en la cabeza de mucha gente, por ejemplo.
–¿Cuál sería su propuesta?
–Dentro de España hay muchas diferencias;
incluso hay exceso de estudios en algunas
comunidades que –y esta es mi impresión–
provocan que no haya una idea más de conjunto
entre los estudiantes. Con todo, este es un país
multinacional, y esto no se puede olvidar; mi
propuesta sería una República Federal.