Casi 35
años después de muerto el dictador Franco, parece ser
que lo dejó todo mejor atado de lo que podía parecer en
un principio, pero además parece que cada día se aprieta
más el nudo.
Si hace 20 años nos llegan a decir
que un sindicato ultraderechista conseguiría sentar en
el banquillo a un juez por intentar juzgar los crímenes
del franquismo, no sólo no lo habriamos creído sino que
la respuesta habría sido demoledora. Como sabéis, hace
pocos meses Garzón meses acusó al general Francisco
Franco y a otros miembros de su gobierno de la
desaparición de miles de personas durante la guerra y la
posguerra, en un proceso en el que autorizaba la
exhumación de fosas comunes. Pero la ultraderecha salió
al paso y le paró los pies en los tribunales.
Si al final se celebra juicio, Garzón
se enfrentaría a una eventual condena por prevaricación,
que podría conllevar su expulsión de la carrera
judicial. Es una verdadera humillación para las víctimas
del franquismo ver como el juez que trató de buscar a
los miles de desaparecidos que permanecen en fosas
comunes pueda ser condenado por eso.
Si hace 20 años nos hubieran dicho
que se abriría el debate en la sociedad de si levantar
el puño es lo mismo que hacer el saludo fascista,
tampoco lo habríamos creído.
Según Esperanza Aguirre levantar el
puño es un “gesto amenazante de quienes han ejercido una
ideología totalitaria y han pisoteado los derechos de
millones de ciudadanos en la Europa del Este”. Dice que
es el saludo comunista y que luchará por evitar que esa
ideología se imponga. Es decir, nos ha declarado la
guerra.
Quizá, lo que deberían hacer los que
ladran contra el puño en alto es alzar ellos el brazo,
hacer el saludo fascista, que seguramente lo están
deseando.
Aunque si quieren prohibir el puño en
alto van a tener que cortarnos el brazo a la mitad de
los españoles.
Si hace 20 años nos hubieran dicho
que cada vez más obreros, incluidos muchos inmigrantes,
votan a la derecha o incluso a la ultraderecha, nos
habría resultado difícil de creer.
Si hace 20 años nos hubieran dicho
que los ministros en Italia harían el saludo fascista o
que grupos fascistas patrullarían sus calles, tampoco lo
creeríamos. No son anécdotas ni hechos aislados, sino la
punta de un Iceberg que está a punto de estrellarse
contra una vieja Europa que se parece cada vez más a la
de hace un siglo.
Durante los últimos años la
incubación del monstruo ha pasado casi desapercibida
para unas sociedades que, casi sin darse cuenta han
asumido comportamientos y formas de pensar que hace
pocos años solo eran cosa de fachas trasnochados y
cabezas rapadas.
El fascismo cultural ha ido ganando
la partida en los últimos años, y la consecuencia es el
avance de las políticas neofascistas.
Por tanto es necesario emprender una
contraofensiva cultural republicana, apoyada en un
movimiento político, como es la Red de Municipios por la
Tercera República, y dando pasos concretos como es por
ejemplo la desvinculación con la Constitución de 1978.
Siempre se ha dicho que la República
llegaría por la izquierda, y desde ahí están saliendo la
mayor parte de las iniciativas a favor de la defensa de
la República, que poco a poco, a veces casi sin darnos
cuenta, pero sin detenerse, van impregnando a las bases
de organizaciones políticas más cercanas a la
socialdemocracia…
Mientras tanto, desde la trinchera
opuesta, la ultraderecha, la misma que intenta sentar el
banquillo a quienes persiguen los crímenes del
franquismo, comienza a adoptar un discurso
antimonárquico, con el que no podemos mancharnos, y que,
sin duda, también impregnará poco a poco a la derecha
del Partido Popular. LEER ACUERDO ULTRADERECHISTA.
Que traeremos la República a este
país es algo cada vez más fuera de duda, por eso al
mismo tiempo que planteamos la disyuntiva Monarquía –
República, deberemos acompañarla de otra cuestión aún
más importante ¿Qué República? Y empezar a construir
nuestra propuesta de República en la medida que
avanzamos políticamente y culturalmente.
En el camino para conseguir, poco a
poco, la hegemonía en el discurso, la hegemonía cultural
y poco a poco la hegemonía política, es importante ir
construyendo nuestros propios medios, y esa fue la razón
de la puesta en marcha del periódico La República hace
tres años y medio. No somos el único medio de
comunicación “libre” de carácter republicano, aunque sí
probablemente el único que tiene como eje central de su
estrategia de comunicación la cuestión republicana.
Es por eso que cuando, hace más de
dos años y medio, Antonio Romero se puso en contacto
conmigo para informarme sobre la iniciativa que estaba a
punto de lanzarse de la Red de Municipios por la Tercera
República, nos pusimos a trabajar inmediatamente de
manera conjunta y coordinada, hasta el punto de que La
República se ha convertido en el órgano de comunicación
de la Red, en lo que a la cuestión republicana se
refiere. Consideramos que apoyar un movimiento político
de las características y la importancia como aquel,
debía tener un medio de comunicación que apoyase y
difundiese su labor.
Tras casi cuatro años desde que un
par de locos empezamos a gestar lo que se convertiría
luego en el periódico La República, hemos ido
experimentando la inmensa dificultad que supone sacar
adelante un proyecto de estas características. Muchas
más de las que podíamos pensar en un primer momento.
Dificultades de tres tipos: por un lado el boicot
permanente y las zancadillas de las empresas que
gestionan la publicidad en los medios, por otro, la
dificultad de encontrar redactores y colaboradores
dispuestos a hacer funcionar un diario únicamente con
esfuerzo voluntario y no remunerado.
Aún así, La República ha conseguido
grandes logros. No sólo haberse convertido en el diario
de referencia de la mayor parte del movimiento
republicano, sino también en una referencia en los
debates relacionados con la reconstrucción de la
izquierda. Entre otras cosas, fuimos los primeros en dar
a conocer el nombre de Cayo Lara como candidato para la
pasada Asamblea de Izquierda Unida, y de apoyarlo sin
ambajes. Y es que no somos objetivos, siempre lo hemos
dicho. Apostamos por las ideas y las personas que
trabajan de manera honesta a favor del republicanismo y
a favor de la reconstrucción de la izquierda, y Cayo
Lara era una de esas personas. Ahora, de cara al próximo
Congreso del PCE, hemos abierto un Especial en La
República en la que cualquier comunista puede enviar sus
artículos para enriquecer el debate del XVIII Congreso,
que sin duda, va a ser un evento muy importante para la
izquierda.
Hace poco además, una productora de
la TV3, la misma que produjo el documental LAS FOSAS DEL
SILENCIO, nos entrevistó como diario de referencia de
los republicanos para un documental que se emitira el
año que viene sobre el movimiento republicano.
Además, hace apenas un par de
semanas, le fue concedida oficialmente a La República
una corresponsalía en La Habana. Algo que, por ejemplo,
el diario Público no ha conseguido. Ademas,
prácticamente todas las semanas algunas de nuestras
noticias son comentadas en la Mesa Redonda de la
Televisión Cubana.
Como objetivos a medio plazo nos
hemos fijado la creación de ediciones locales del
periódico en todas las regiones donde sea posible, para
lo cual además haremos un encuentro hoy ….
Y por supuesto, seguir apoyando el
trabajo de la Red de Municipios por la Tercera
República, distribuyendo las mociones, promoviendolas y
dando un espacio a quienes deseen sumarse a esa
estrategia.
Es importante que todos apoyemos,
desde nuestras ciudades y pueblos, la Red de Municipios
y Cargos Públicos por la Tercera República, y que
intentemos presentar mociones en los ayuntamientos donde
estemos presentes, que aunque la perdamos, obligaremos a
los ediles a pronunciarse. Y promover referéndums y
apoyarlos allí donde se celebren.
Pronto se celebrarán Referéndums en
varios municipios de la Red, ¿tendrán la misma cobertura
medática que tuvo el referéndum independentista del otro
día en un pueblo de Cataluña? No lo creo.
A pesar de las dificultades no
podemos detenernos, y deberemos construir propuestas
sólidas y que se visibilicen como tal ante la sociedad,
porque la gente sólo apoya las propuestas sólidas y con
vocación de vencer. Pocos apuestan a caballo perdedor.
Por eso deberemos recuperar la
hegemonía cultural para empezar a conquistar la
hegemonía política, sin olvidarnos de que actualmente
nos encontramos en un periodo de involución democrática
en nuestra sociedad, y nos costará mucho tiempo y
esfuerzo darle la vuelta.
Por eso nuestras propuestas deben ser
audaces y valientes. Deberemos emprender una ofensiva
republicana en todos los frentes. Una ofensiva
coordinada en toda España. Es por eso que desde la Red
de Municipios por la Tercera República estamos
planteando la celebración del Primer Congreso
Republicano.
PRIMER CONGRESO REPUBLICANO
El Primer Congreso del Movimiento
Republicano a celebrarse durante la primavera de 2010
debería abrir un espacio al debate colectivo y al
conocimiento y entendimiento común entre todas las
organizaciones, asociaciones y colectivos republicanos
de nuestro país.
Para ello cada organización debería
disponer de un tiempo suficiente para explicar cual es
el trabajo que está desarrollando en su ámbito de
actuación, cuales han sido sus iniciativas en el ámbito
republicano y cuales son sus planes de futuro, con el
fin de que el resto de organizaciones puedan conocer
estos trabajos y sumarse a ellos, o establecer ámbitos
de colaboración.
El Congreso, lejos de suplantar el de
una organización política, lo que debería ser es un
lugar de encuentro en el que todos se escuchen entre sí
y donde se pueda conocer el estado actual del movimiento
en todo el Estado.
En el Congreso, por un lado deberían
estar presente dichos colectivos republicanos para poner
en común sus propuestas, y por otro lado debería abrirse
a la participación de destacadas personalidades del
mundo de la cultura, la política, la Universidad, del
movimiento sindical, etc, comprometidas con la cuestión
republicana…
LA CONSTRUCCIÓN DE LOS SÍMBOLOS
En cualquier lucha política son
fundamentales los símbolos. Es necesario empezar a
construir los símbolos de la lucha por la Tercera. Y no
me refiero a cambiar la bandera ni a cambiar el himno,
pero sí a promover la creación artística… que bien puede
ser musical, no un himno, pero por qué no una canción
que se convierta en símbolo de la lucha por la Tercera
República. No debemos desestimar el poder de la música
en este sentido y creo que estamos en condiciones de
empezar a trabajar en ello.
Otro ejemplo, y ese es un tema en el
que ya estamos trabajando, es utilizar el símbolo
republicano como de la Marianne para llegar al gran
público. A través de dibujos, diseños, cortometrajes,
obras de teatro, etc. La actriz Sara Casasnovas ha
aceptado la propuesta de ser nuestra Marianne, y vamos a
ponernos a trabajar juntos también con Juan Margallo y
Jordi Dauder.
OFENSIVA CULTURAL REPUBLICANA
Es necesario ser ambiciosos y actuar
y pensar siempre con vocación ganadora, buscando las
fórmulas de movilizar a miles y miles de personas, cada
vez a más miles.
Por ejemplo, el movimiento
republicano aún no ha conseguido celebrar un gran acto
que tenga una repercusión social y mediática de grandes
dimensiones. Pero tenemos que llevarlo a cabo, aun
partiendo de la base de la dificultad de organizar un
gran acto político multitudinario de carácter
republicano y que congregue a decenas de miles de
personas, aunque también del hecho del gran salto
cualitativo y del impulso que esto nos daría ante la
sociedad.
Como podría hacerse realidad un acto
de estas características sería a través de un formato
que mezclase intervenciones políticas con actuaciones
musicales de grupos y cantantes de primera línea, y
cercanos a nuestras posiciones.
¿Os imaginais lo que sería llenar la
Plaza de las Ventas o el Palacio de los Deportes?,
además del impacto mediático y social que supondría, y
del salto cualitativo que daría el movimiento
republicano.
En definitiva, y para ir acabando,
solamente animaros a todos y a todas, que venís de
muchos lugares de España, a pelear por la República que
nos robaron hace 70 años, y hacerlo con mucha audacia.
Poniendo en marcha las iniciativas más ambiciosas y
llevándolas a cabo con optimismo. Y vamos a la calle con
la única idea de vencer, y citando a Gramsci, -aquí, en
el mejor sitio para hacerlo – difundiendo nuestras
ideas, instruyéndonos e instruyendo porque necesitaremos
de toda nuestra inteligencia. Conmoviendonos y
conmoviendo porque necesitaremos de todo el entusiasmo,
y organizándonos porque necesitaremos de toda nuestra
fuerza.
Casi
35 años después de muerto el dictador Franco, parece ser que
lo dejó todo mejor atado de lo que podía parecer en un
principio, pero además parece que cada día se aprieta más el
nudo.
Si hace 20 años nos llegan a decir que un sindicato
ultraderechista conseguiría sentar en el banquillo a un juez
por intentar juzgar los crímenes del franquismo, no sólo no
lo habriamos creído sino que la respuesta habría sido
demoledora. Como sabéis, hace pocos meses Garzón meses acusó
al general Francisco Franco y a otros miembros de su
gobierno de la desaparición de miles de personas durante la
guerra y la posguerra, en un proceso en el que autorizaba la
exhumación de fosas comunes. Pero la ultraderecha salió al
paso y le paró los pies en los tribunales.
Si al final se celebra juicio, Garzón se enfrentaría a una
eventual condena por prevaricación, que podría conllevar su
expulsión de la carrera judicial. Es una verdadera
humillación para las víctimas del franquismo ver como el
juez que trató de buscar a los miles de desaparecidos que
permanecen en fosas comunes pueda ser condenado por eso.
Si hace 20 años nos hubieran dicho que se abriría el debate
en la sociedad de si levantar el puño es lo mismo que hacer
el saludo fascista, tampoco lo habríamos creído.
Según Esperanza Aguirre levantar el puño es un “gesto
amenazante de quienes han ejercido una ideología totalitaria
y han pisoteado los derechos de millones de ciudadanos en la
Europa del Este”. Dice que es el saludo comunista y que
luchará por evitar que esa ideología se imponga. Es decir,
nos ha declarado la guerra.
Quizá, lo que deberían hacer los que ladran contra el puño
en alto es alzar ellos el brazo, hacer el saludo fascista,
que seguramente lo están deseando.
Aunque si quieren prohibir el puño en alto van a tener que
cortarnos el brazo a la mitad de los españoles.
Si hace 20 años nos hubieran dicho que cada vez más obreros,
incluidos muchos inmigrantes, votan a la derecha o incluso a
la ultraderecha, nos habría resultado difícil de creer.
Si hace 20 años nos hubieran dicho que los ministros en
Italia harían el saludo fascista o que grupos fascistas
patrullarían sus calles, tampoco lo creeríamos. No son
anécdotas ni hechos aislados, sino la punta de un Iceberg
que está a punto de estrellarse contra una vieja Europa que
se parece cada vez más a la de hace un siglo.
Durante los últimos años la incubación del monstruo ha
pasado casi desapercibida para unas sociedades que, casi sin
darse cuenta han asumido comportamientos y formas de pensar
que hace pocos años solo eran cosa de fachas trasnochados y
cabezas rapadas.
El fascismo cultural ha ido ganando la partida en los
últimos años, y la consecuencia es el avance de las
políticas neofascistas.
Por tanto es necesario emprender una contraofensiva cultural
republicana, apoyada en un movimiento político, como es la
Red de Municipios por la Tercera República, y dando pasos
concretos como es por ejemplo la desvinculación con la
Constitución de 1978.
Siempre se ha dicho que la República llegaría por la
izquierda, y desde ahí están saliendo la mayor parte de las
iniciativas a favor de la defensa de la República, que poco
a poco, a veces casi sin darnos cuenta, pero sin detenerse,
van impregnando a las bases de organizaciones políticas más
cercanas a la socialdemocracia…
Mientras tanto, desde la trinchera opuesta, la ultraderecha,
la misma que intenta sentar el banquillo a quienes persiguen
los crímenes del franquismo, comienza a adoptar un discurso
antimonárquico, con el que no podemos mancharnos, y que, sin
duda, también impregnará poco a poco a la derecha del
Partido Popular.
Que traeremos la República a este país es algo cada vez más
fuera de duda, por eso al mismo tiempo que planteamos la
disyuntiva Monarquía – República, deberemos acompañarla de
otra cuestión aún más importante ¿Qué República? Y empezar a
construir nuestra propuesta de República en la medida que
avanzamos políticamente y culturalmente.
En el camino para conseguir, poco a poco, la hegemonía en el
discurso, la hegemonía cultural y poco a poco la hegemonía
política, es importante ir construyendo nuestros propios
medios, y esa fue la razón de la puesta en marcha del
periódico La República hace tres años y medio. No somos el
único medio de comunicación “libre” de carácter republicano,
aunque sí probablemente el único que tiene como eje central
de su estrategia de comunicación la cuestión republicana.
Es por eso que cuando, hace más de dos años y medio, Antonio
Romero se puso en contacto conmigo para informarme sobre la
iniciativa que estaba a punto de lanzarse de la Red de
Municipios por la Tercera República, nos pusimos a trabajar
inmediatamente de manera conjunta y coordinada, hasta el
punto de que La República se ha convertido en el órgano de
comunicación de la Red, en lo que a la cuestión republicana
se refiere. Consideramos que apoyar un movimiento político
de las características y la importancia como aquel, debía
tener un medio de comunicación que apoyase y difundiese su
labor.
Tras casi cuatro años desde que un par de locos empezamos a
gestar lo que se convertiría luego en el periódico La
República, hemos ido experimentando la inmensa dificultad
que supone sacar adelante un proyecto de estas
características. Muchas más de las que podíamos pensar en un
primer momento. Dificultades de tres tipos: por un lado el
boicot permanente y las zancadillas de las empresas que
gestionan la publicidad en los medios, por otro, la
dificultad de encontrar redactores y colaboradores
dispuestos a hacer funcionar un diario únicamente con
esfuerzo voluntario y no remunerado.
Aún así, La República ha conseguido grandes logros. No sólo
haberse convertido en el diario de referencia de la mayor
parte del movimiento republicano, sino también en una
referencia en los debates relacionados con la reconstrucción
de la izquierda. Entre otras cosas, fuimos los primeros en
dar a conocer el nombre de Cayo Lara como candidato para la
pasada Asamblea de Izquierda Unida, y de apoyarlo sin
ambajes. Y es que no somos objetivos, siempre lo hemos
dicho. Apostamos por las ideas y las personas que trabajan
de manera honesta a favor del republicanismo y a favor de la
reconstrucción de la izquierda, y Cayo Lara era una de esas
personas. Ahora, de cara al próximo Congreso del PCE, hemos
abierto un Especial en La República en la que cualquier
comunista puede enviar sus artículos para enriquecer el
debate del XVIII Congreso, que sin duda, va a ser un evento
muy importante para la izquierda.
Además, hace apenas un par de semanas, le fue concedida
oficialmente a La República una corresponsalía en La Habana.
Algo que, por ejemplo, el diario Público no ha conseguido.
Ademas, prácticamente todas las semanas algunas de nuestras
noticias son comentadas en la Mesa Redonda de la Televisión
Cubana.
Como objetivos a medio plazo nos hemos fijado la creación de
ediciones locales del periódico en todas las regiones donde
sea posible, para lo cual además haremos un encuentro hoy ….
Y por supuesto, seguir apoyando el trabajo de la Red de
Municipios por la Tercera República, distribuyendo las
mociones, promoviendolas y dando un espacio a quienes deseen
sumarse a esa estrategia.
Es importante que todos apoyemos, desde nuestras ciudades y
pueblos, la Red de Municipios y Cargos Públicos por la
Tercera República, y que intentemos presentar mociones en
los ayuntamientos donde estemos presentes, que aunque la
perdamos, obligaremos a los ediles a pronunciarse. Y
promover referéndums y apoyarlos allí donde se celebren.
Pronto se celebrarán Referéndums en varios municipios de la
Red, ¿tendrán la misma cobertura medática que tuvo el
referéndum independentista del otro día en un pueblo de
Cataluña? No lo creo.
A pesar de las dificultades no podemos detenernos, y
deberemos construir propuestas sólidas y que se visibilicen
como tal ante la sociedad, porque la gente sólo apoya las
propuestas sólidas y con vocación de vencer. Pocos apuestan
a caballo perdedor.
Por eso deberemos recuperar la hegemonía cultural para
empezar a conquistar la hegemonía política, sin olvidarnos
de que actualmente nos encontramos en un periodo de
involución democrática en nuestra sociedad, y nos costará
mucho tiempo y esfuerzo darle la vuelta.
Por eso nuestras propuestas deben ser audaces y valientes.
Deberemos emprender una ofensiva republicana en todos los
frentes. Una ofensiva coordinada en toda España. Es por eso
que desde la Red de Municipios por la Tercera República
estamos planteando la celebración del Primer Congreso
Republicano.
El Primer Congreso del Movimiento Republicano a celebrarse
durante la primavera de 2010 debería abrir un espacio al
debate colectivo y al conocimiento y entendimiento común
entre todas las organizaciones, asociaciones y colectivos
republicanos de nuestro país.
Para ello cada organización debería disponer de un tiempo
suficiente para explicar cual es el trabajo que está
desarrollando en su ámbito de actuación, cuales han sido sus
iniciativas en el ámbito republicano y cuales son sus planes
de futuro, con el fin de que el resto de organizaciones
puedan conocer estos trabajos y sumarse a ellos, o
establecer ámbitos de colaboración.
El Congreso, lejos de suplantar el de una organización
política, lo que debería ser es un lugar de encuentro en el
que todos se escuchen entre sí y donde se pueda conocer el
estado actual del movimiento en todo el Estado.
En el Congreso, por un lado deberían estar presente dichos
colectivos republicanos para poner en común sus propuestas,
y por otro lado debería abrirse a la participación de
destacadas personalidades del mundo de la cultura, la
política, la Universidad, del movimiento sindical, etc,
comprometidas con la cuestión republicana…
En cualquier lucha política son fundamentales los símbolos.
Es necesario empezar a construir los símbolos de la lucha
por la Tercera. Y no me refiero a cambiar la bandera ni a
cambiar el himno, pero sí a promover la creación artística…
que bien puede ser musical o de otra índole. No debemos
desestimar el poder de la música en este sentido y creo que
estamos en condiciones de empezar a trabajar en ello.
Otro ejemplo, y ese es un tema en el que ya estamos
trabajando, es utilizar el símbolo republicano como de la
Marianne para llegar al gran público. A través de dibujos,
diseños, cortometrajes, obras de teatro, etc. La actriz Sara
Casasnovas ha aceptado la propuesta de ser nuestra Marianne,
y vamos a ponernos a trabajar juntos también con Juan
Margallo y Jordi Dauder.
Es necesario ser ambiciosos y actuar y pensar siempre con
vocación ganadora, buscando las fórmulas de movilizar a
miles y miles de personas, cada vez a más miles.
Por ejemplo, el movimiento republicano aún no ha conseguido
celebrar un gran acto que tenga una repercusión social y
mediática de grandes dimensiones. Pero tenemos que llevarlo
a cabo, aun partiendo de la base de la dificultad de
organizar un gran acto político multitudinario de carácter
republicano y que congregue a decenas de miles de personas,
aunque también del hecho del gran salto cualitativo y del
impulso que esto nos daría ante la sociedad.
Como podría hacerse realidad un acto de estas
características sería a través de un formato que mezclase
intervenciones políticas con actuaciones musicales de grupos
y cantantes de primera línea, y cercanos a nuestras
posiciones.
¿Os imagináis lo que sería llenar la Plaza de las Ventas o
el Palacio de los Deportes?, además del impacto mediático y
social que supondría, y del salto cualitativo que daría el
movimiento republicano.
En definitiva, y para ir acabando, solamente animaros a
todos y a todas, que venís de muchos lugares de España, a
pelear por la República que nos robaron hace 70 años, y
hacerlo con mucha audacia. Poniendo en marcha las
iniciativas más ambiciosas y llevándolas a cabo con
optimismo. Y vamos a la calle con la única idea de vencer,
y citando a Gramsci, -aquí, en el mejor sitio para hacerlo –
difundiendo nuestras ideas, instruyéndonos porque
necesitaremos de toda nuestra inteligencia, conmoviéndonos
porque necesitaremos de todo el entusiasmo, y organizándonos
porque necesitaremos de toda nuestra fuerza.
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Conferencia de
Javier Parra en Córdoba, en el
transcurso de la Fiesta del PCE 2009