Reflexiones sobre el estado actual del republicanismo
en España.
César Alfonso Viñas.
UCR
2 de
Enero de 2010
Existen dos claras escapatorias a la caduca monarquía en
España. Por un lado, estaría la corriente burguesa, que
sencillamente apostaría por cambiar la nomenclatura
(monarquía por república) manteniendo la misma
estructura política, cultural social y económica en el
país y un pobre estado de bienestar con una polarización
amplia entre la burguesía y clase trabajadora, frente a
una postura democrática revolucionaria.
En un lado hay republicanos de “pensamiento” en la
derecha, es decir, en el PSOE y el PP, que solamente
apostarían por una tímida reforma de la Constitución,
con la bandera roja y gualda, cambiando en el escudo la
corona por la muralla (recordando esto a los inicios de
la dictadura fascista antes de colocar el águila),
manteniendo el sistema canovista bipartidista, la ley de
partidos, conservando sus intereses de clase, diciendo
no al derecho de autodeterminación de los pueblos,
defendiendo las autonomías (en vez de el federalismo) y
la alianza con el imperialismo de los Estados Unidos y
la integración en la OTAN, esto último es lo que más ha
determinado la historia contemporánea española en los
últimos cincuenta años, además de las zancadillas al
laicismo. Eso sí, el Jefe de Estado se votaría en la
urnas cada determinado tiempo fijado en la reforma
constitucional, el principio más básico de toda
república, sea capitalista (Francia) o camino hacia el
socialismo (Bolivia). Pero estos republicanos del PSOE y
del PP se han dado cuenta de que sus intereses están más
salvaguardados con la monarquía que defienden a ultranza
y se han inventado aquello del “juancarlismo” para decir
que no son monárquicos, pero que el rey actual es el
único que ha conseguido unir a las dos Españas (otra vez
la teoría de los dos bandos equitativos) y que por ello,
este rey les cae simpático. Muerto el Borbón, a todos
nos llega la hora por ley de la Naturaleza, aún los
elegidos por gracia de Dios, los militantes de estos
partidos sacarán la foto de su tío abuelo que era
republicano para decir que España debe formar parte de
la gran familia republicana junto a Alemania y Estados
Unidos, pero sin cambiar demasiado la estructura del
país. A esto va contribuyendo el diario Público que
regala el día posterior al cumpleaños de la Constitución
monárquica un DVD realizado por la Fox sobre el gobierno
provisional de la II República, pero que oculta las
fotos de la manifestación contra dicha Constitución
reclamando una verdadera democracia con una nueva
Constitución: La III República Federal, Laica y Popular.
Hay algunos en la derecha, como el señor Bono, que
parecen de izquierdas ante la opinión pública debido a
que la derecha española sigue anclada en el siglo XIX y
muy vinculada al poder de la Iglesia. Están en el PSOE
los que se esfuerzan por recuperar la memoria histórica,
con una ley se ha quedado muy corta pues no condena el
genocidio perpetrado por el fascismo al pueblo español,
pero no luchan por un proyecto de III República.
Hay republicanos en el PSOE, en los pueblos de España,
que reclaman una III República Federal, desde el
laicismo, con una nueva Constitución pero con la vigente
ley de partidos, en contra del derecho de
autodeterminación (por considerarlos solamente legales
en los procesos de descolonización) y quieren seguir
integrados en la OTAN para ver a la Ministra Chacón,
títere de Obama, mandar tropas a Afganistán o donde haga
falta controlar recursos naturales o avances socialistas
para salvaguardar los intereses de la oligarquía
imperial, la plutocracia.
También hay mensajes disfrazados de republicanismo
construidos por el capitalismo en la extrema derecha.
Algunos de estos partidos parecen tener un discurso de
izquierdas, critican el bipartidismo, otros claman la
salida de la UE. Pero son grupos xenófobos con los
inmigrantes y los más desfavorecidos socialmente. El
fascismo es un martillo utilizado por el capitalismo
cuando más le conviene (España en el 36). Solo en
situaciones de crisis, cuando los grupos y partidos
obreros pueden atraer a sus líneas a grandes masas de
trabajadores, el fascismo en un mensaje simple y
seductor para los sectores más perjudicados de la
sociedad por el paro, los bajos salarios y la
precariedad laboral consigue crear las condiciones para
instaurar una dictadura atroz.
En el otro lado está la izquierda. También formada por
un mosaico de ideologías y partidos e intenciones. En el
PCE y en Izquierda Unida tienen un buen problema gracias
a la herencia de la “carrillada”: La desvinculación, sí
o no, de la dichosa, caduca, borbónica y antidemocrática
Constitución de 1.978. Un avance, la rotura con los
pactos de la Moncloa y la ruptura con la carta magna
actual, en este sentido es importante para caminar hacia
un proceso constituyente, un referéndum monarquía o
república, la creación de una nueva Constitución
democrática con la participación amplia y plural de la
ciudadanía pues la democracia se construye desde la
base, desde el pueblo, organizado en asambleas en
diferentes niveles (barrios, vecinos, escuelas,
sindicatos, ayuntamientos, etc.) y la llegada por fin de
la democracia a España: la III República.
Sin embargo, el PCE ha mostrado signos de cambios,
criticando la constitución del 78 en su última
conferencia de organización.
Además del PCE, que en sus postulados y líneas
estratégicas e ideológicas ven en la lucha por la III
República un frente para democratizar el país, haciendo
avanzar posturas democráticas y populares, hay otros
partidos comunistas que también trabajan por la
soberanía nacional pidiendo la salida de las bases
militares norteamericanas de nuestro país, plataformas
para los intereses capitalistas, imperialistas y
oligárquicos de Estados Unidos con guerras, golpes de
Estado, atentados y mal llamadas revoluciones de colores
en todo el mundo de los que la aliada España es
cómplice, recogiendo la oligarquía y burguesía española
las migajas una vez repartido el pastel de recursos
energéticos por las multinacionales. No hay que olvidar
tampoco las asociaciones, plataformas de ciudadanos y
ateneos republicanos que trabajan por traer la III
República a este país.
Habría que pensar también qué se entiende por
democracia. Democracia, como es sabido por todos, es el
gobierno del pueblo. En Atenas la ciudadanía en la Polis
era política sin cobrar un salario por ello y se reunía
en asamblea para decidir los asuntos políticos,
económicos, éticos y culturales. Fueron los romanos los
que introdujeron la representatividad, elegir a nuestros
representantes con la res publica, la cosa publica, la
República. Será con la Revolución Francesa y con la
Independencia de los Estados Unidos cuando se consolide
la República como forma de gobierno progresivamente en
la mayoría de los estados. En contra de lo que la gente
piensa en este país, la República ha estado muy
vinculada en la historia al capitalismo. Ejemplos
paradigmáticos son la República de Francia y Estados
Unidos que es una República Federal. Tradicionalmente,
estos países, han intentado vincular democracia a
capitalismo. En el capitalismo, ciertamente la
democratización de la vida no es completa.
Estados Unidos en los últimos años ha financiado,
dirigido lo golpes blandos en diversos países bajo las
mal llamadas revoluciones de colores bajo el lema de la
democracia involucrando a jóvenes universitarios y ONGs:
Derrocamiento de Milosevic en Yugoslavia, año 2000.
Revolución de las rosas, salida del poder de Eduard
Shevardnadze en Georgia el 2003. Revolución Naranja,
elección de Víktor Yushchenko en Ucrania el año 2004.
Revolución de los tulipanes, salida del gobierno de
Askar Akayev en Kirguistán el año 2005. Revolución del
cedro, salida de las fuerzas de Siria del Líbano en el
año 2005. Entre las revoluciones fracasadas está la
Revolución Verde, protestas en Irán contra el presunto
fraude electoral y en apoyo del candidato de la
oposición Mir-Hossein Mousavi. Se hacen bajo el lema de
la democracia y la libertad pero detrás están los
intereses imperialistas de las multinacionales de los
Estados Unidos y el acoso de las fronteras de Rusia y
China.
Hay que recordar también este verano el golpe de Estado
en Honduras, con el apoyo de Obama, y con posterioridad
las elecciones ilegítimas y las siete bases militares
estadounidenses en Colombia para frenar el avance de
Repúblicas que avanzan hacia el socialismo.
En Venezuela también hubo algún intento estudiantil
organizado y parecido a los anteriores pero el gobierno
de la República Bilivariana de Venezuela es fuerte y no
se han atrevido a intentar el golpe suave financiado por
el Imperio porque fracasaría.
Pero la República no es patrimonio del capitalismo. La
República también puede ser socialista, popular,
construida desde abajo por el pueblo y ejemplos de ello
es la Revolución socialista del siglo XXI con Venezuela,
Ecuador, Bolivia, Estados que caminan hacia el
socialismo dando más participación al pueblo, pero que
todavía no son socialistas. Lenin decía que la República
burguesa ideal no existía, por más libertades, derechos
y grado de democratización del Estado, mientras la
economía, la producción del país no esté democratizada,
no dejará de ser una dictadura burguesa.
España vivió su transición nada modélica, junto a
Portugal y Grecia, dentro de un mismo proceso
imperialista y programa diseñado por el Pentágono y la
CIA con golpe de estado (23 F), atentados (Carrero
Blanco, abogados de Atocha), Constitución elaborada a
puerta cerrada por siete “iluminados” que son “los
padres de la democracia”.
En abril del 74 la llamada Revolución de los Claveles en
Portugal derriba el régimen militar al tiempo que en
Grecia caía también la dictadura militar. Franco estaba
ya en estado de debilidad alarmante. Para agosto la CIA,
visitaba Portugal para tomar las riendas. Ni el
Departamento de Estado ni la CIA iban a permitir que los
procesos de “liberalización y democratización” en
Portugal, España y Grecia (modelos por otro lado de
transición democrática, según los transitólogos) se
salieran de los matemáticos límites establecidos por el
imperialismo estadounidense.
Las revoluciones
de colores son hechos que buscan un fin similar a las
transiciones dentro del diseño geopolítico de Estados
Unidos, pero el origen es diferente. Mientras en las
transiciones las élites de los países dictatoriales
fueron decisivas para instaurar la peudodemocracia
(ahora es de actualidad en la derecha decir en canales
como Intereconomía que la democracia la trajo Franco, y
no les falta razón en parte, ya que el actual Borbón es
el heredero de Franco y la transición fue el proceso de
la supervivencia de las estructuras franquistas ), en
las revoluciones de colores es esa oligarquía la que no
se acomoda al dictamen de EEUU, Israel, la UE o
cualquier potencia imperialista.
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