¿Hay
mil
músicos
republicanos?
Carlos
Tena
Insurgente
1 de
Febrero
de
2010
Llega a mi buzón una carta, a su vez remitida a un compañero en la Batalla de Ideas contra el capitalismo, donde se me informa de que José Antonio Ponce, alcalde comunista de la villa de El Borge (sita en la bellísima comarca de la Axarquía malagueña, paraíso del viñedo y refugio de gente con alma de artista, cuyos habitantes han sido secularmente rebeldes y combativos), quiere organizar un homenaje musical a la República, en el que nada menos que UN MILLAR de músicos voluntarios interpretarían al unísono el Himno de Riego, como colofón a una serie de actos a celebrar el próximo 18 de Abril de 2010, o sea, cuatro días después del aniversario de aquel sistema político elegido por los españoles el 14 de Abril de 1931, derribado a sangre y fuego por un terrorista y genocida llamado Franco, cuya memoria y actividades criminales no ha condenado aún el actual Jefe del Estado, ciudadano Juan Carlos de Borbón, a quien no se le procesa por el presunto delito de apología del terrorismo, mientras se comete la tropelía de absolver en el Tribunal Supremo a un juez que asesoró profesionalmente a otro terrorista, miembro de la Mafia italiana, en tanto la Audiencia Nacional, es decir, el Tribunal de Orden Público, juzga en estos días las ideas de personas inocentes, a quienes se acusa, sin pruebas determinantes, de integración en banda armada.
Tales aberraciones, tales contradicciones jurídicas, indican bien a las claras qué tipo de régimen político existe en la España del siglo XXI, por lo que hacemos un llamamiento a la cultura, un reclamo a todos los amantes de la República, de la democracia, la dignidad y la libertad, para que esa pieza musical resuene en toda Europa, que se llene el aire con las notas de ese Himno que lleva el nombre del General Rafael de Riego (Tineo - Asturias, 1785 – Madrid, 1823), vilmente ejecutado por la monarquía, símbolo de la democracia en la España del siglo XIX, que desde Sevilla se alzó contra el absolutismo del rey Fernando VII (que más tarde se convertiría en su asesino), para instaurar un nuevo régimen constitucional, que tendría como norma básica la pionera Constitución de 1812, redactada ocho años antes por las Cortes de Cádiz y popularmente conocida como La Pepa.
Hago
votos
para
que
ese
día
se
cumplan
los
deseos
del
alcalde
y de
los
vecinos
de
la
población
de
El
Borge,
y
para
que
aquella
villa
malagueña
pase
a la
historia
como
sede
del
homenaje
más
sonoro
que
se
ha
realizado
nunca,
a
una
partitura
sencilla,
alegre
y
popular
como
ese
himno,
en
medio
del
clamor
de
las
violas,
los
cellos,
los
violines,
el
piano,
las
flautas,
los
saxofones,
pífanos,
clarinetes,
trombones,
trompetas,
gongs,
platos,
tambores
y
timbales,
y en
fin,
del
sonido
de
todos
los
instrumentos
imaginables
en
una
orquesta
improvisada
y
multitudinaria.
Por mi parte, le aseguro al munícipe que haré todo lo posible por estar presente en el acto, prometiéndole que, a partir de este momento, intentaré por todos los medios a mi alcance, reclamar la presencia, ese día, de los músicos que conozco, amantes de la democracia, de la República y la libertad, a quienes me une el afecto, el cariño y unos mismos objetivos políticos y sociales.
Ah, señor Ponce, ¡cuidado con la SGAE¡ que querrá cobrar los derechos de autor del Himno; unos euros que nunca se entregarían a un descendiente del autor, el español José Melchor Gomis (Onteniente, 1791 - París, 1836), sino que pasarían al baúl de esa organización, del que los máximos responsables extraen dinero, no sólo para abonar una miaja en la cuenta de sus socios, sino también para organizar todo tipo de francachelas, premios y cachupinadas por el estilo, en ciudades españolas o extranjeras, a las que sus directivos e invitados viajarán en avión o tren (clases primera y ejecutiva), se hospedarán en hoteles de cinco estrellas y comerán en restaurantes carísimos, a donde llegarán a bordo de una lujosa limusina; gastos que, por cierto, en buena parte pagamos todos los ciudadanos, con el injusto, ilícito e incalificable canon.
¡Abajo los cánones, los canónigos, la monarquía y el franquismo!.¡ Viva la III República!.
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