Con un
centenar de personas inició ayer su recorrido, en
Orihuela, el tren republicano que en Castellón se
transformó en una concentración de cerca de dos millares
de participantes, 4.500 según la organización. Tras el
paso por 23 localidades, en un recorrido que recogió
republicanos desde el sur hasta el norte de la Comunidad
Valenciana, el tren llegó convertido en tricolor. El
rojo, amarillo y morado de la bandera republicana inundó
la estación de la capital de La Plana y el Himno de
Riego fue la sintonía con la que, además de un
fuerte aplauso, fueron recibidos los participantes en el
acto de la Coordinadora del País Valencià per la
República.
Bajo el lema
Per la república, la reivindicación se concretó
en cánticos como "No hay dos sin tres, república otra
vez" y en consignas contra la monarquía, especialmente,
la de los Borbones.
Sin embargo,
no fueron éstos los únicos vítores que se corearon
durante el recorrido por las calles del centro de
Castellón, ya que la crisis fue otro de los temas que
rondó, tanto en cánticos como en pancartas, y entre
todos los manifestantes. De hecho, la situación
económica ocupó uno de los dos manifiestos que se
leyeron al acabar la manifestación, en el que plantearon
como superación a la "crisis sistemática del
capitalismo", la apertura de un "proceso constituyente
republicano". Y criticaron a la "oligarquía" que intenta
superar la crisis "socializando las pérdidas y
privatizando las ganancias" y que "tiene como
consecuencia el empeoramiento de las condiciones de vida
de las clases populares". "Defender la República, es
defender lo público", dijeron.
El tren
republicano, que hace dos años realizó su recorrido en
sentido inverso, de norte a sur, desplazó, en esta
ocasión, a más gente joven que entonces. "Son ellos a
quienes se les viene el problema encima y quienes tienen
que llevar la bandera de la lucha con nuestro respaldo",
explicó Julio Estellés, un jubilado que subió al tren en
Valencia.
"Han leído,
han estudiado y conocen los valores republicanos",
defendió Dionisio Vacas, quien se rodeó de jóvenes desde
Valencia hasta Castellón. "Saben a lo que vienen",
argumentó.
Aún así, el
manifiesto que culminó la marcha resaltó su postura
contra una monarquía impuesta, a favor de los derechos
de las trabajadoras y los trabajadores y de la
promulgación de un estado realmente laico. De la misma
manera reivindicaron la memoria histórica y el
reconocimiento de la "lucha y el sacrificio de los
defensores de la República y de los luchadores
antifranquistas".