POR
LA III REPUBLICA, Federal, Laica, Participativa y Solidaria
Manifiesto de Unidad Cívica por la República a la ciudadanía. 6 de
Diciembre de 2008
Cuando se cumplen 30 años de la Constitución de 1978, son
cada día más evidentes las limitaciones y el vaciamiento e
incumplimiento de su contenido que están impidiendo
consolidar un ordenamiento plenamente democrático que
responda de una forma inequívocamente satisfactoria a las
necesidades y derechos de la ciudadanía en lo político,
social, económico y cultural. En este marco, varios temas
de la actualidad más reciente merecen nuestra especial
atención y opinión.
¿Refundar
el capitalismo?
La Crisis del
Capitalismo es una crisis global, una crisis “sistémica”
como se dice, que está implícita en el propio sistema de
globalización neoliberal capitalista. Una crisis que ha
explotado por las costuras de su modelo financiero pero que
también presenta su catálogo de fracasos en el modelo
económico, de desarrollo, energético, de alimentos, sobre
el medio ambiente, etc. |
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No es
una crisis pasajera, puntual ni tampoco como el resultado de
únicamente fallos en los mecanismos de control y supervisión, que
habrá que corregir, o por la avaricia de unos desaprensivos actores
financieros. No sólo es eso. Es que el capitalismo ha fracasado como
impulsor de la igualdad, la democracia, las libertades y el respeto
efectivo de los Derechos Humanos, también como promotor de la paz
sino, por el contrario, en generador de guerras y tensiones
internacionales.
Ha
fracasado también al crear valores de nula convivencia basados en el
consumismo, el despilfarro, egoísmo, individualismo, insolidaridad,
etc. Y todo ello bajo el manto del pensamiento único y de una serie
de conjuros neoliberales tan al uso como el del mercado, la
modernidad, la competitividad, productividad, liberalización,
privatización, etc.
Un
fracaso que afecta principalmente a los sectores mas vulnerables de
la sociedad, creando una situación donde el aumento desbocado del
desempleo, la precariedad laboral, las restricciones en la
protección social y el Estado de Bienestar, la imposibilidad de
acceso a una vivienda digna, a una sanidad y educación públicas y de
calidad, etc., son claras consecuencias de un sistema depredador,
injusto e insolidario, especulador y corrupto. Y junto a ello, su
política a nivel internacional de guerras de ocupación contra la
soberanía de los pueblos y por la esquilmación de sus recursos
naturales, lo mismo que el mantenimiento de bolsas de pobreza,
hambrunas y condiciones de vida infrahumanas, siendo así que un
reparto solidario de la riqueza existente a nivel mundial daría para
poder solucionar todos estos problemas.
El
fracaso de este modelo nunca ha sido tan obvio. Hasta los propios
líderes del capitalismo mundial avisan que su sacrosanto sistema
tiene tan graves fallos que hace necesario “Refundar el
Capitalismo”, según así lo llaman. La reciente reunión del G-20 en
Washington ha sentado las bases de esta refundación. Pero ésto suena
a tremendamente inútil puesto que sólo se han preocupado del tema
financiero pensando en clonarlo para hacerlo mas llevadero, pero
que al mantenerse bajo los mismos fundamentos del capitalismo, se
seguirán produciendo sus mismos fracasos. Pero es que también suena
a tremendamente cínico ya que son los mismos causantes de la crisis
los que redactan sus propias recetas sin tener en cuenta ni los
otros fracasos del sistema ni a los más perjudicados por las
injusticias y los descalabros sociales de sus avaricias, sino sólo a
sus intereses por seguir manteniendo su papel determinante en la
economía y la política.
El
Gobierno Zapatero, y en tanto la banca española sigue declarando
sustanciosos beneficios (15.000 M€ en lo que va de año !!!), ha
apostado por mantener un planteamiento, que llama “socialdemócrata”,
de inyectar recursos económicos públicos para ayuda del sector
financiero. Una medida que está en línea con la desvergonzada receta
reclamada por el presidente de la patronal CEOE de “abrir un
paréntesis en la economía libre de mercado” de forma que sea el
Estado, con fondos públicos, quien en ésta época de vacas flacas
para sus intereses intervenga para reflotar la economía de las
empresas y bancos, para que una vez éstas salgan del atolladero
especulativo del que han sido parte causante, cerrar el paréntesis y
volver a operar en plan “normal”, es decir, manteniendo privados
los beneficios que obtengan pero habiendo ya socializado las
pérdidas. Denunciamos esta política injusta y de parcheo del
Gobierno Zapatero. Menuda refundación !!!
¿Por
qué no pensar entonces que los poderes económicos deben estar
controlados por el poder elegido en lugar de estar solapados o por
encima de él? ¿Por qué no exigir la existencia de un fuerte sector
público de la economía? ¿Por qué no una verdadera planificación
democrática de la misma?¿Por qué no pensar en aumentar la democracia
para que sean los propios ciudadanos los sujetos del debate social y
decisión colectiva, con información y transparencia? ¿Por qué no
pensar en poner en marcha nuevas fórmulas de organización social,
modos distintos de producir, gestionar y repartir la riqueza que
permitan satisfacer las necesidades de la gran mayoría, de tantos
millones de seres humano, además de procurar la sostenibilidad del
medio ambiente? ¿Por qué no fomentar otros valores, otros ideales?
Porque
lo que realmente se necesita es articular una respuesta social en
base a una alternativa que confronte radicalmente y ponga en
cuestión la estructura y los mecanismos del propio capitalismo en su
conjunto, como modelo insostenible e injusto que ha demostrado sus
carencias e injusticias y que no precisa de ligeros retoques, sino
de un verdadero recambio. ¿Por qué no pensar entonces en una
alternativa hacia el Socialismo como modelo de sociedad? Una
alternativa y una convocatoria que aparece necesaria, justa y
posible.
La Memoria Histórica
El auto que inició del juez Garzón, abierto a instancia de
denuncias de personas y organizaciones a las que felicitamos por su
perseverante esfuerzo, es de una enorme importancia porque en él se
muestra de forma frontal, y mediante acto judicial, los crímenes del
franquismo, caracterizándolo como lo que fue: un régimen represivo
orientado a la eliminación sistemática de sus enemigos políticos, lo
que, de hecho, define tales crímenes, desaparecidos y fusilados,
como un delito contra la humanidad. Un auto que nominó a gran parte
de sus responsables, con el dictador Franco a la cabeza, así como
las circunstancias y cuantificación de los crímenes cometidos
ordenando, además, la exhumación de las fosas comunes denunciadas.
La posterior inhibición del juez Garzón, como consecuencia del
recurso de la fiscalía dependiente del Gobierno, pasando su
competencia a otros juzgados provinciales, supone una importante
disfunción en la lucha por la reivindicación de la memoria y pone de
manifiesto la permanencia de ciertos reductos políticos, mediáticos
y de la judicatura procedentes del franquismo cuyo objetivo es
impedir a toda costa la verdad y el juicio de la historia.
Denunciamos la falta de voluntad política por parte del Gobierno y
de la Administración en su conjunto para asumir la rehabilitación
total para con las victimas del franquismo, las carencias y
limitaciones de la Ley de Memoria Histórica así como la dejación
para completar el desarrollo integral de la misma.
Este
recorrido judicial ha coincidido en el tiempo con la reciente
resolución del Comité de la ONU para los Derechos Humanos que ha
recomendado al Gobierno Español crear una comisión independiente que
se encargue de restablecer La verdad histórica sobre las
violaciones de los Derechos Humanos durante la Guerra Civil y el
franquismo, a la vez que considera necesaria La derogación de la
Ley de Amnistía de 1977 por contravenir la Convención de
Derechos Políticos y Civiles de Naciones Unidas que en su momento
fue ratificada por España. Esta resolución de tan alto contenido y
relevancia, realizada por tan alto organismo, no puede ser ignorada
por el Gobierno por mas que haya sido cautelosamente ocultada por
los medios oficiales y de información al uso.
Creemos que la recuperación de la Memoria Histórica, al margen de
sus vericuetos judiciales o políticos, es un proceso socialmente ya
imparable, por lo que manifestamos nuestro firme compromiso para
lograr su plena consecución por lo que supone de justicia para con
las víctimas pero también como Palanca de ruptura con la
Transición y con el Modelo Constitucional consecuencia de la misma.
La
Tercera República como alternativa
Existe
un Agotamiento del actual sistema basado en la Constitución
de 1978 y en la Monarquía como forma de Estado, que está impidiendo
un desarrollo real y efectivo del “Estado social y democrático de
Derecho”, precisándose una profunda regeneración democrática que
revise sus contenidos a partir de una clara ruptura y superación de
los consensos, cesiones, contenidos y desmemorias de la Transición.
Como
republicanos, reiteramos
nuestra Desvinculación de la Monarquía por ser una
institución radicalmente antidemocrática carente de cualquier atisbo
de encaje y justificación en nuestro tiempo. Por su origen y por su
posición no neutral como representante y símbolo del actual sistema.
Su carácter vitalicio, hereditario e irrevocable; la
“inviolabilidad” del monarca; el “no estar sujeto a
responsabilidad” en sus actos; la ausencia de control alguno sobre
sus actividades, su patrimonio y sus gastos a cargo del erario
público, etc., son privilegios que vulneran los más elementales
principios democráticos. Denunciamos igualmente el blindaje político
y mediático de silencios y pleitesías que rodea a la institución, al
monarca y a sus actuaciones frente a las voces cada vez más críticas
que, como pura libertad de expresión, se alzan en la sociedad,
siendo reprimidas con medidas administrativas, policiales y
judiciales.
Apostamos, por “Pensar en más Democracia y en República”,
porque el hilo conductor del pensamiento republicano y sus valores
son los que reclamamos para la Tercera República Española que
propugnamos. Una República donde el ciudadano, con derechos y
obligaciones, sea el sujeto central de la acción política, y donde
el respeto y garantía efectiva de la Declaración de los Derechos
Humanos sea
el referente inexcusable de toda acción de gobierno.
Una República como forma de
Estado que, por su propio concepto y contenido, será siempre
moralmente superior, más justa y democrática que el actual Estado
monárquico, ofreciendo, sin lugar a dudas, un marco más idóneo donde
poder desarrollar y defender los derechos políticos y sociales, la
justicia, la solidaridad, la paz, la igualdad y la libertad.
Para
lograr este objetivo pensamos que es condición necesaria articular
un Proceso Constituyente Republicano que concluya en un
referéndum entre Monarquía y República donde la ciudadanía, en un
marco de información y debate libre, completo y veraz, pueda ejercer
el derecho democrático que le fue hurtado y decidir soberanamente
sobre la forma de Estado y sus contenidos.
Llamamos a la convergencia del movimiento republicano para construir
una Propuesta Programática republicana que, tomando como ejes
valores republicanos inequívocos como el Federalismo, Laicidad, la
Democracia Radical y Participativa, la Etica y la Racionalidad, los
Derechos Humanos, la Educación y la Cultura, la Paz y la
Solidaridad, la Economía social, etc., pueda concretar su contenido
y desarrollo por medio de un debate abierto entre todos aquellos
interesados en esta alternativa.
Junto
a lo anterior, llamamos a potenciar la Organización y Presencia
pública de la alternativa republicana por toda la
geografía nacional a través de las múltiples iniciativas ciudadanas,
políticas e institucionales que la conforman, potenciando cualquier
actividad que permita visualizarla a la vez que sumar ciudadanía
para este proceso. Para ello, convocamos a los ciudadanos
republicanos a este reto.
LA CONSTRUCCIÓN DE LA TERCERA REPÚBLICA.
PORQUE LA TERCERA NO VENDRÁ, ¡HAY QUE TRAERLA!
- Por una respuesta social a la crisis del capitalismo
- Por la plena
recuperación de la Memoria Histórica
- Por un Proceso Constituyente republicano
- Por un Referéndum entre Monarquía y República
- Por la Tercera
República Española ¡ Viva la República !
Madrid, 6
de Diciembre de 2008
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