Resumen de la II Jornada Republicana
Hotel Victoria, Madrid, 15 de
noviembre
Entre anuncios palaciegos de
compromiso, pedida y boda principesca; mientras la España Oficial se apresta a
fastos conmemorativos con motivo del veinticinco aniversario de la constitución
borbónica heredada del franquismo; y cuando el sistema monárquico-constitucional,
en lo político, presenta claros síntomas de agotamiento y una manifiesta
quiebra en lo social, incapaz de resolver los graves problemas de todo tipo que
sufre la sociedad española, el movimiento republicano, se organiza y se mueve
entre la alarma y el nerviosismo del gobierno y los poderes fáctico-mediáticos
que lo sustentan.
Así, tras el mar de banderas republicanas que han acompañado
las movilizaciones contra la guerra y contra los responsables del desastre del
Prestige, el pasado 15 de noviembre, a instancias de Unidad Cívica por la República
y después de diversos encuentros que viene manteniendo el movimiento
republicano como ha sido el convocado el pasado 25 de octubre por la
Coordinadora Estatal de Organizaciones Republicanas, se celebraba, en el Hotel
Victoria de Madrid, la II Jornada Republicana con el objeto de debatir sobre
asuntos que conciernen y preocupan al movimiento republicano como son la Cultura
Laica, el Federalismo, la Constitución Republicana y la formulación del
Manifiesto por la III República.
La jornada, que fue seguida, en sendas sesiones de mañana y
tarde por más de dos centenares de personas procedentes de todo el Estado, fue
presentada por el Presidente de UCR, Miguel Jordá, el cual, además de dar la
bienvenida a los presentes, hizo hincapié en “la necesidad de trabajar por
extender los ideales republicanos para que, de nuevo, éstos sean el motor de la
sociedad y el Pueblo sea el protagonista de la Historia”.
A continuación intervino, Eduardo Calvo para presentar la
primera de las ponencias previstas en el Orden del Día de la Jornada: Cultura
Laica. El ponente, ante las posibilidades de crear en España un estado laico,
expuso, en primer lugar, “la imposibilidad que entraña en nuestro estado
borrar de un plumazo más de catorce siglos de oscurantismo, superstición y
adoctrinamiento religioso”. Para contrarrestar esta situación, Eduardo
Calvo, propuso a los presentes “ocupar nuestro tiempo intensificando
la labor de proselitismo para conseguir una mayoría social inclinada a
sostener la idea laica del Estado. Sin esta premisa –añadió- el
proyecto de una República laica para España también sería imposible”.
Finalizó su intervención añadiendo que “una de las manifestaciones de
carácter laico que un país debe tener en cuenta es la independencia del Estado
y de todos los servicios públicos frente a toda institución de carácter o
influencia religiosa y, por tanto la escuela laica y republicana debe estar
preservada de toda influencia confesional, económica e ideológica aunque éstas
en ocasiones vayan disfrazadas como “culturales”.
En el turno de debate que se abrió a continuación varias fueron
las intervenciones, entre las cuales cabe destacar la de Iván Álvarez: “El
laicismo, en un estado republicano, es el garante de la libertad de
conciencia”; José María Coronas que propuso sumarse a la campaña por la
Escuela Laica y contra la enseñanza de la religión en la escuela impulsada por
la CEAPA; Joaquín Navarro que señaló: “la necesidad de la
libertad de educación siempre y cuando se garantice la enseñanza, pública,
gratuita y laica”, abundando que “no obstante, la Iglesia que ya se
opuso a la aplicación de la laicidad durante la II República, ahora, tampoco
la va a aceptar”. Algunas otras cuestiones como el hecho de la utilización
del velo en la escuela o si las aulas, fuera del horario escolar, podrían
utilizarse para la enseñanza de la religión, a modo de acercar posiciones en
el debate sobre la enseñanza de la religión, fueron, asimismo,
planteadas al ponente.
La segunda ponencia, Federalidad,
estuvo a cargo de Jorge Laboreiro que manifestó que: “El Federalismo parte
de que la diversidad es enriquecedora y la uniformidad, empobrecedora. Anular
las diferencias culturales por decreto o negar su existencia, no es democrático
ni factible”. Asimismo, añadió que: “La federación se basa en la
idea de que son las colectividades inferiores las que dan lugar a las superiores
siendo el poder del pacto lo que establece y fundamenta el poder de las
entidades superiores”. Rechazó el derecho de autodeterminación en base a
derechos o razones históricas o en virtud de ciertas esencias, pero no negó
esa posibilidad dado que: “La Democracia se funda en la idea
de que la soberanía reside en los individuos, que son los que libremente
se organizan y se autodeterminan formando entidades políticas con otros
individuos”. El conferenciante, terminó apuntando que: “El
Federalismo no es antinacionalista, precisamente porque no es nacionalista. Sólo
desde el punto de vista nacionalista se puede negar otro nacionalismo que tenga
un carácter democrático”.
A continuación fueron numerosas las palabras que se pidieron
para intervenir en el debate. Así, si para José Dalmau “el Federalismo le
retrotrae al cantonalismo y le parece algo nostálgico” y sugiere, “apartar
el federalismo en la III República”; Isabel Oliver lo concibe “desde
el hecho cultural, pero no separatista”; Oscar Mariscal, entiende que “el
federalismo debe articular las desigualdades entre entes ricos y pobres”;
Luis Barcenilla remarca “el profundo rechazo de la sociedad española al
Federalismo”, mientras, Ángel Sabroso, señala, con pesar, que “los
partidos de izquierda, teóricamente republicanos, no tienen voluntad de entrar
en el tema federalista”; Joaquín Navarro felicita al ponente y estima que
“la Federalidad es un criterio esencial para la República”, añade
que “no puede entender la
negación del derecho de autodeterminación; es un error de la Comunidad Europea
prescindir de este derecho, y reivindica “se consagre el derecho de la
nación sin Estado en una Europa como idea plural, multilingüista y diversa”.
En cuanto a la situación en Euzkadi que, como era de esperar, surge el tema en
el marco de este debate sobre Federalidad, Esperanza Juanitorena expresa su
apoyo a “una solución dialogada del problema vasco y pide el respaldo de
los republicanos a la propuesta de
Elkarri”; Pablo Cantero, pide “un posicionamiento de la Jornada en
contra de IU-Ezquer Batua y Madrazo por su colaboración en el Gobierno de
Ibarreche”; y, finalmente y por contra, Francisco Nogales, sostiene que “por sentido democrático, debemos apoyar
el debate del Plan Ibarreche en el País Vasco”.
Julio Anguita fue el encargado de presentar la tercera de las
ponencias previstas durante la Jornada: Constitución
Republicana. Estima Julio Anguita que “se está cuarteando el edificio
sobre el que se construyó la constitución; hay un sentimiento republicano que
avanza y que va arraigando, nuestro objetivo es la III República y los sujetos
constituyentes son y somos quienes de manera organizada nos comprometemos a
extender este compromiso porque la República no vendrá de la mano de
fuerzas políticas como tales sino de un amplio movimiento ciudadano”.
Asimismo, hablo de “la necesidad, en otro momento, de dilucidar la aplicación
del proyecto: Federalidad, Jefatura del Estado, separación de poderes... y
aquellas otros que son los pilares del republicanismo: Laicidad, Justicia,
Derechos Humanos...”. Finalizó Julio Anguita haciendo una llamada
a los “Estados Generales, al establecimiento, a partir de este 15 de
noviembre, de un proceso constituyente con la sociedad y a la organización de
un amplio movimiento ciudadano trasversal a las organizaciones clásicas y
perfectamente compatible con las mismas”.
Tras esta intervención, toman los asistentes la palabra. Juan
Reig se adhiere a lo dicho por Julio y desea añadir que “el republicanismo
es el encuentro con la sociedad, es la virtud cívica de hombres y mujeres que
quieren vivir en libertad” Gerardo, igualmente se suma, y señala que “hay
que salir a la calle por encima de las tendencias políticas y que hay que
promover una publicación”. Joaquín Navarro, felicita a Julio por
el término “la llamada a los Estados Generales", no obstante,
afirma que estando de acuerdo, es pesimista en cuanto a las consecuencias: “Cualquier
intento de llevar esto a la sociedad va a traer violencia de Estado. ¿Qué está
pasando con el proceso de constituyente en Euzkadi? Se criminaliza.” Juan
Carlos Moa, apunta que “La República significa la República Democrática,
que conlleva la transformación de la sociedad”, añade que “es
necesario el nuevo Estado tenga un Ejército y una Policía democrática y una
Justicia al servicio de la ciudadanía”. Juan Ramón Sanz, hace mención
al sentido federal y republicano de IU y del PCE y propone: “hacer un
llamamiento beligerante y constructivo a los partidos que se declaran
republicanos”. Víctor Díaz Cardiel, estima que “el proceso
constituyente deberá ser, social y políticamente, democrático”, sugiere,
asimismo, invitar a Ibarreche a que exponga su plan. Victor Casco,
cree que “hay que unir República y Política”; que es
necesario “abordar el tema de Euzkadi que significa, desde el poder, la
ruptura del Consenso y la Constitución”; igualmente, abunda que “hay
que empezar a cuestionar diversos valores que hasta hoy no se pueden discutir,
Rey, Constitución, Economía de Mercado y que es necesario, desde el
republicanismo, presentar, además alternativas sociales y económicas”. Ángel
Trapero, sostiene que “se debe hacer uso del artículo 14 de la constitución,
siendo urgente recoger 500.000 firmas para promover una reforma
constitucional”. Iluminada propone “nutrirse del mayor conocimiento
antes de dar cualquier paso”. Sebastián Vega, afirma que “los
partidos han traicionado la República”. Pablo, estima que “se están
dejando temas muy importantes como Policía, Ejército y Medio Ambiente”.
Agustín Clemente, invita a todos a “unirse en torno al espíritu del 14 de
Abril” y propone “abrir los ateneos al republicanismo”. Por último,
mientras Román se declara “convencido republicano y va hacer todo
lo posible para que la República llegue”, Luis Barcenilla, con pesimismo
hace referencia a los resultados obtenidos por los republicanos en las recientes
elecciones madrileñas y
se pregunta: “¿Dónde están los republicanos?”.
Finalmente, tras tomar de nuevo Julio Anguita la palabra para
hacer algunas consideraciones a las intervenciones precedentes y señalando que,
“efectivamente, el sentimiento republicano, vale, pero no es suficiente,
hay que concretarlo” y añadiendo que
“si no somos subversivos, tenedlo claro, no habrá República”, se dio
por terminada la sesión de la mañana de esta II Jornada Republicana.
Por la tarde, con las energías renovadas tras el almuerzo, se
puso a debate el Manifiesto por la III República,.
“Un compromiso para instaurar la Democracia”. Dado que el manifiesto se
había repartido y era conocido, Julio Anguita obvió hacer la presentación del
mismo y, directamente, propuso diferentes modificaciones al borrador.
Modificaciones que, al igual que otras que fueron expuestas por los asistentes,
tras más de veinte intervenciones, fueron recogidas en su mayor parte.
A continuación se propuso por la Mesa una comisión redactora
que, compuesta por Joaquín Navarro, Oscar Mariscal, Julio Anguita y Víctor Díaz
Cardiel elaborara el documento definitivo.
En tanto la citada comisión daba cumplida cuenta de su cometido,
se dio paso a dos intervenciones que habían sido solicitadas fuera de programa.
La primera de ellas, a cargo del, periodista y trabajador de
RTVE, Rodolfo Ruiz Ligero, que versó sobre medios de comunicación, poder y manipulación
informativa. Una ponencia inesperada que fue muy bien acogida por la sala y fue
premiada con significativos aplausos. La segunda, por parte de Gerardo Pinto Antón,
Presidente de la Asociación Guerra y Exilio, que informó sobre los trabajos
que se están llevando a cabo para la recuperación de los restos mortales de
los asesinados por el franquismo y enterrados en fosas comunes y cunetas.
Asimismo y en un emotivo discurso rememoró los tiempos de la lucha en el monte
y un emocionante recuerdo para los compañeros caídos en la guerrilla.
Finalmente, Julio Anguita, concluida la redacción encomendada, dio lectura al Manifiesto por la III República. “Compromiso para instaurar la Democracia”, que fue aprobado. Con el compromiso de llevar a la sociedad el citado Manifiesto, de comenzar en los próximos días una campaña de recogida de firmas que será publicada en un medio de comunicación nacional, desde la Mesa con un ¡Viva la República! se dio por finalizada esta II Jornada Republicana, mientras a la salida, los participantes plasmaban sus primeras firmas en el manifiesto.
Félix
Arana